«Replantearse el Mundo Rural sería realmente necesario, preguntando a los que saben y viven en él». Reflexión de Pilar Vizcaíno, directora de Cáritas Huelva

NOTICIA Y REFLEXIÓN

El Día del Mundo Rural, 15 de mayo, llega este año en una situación especial. Tras más de dos meses de crisis sanitaria nuestros pueblos continúan con su labor constante y silenciosa pero que hoy más que nunca nos ratifican en la preservación de sus valores.

Esta crisis ha puesto de manifiesto que la idiosincrasia del mundo rural y el estilo de vida de nuestros pueblos y núcleos rurales es más necesaria que nunca y que, tras años en segundo plano, cobra una relevancia especial, como preservadora de vida y de cuidados.

En primer lugar, porque gran parte de nuestra población ha continuado produciendo los alimentos necesarios para el conjunto de la sociedad. Las personas agricultoras y ganaderas son esenciales en una crisis como la vivida. Al igual que el personal sociosanitario, de limpieza, transporte o seguridad, el sector primario merece el reconocimiento y el aplauso de toda la sociedad.

En segundo lugar, porque la forma de vida en nuestros pueblos es en comunidad, lo que facilita la cooperación y el cuidado mutuo. En muchos de nuestros pueblos se han creado redes de apoyo y ayuda entre vecinas y vecinos para cuidar de los mayores, proveer a otras familias de las compras y lo necesario para el día a día. Se trata de gestos solidarios habituales en la vida de nuestros pueblos que ahora se multiplican con naturalidad.

Tenemos el privilegio de que, aún confinados, podemos respirar aire puro, sin tener contacto con otras personas, pero sabiendo que están a nuestro lado.  Vivir en un pueblo te protege de la contaminación y el consumo sin sentido, en esta crisis y siempre. Contamos con la madre naturaleza como aliada y protectora para vivir esta situación, pues nuestro entorno y nuestro paisaje, al que le hemos dado un respiro, está más verde y más hermoso que nunca.

Como Cáritas para celebrar el Día del Mundo Rural queremos hacer un llamamiento a preservar todos estos valores. También queremos felicitar a nuestros vecinos y vecinas por su responsabilidad a la hora de adoptar las medidas que el Estado de Alarma ha requerido.

Pilar Vizcaíno, directora de Cáritas  Diocesana de Huelva, nos comparte esta reflexión en el Día del Mundo Rural:

San Isidro Labrador y La Tierra roja de Tara. Hoy celebramos el Dia del Mundo Rural, el mismo en que celebramos la festividad de San Isidro, el primer laico en subir a los altares y al que se le relaciona con milagros de naturaleza agrícola, con el agua, consiguiendo que de la tierra manara toda su fertilidad y riqueza gracias a este don que del cielo nos llega para que las cosechas no faltaran. Sin duda, un hombre de Dios.

He querido hacer mi reflexión de hoy con algo que a mí, personalmente, me evoca un arraigo a todo lo rural, a la tierra, a la naturaleza, a un sentido de pertenencia, a lo que te da fuerzas, a que todo nos es dado, y que en ocasiones, muchísimas ocasiones y por muchas razones, hemos olvidado.

Todos conocemos la mítica frase «la tierra roja de Tara» de Scarlett O’Hara (Vivien Leigh) en la pelicula «Lo que el viento se llevó». Ella, después de tanto sufrimiento, guerra, hambre, sabía que volviendo a Tara recuperaría sus fuerzas, volvería a nacer de nuevo. Tara lo es todo, es pertenencia, es hogar, es familia, es patria, es raíz, es cultura, es naturaleza; pero también es esfuerzo, Tara no brota sola, no se cosecha sola, Tara necesita el esfuerzo y la constancia, el amor de quien sabe que de Tara sacará las fuerzas y la motivación para continuar adelante; Tara es lo que saca a tu familia adelante. En Tara están tus recuerdos, tu pasado, tu raíz, tu verdadero yo, con quien tú te encuentras cara a cara.Tara es tu Tierra.

Tara para mí, es sentido de trascendencia, de conexión con todo lo que viene de Dios. Yo saco las fuerzas también de Tara, cada uno tenemos la nuestra; las mías, mis fuerzas, sin duda, están en la tierra roja de Tara, que me conecta con la naturaleza, que hace contemplar su belleza, con un atardecer en paz, lleno de matices y colores que dejan sin palabras porque sólo habla el alma; que me hace valorar lo más sencillo y humilde; que me hace apreciar la gastronomía pobre de los pastores, donde ni un pedazo de pan duro queda sin aprovechar; que me hace agradecer la compañía de animales que aunque sea un huevo, también comparten contigo lo que tienen; que me hace valorar el esfuerzo de saber lo que es sembrar y lo duro que es; o de quienes son ganaderos y viven en un mundo burocratizado que casi no les deja vivir; de saber lo que es el valor de lo artesano, lo cultural, y que casi no es valorado, hasta el punto que se pierden saberes y oficios de nuestros pueblos porque nadie trasmite, nadie aprende, no tiene apoyos ni tiene rentabilidad al no encontrarse los medios para que esos saberes encuentren dentro del mundo en que vivimos, una actualización sin que se pierdan.

Se habla mucho de despoblación del mundo rural, de volver al mundo rural, se habla tanto. Pero se sabe tan poco del mundo rural. Como en tantas ocasiones, no se pregunta a los que viven en este medio, no se les preguntan a los que hacen posible que comamos todos los días, a los que han gestionado el mundo rural. Se dan recetas desde los papeles, desde los despachos ¡como siempre!, pero se desperdician esfuerzos y muchos recursos. Replantearse el Mundo Rural sería realmente necesario, preguntando a los que saben y viven en él, a quienes de verdad han hecho una opción, como San Isidro, de vivir en la tierra roja de Tara. Sin duda, la mejor de las opciones.

En el Día del mundo Rural, en el Día de San Isidro labrador, gracias a tantos «isidros» que hoy en día nos seguís llevando a nuestras mesas y a nuestras casas los mejores frutos de nuestra tierra.

Por cierto, tenemos tierras «rojas» como las de Tara en nuestra hermosa y espectacular provincia. Pero hay una que, ciertamente, es roja. Está por las tierras de Candón, y sus contrastes en esta época con los girasoles, te llenan el alma.