Día para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer: Cáritas Diocesana de Huelva acompaña y trabaja desde la prevención

Ante la celebración del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, Cáritas pone el foco en el agravamiento de la situación de vulnerabilidad de las mujeres que sufren algún tipo de violencia por ser mujer, que acompaña a través del proyecto ‘Atención a las mujeres en situación de marginalidad’, más conocido como proyecto AMMAR y los talleres de intervención y educación familiar que se organizan desde el Área de Familia.

Problemas agravados a causa de la pandemia

Se constata cómo la pandemia sanitaria provocada por el coronavirus está doblando o triplicando sus condiciones de vulnerabilidad y las de sus familias. Algunos de los problemas que se están detectando son los siguientes:

– Agravamiento de las dificultades económicas, relacionadas con la pérdida de ingresos, situación de desempleo e imposibilidad de acceso a las ayudas sociales. A esta precariedad económica se suma la falta de oportunidades en el ámbito formativo y laboral, junto a la brecha digital, provocada no sólo por las dificultades de acceso a Internet o a medios digitales, sino también por el limitado manejo de los mismos o un uso reducido a aplicaciones básicas, lo que dificulta, por ejemplo, el acceso a la información sobre los recursos disponibles.

– Retroceso en sus procesos de recuperación. Las limitaciones impuestas por la pandemia han obligado a muchas mujeres, por razones económicas, a volver a depender de sus parejas, con lo que interrumpen sus procesos formativos en la búsqueda de empleo. En otros casos, su pareja ha perdido el empleo, con lo cual ambos pasan más tiempo en casa, lo que genera mayor sometimiento o situaciones de conflicto y se reavivan los sentimientos de incapacidad sobre la dificultad de salir del círculo de violencia.

– Deterioro de su situación emocional. La incertidumbre provocada por la Covid genera también situaciones que afectan al estado anímico de las mujeres víctimas de violencia, de por sí muy frágil debido a cuestiones preexistentes. A lo largo de los últimos meses han sido muchos los casos de mujeres acompañadas necesitadas de apoyo emocional y psicológico debido a situaciones de duelo y ansiedad.

Respuestas adaptadas a las características individuales

Cáritas, a través de los diferentes proyectos es testigo directo de la violencia machista que azota nuestra sociedad. Es una lacra en la cual sus víctimas no tienen una edad, nacionalidad, nivel de estudios o condición económica preestablecidas. Cualquier mujer puede sufrirla en cualquier lugar del planeta. Pueden ser amigas, parientes, vecinas, conocidas e, incluso, una misma. Pero hay muchas formas de violencia: feminicidios, prostitución, explotación sexual y trata de personas con fines de explotación sexual, violencia intrafamiliar, matrimonios forzados, violencia sexual, sin olvidar cuestiones que se encuentran normalizadas entre nosotros, como pueden ser los “micro machismos” de los que somos testigos cada día y que forman parte de nuestra “cultura social”. Cabe señalar, además, el preocupante incremento que se está produciendo en los últimos años de la violencia entre los jóvenes y en las redes sociales.

En este sentido, el proyecto ‘Atención a las mujeres en situación de marginalidad’, más conocido como proyecto AMMAR está llevando a cabo unos talleres dos veces al mes donde la temática principal son las habilidades sociales y personales, igualdad de género, salud e higiene. Las mujeres que se atienden en este proyecto han vivido durante mucho tiempo en la exclusión social, por lo que vienen muy deterioradas a todos los niveles, tienen graves dificultades para su inserción social, sienten indefensión, pierden el control de su vida y de sus sentimientos. Este estado se acaba generalizando y la mujer termina por creer que no puede hacer nada.

Por otro lado, entre las diferentes acciones que se realizan desde el Área de Familia en las parroquias de Huelva ciudad cabe destacar el trabajo de intervención y educación familiar que se realiza en varias parroquias desde hace más de cinco años. Se trata de una acción que se va consolidando en algunas parroquias de la periferia de Huelva  como son la de San Fco de Asís, la de Sagrada Familia, Ntra Sra del Carmen y Ntra Sra de los Dolores, que siguen apostando por tratar de ofrecer una respuesta integral a las problemáticas y necesidades detectadas en las familias atendidas. En ellos participan mujeres jóvenes con graves dificultades socioeconómicas, a las que se acompaña durante varios meses con el fin de promover su desarrollo y crecimiento personal, detectando y trabajando sus carencias y reforzando sus capacidades o potencialidades de manera que se conviertan en protagonistas de su proceso de cambio, y se involucren más en la resolución de sus problemas.

Francisco: “Una cobarde degradación”

Es oportuno recordar la condena que el Papa Francisco hace en Amoris Laetitia de la violencia contra las mujeres. “Destaco la vergonzosa violencia que a veces se ejerce sobre las mujeres, el maltrato familiar y distintas formas de esclavitud que no constituyen una muestra de fuerza masculina sino una cobarde degradación”, se señala en el punto 54 de la encíclica.

Y añade el Papa: “La violencia verbal, física y sexual que se ejerce contra las mujeres en algunos matrimonios contradice la naturaleza misma de la unión conyugal. Pienso en la grave mutilación genital de la mujer en algunas culturas, pero también en la desigualdad del acceso a puestos de trabajo dignos y a los lugares donde se toman las decisiones. La historia lleva las huellas de los excesos de las culturas patriarcales, donde la mujer era considerada de segunda clase, pero recordemos también el alquiler de vientres o «la instrumentalización y mercantilización del cuerpo femenino en la actual cultura mediática»”.

Este mismo año, durante su homilía en la Misa del Año Nuevo, Francisco puso sus esperanzas para que 2020 sea un mundo más pacífico para las mujeres, al tiempo que alertaba que “usar la violencia contra ellas equivale a profanar a Dios”.

Día para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer: La Covid dispara la vulnerabilidad de las mujeres acompañadas por Cáritas

Cáritas pone el foco, ante la celebración del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, en el agravamiento de la situación de vulnerabilidad de las mujeres víctimas de violencia, que acompaña a través de los 30 proyectos de Mujer desarrolladas por 22 Cáritas Diocesanas en toda España.

Problemas agravados a causa de la pandemia

A través del trabajo con estas mujeres –en el último año Cáritas acompañó a 4.231 víctimas de violencia—, testigos de historias de vida muy complejas macadas por la agresión y el maltrato que les generan graves consecuencias tanto físicas como psicológicas, se constata cómo la pandemia sanitaria provocada por el coronavirus está doblando o triplicando sus condiciones de vulnerabilidad y las de sus familias.

Algunos de los problemas que se están detectando son los siguientes:

– Agravamiento de las dificultades económicas, relacionadas con la pérdida de ingresos, situación de desempleo e imposibilidad de acceso a las ayudas sociales. Estas situaciones conllevan un aumento importante del número de demandas dirigidas a Cáritas de ayuda económica para alimentación, higiene, vivienda o pago de suministros, entre otras. A esta precariedad económica se suma la falta de oportunidades en el ámbito formativo y laboral, junto a la brecha digital, provocada no sólo por las dificultades de acceso a Internet o a medios digitales, sino también por el limitado manejo de los mismos o un uso reducido a aplicaciones básicas, lo que dificulta, por ejemplo, el acceso a la información sobre los recursos disponibles.

– Retroceso en sus procesos de recuperación. Las limitaciones impuestas por la pandemia han obligado a muchas mujeres, por razones económicas, a volver a depender de sus parejas, con lo que interrumpen sus procesos formativos en la búsqueda de empleo. En otros casos, su pareja ha perdido el empleo, con lo cual ambos pasan más tiempo en casa, lo que genera mayor sometimiento o situaciones de conflicto y se reavivan los sentimientos de incapacidad sobre la dificultad de salir del círculo de violencia.

– Deterioro de su situación emocional. La incertidumbre provocada por la Covid genera también situaciones que afectan al estado anímico de las mujeres víctimas de violencia, de por sí muy frágil debido a cuestiones preexistentes. A lo largo de los últimos meses ha sido muchos los casos de mujeres acompañadas necesitadas de apoyo emocional y psicológico debido a situaciones de duelo y ansiedad.

Respuestas adaptadas a las características individuales

Las múltiples discriminaciones provocadas por la pandemia están reclamando por parte de los recursos de Cáritas un esfuerzo añadido a la hora de ofrecer una respuesta integral a estas mujeres desde diferentes ámbitos y a través de un proceso adaptado a las características individuales de cada una de ellas.

Cáritas, a través de los diferentes proyectos es testigo directo de la violencia machista que azota nuestra sociedad. Es una lacra en la cual sus víctimas no tienen una edad, nacionalidad, nivel de estudios o condición económica preestablecidas. Cualquier mujer puede sufrirla en cualquier lugar del planeta. Pueden ser amigas, parientes, vecinas, conocidas e, incluso, una misma. Se presenta en múltiples formas: feminicidios, prostitución, explotación sexual y trata de personas con fines de explotación sexual, violencia intrafamiliar, matrimonios forzados, violencia sexual, sin olvidar cuestiones que se encuentran normalizadas entre nosotros, como pueden ser los “micro machismos” de los que somos testigos cada día y que forman parte de nuestra “cultura social”.

Cabe señalar, además, el preocupante incremento que se está produciendo en los últimos años de la violencia entre los jóvenes y en las redes sociales.

A mayor exclusión, mayores dificultades

Poniendo el foco en las realidades de pobreza y exclusión social, las dificultades de las mujeres para salir de esas situaciones de violencia son mayores.

Un estudio reciente de Cáritas, publicado bajo el título “Las personas en situación de sin hogar acompañadas por Cáritas. Contexto en 2019 y durante el estado de alarma y la COVID-19”, constata que muchas de las más de 7.000 mujeres que viven sin techo o sin vivienda en España se ven en la calle tras haber sufrido situaciones de violencia machista.

Pero las víctimas de la violencia machista no son solamente las mujeres. También lo son sus hijas e hijos y las personas mayores que conviven en estos mismos núcleos familiares, un elemento que es fundamental tener en cuenta para conocer en toda su dimensión el impacto de este grave problema.

Compromiso personal y medidas políticas

Cáritas apela a la responsabilidad personal y colectiva que tenemos ante la erradicación de esta lacra. Urge tomar conciencia y dar visibilidad a las violencias ejercidas contra las mujeres y trabajar de manera activa en la eliminación de conductas, lenguajes y prácticas discriminatorias contras las mujeres, abordando las violencias machistas desde la esfera pública y no sólo desde el ámbito privado o doméstico.

Los avances legislativos han sido un paso importante, pero aún queda mucho camino por recorrer. Por ello, Cáritas apuesta por una vida libre de violencias machistas y pide a las Administraciones públicas medidas enfocadas no sólo hacia la atención y protección a las víctimas, sino en la prevención de dichas violencias para asegurar que ninguna niña, adolescente o mujer sufra, en ningún lugar del mundo, ningún tipo de violencia machista.

Francisco: “Una cobarde degradación”

Es oportuno recordar la condena que el Papa Francisco hace en Amoris Laetitia de la violencia contra las mujeres. “Destaco la vergonzosa violencia que a veces se ejerce sobre las mujeres, el maltrato familiar y distintas formas de esclavitud que no constituyen una muestra de fuerza masculina sino una cobarde degradación”, se señala en el punto 54 de la encíclica.

Y añade el Papa: “La violencia verbal, física y sexual que se ejerce contra las mujeres en algunos matrimonios contradice la naturaleza misma de la unión conyugal. Pienso en la grave mutilación genital de la mujer en algunas culturas, pero también en la desigualdad del acceso a puestos de trabajo dignos y a los lugares donde se toman las decisiones. La historia lleva las huellas de los excesos de las culturas patriarcales, donde la mujer era considerada de segunda clase, pero recordemos también el alquiler de vientres o «la instrumentalización y mercantilización del cuerpo femenino en la actual cultura mediática»”.

Este mismo año, durante su homilía en la Misa del Año Nuevo, Francisco puso sus esperanzas para que 2020 sea un mundo más pacífico para las mujeres, al tiempo que alertaba que “usar la violencia contra ellas equivale a profanar a Dios”.

Los derechos de la infancia: uno de los retos de nuestra acción sociocaritativa

Hoy 20 de noviembre se celebra el Día Universal del Niño​ dedicado a la fraternidad y a la comprensión de la infancia del mundo, un día para llamar la atención sobre la situación de los niños más desfavorecidos, un día para dar a conocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo.

#CorazonesPorLaInfancia

Para ello y con motivo de esta jornada, Cáritas lanza una iniciativa en redes sociales bajo el hashtag #CorazonesPorLaInfancia con la que se pretende llenar las redes sociales de mascarillas con corazones impresos para expresar una “ruptura” simbólica con el distanciamiento físico al que nos estamos viendo obligados a causa de pandemia. Y es que esta inevitable medida de prevención sanitaria conlleva, en el caso de la infancia y la adolescencia, el riesgo de afrontar una factura social y emocional muy importante en sus procesos de crecimiento e identidad personal y social.

Momentos de incertidumbre y cambios

Esta crisis está privando a los menores en situación social más precaria de parte de sus infancias y adolescencias, de sus propios tiempos, que son muy diferentes a los de los adultos, al privarlos de espacios de seguridad y confianza tan importantes en sus procesos vitales. Junto a ello, este distanciamiento físico los está empujando a cierta invisibilidad social en la vida cotidiana, con el consiguiente riesgo de merma de sus derechos y de sus expectativas de presente y futuro.

La crisis económica padecida en años anteriores ya contribuyó a elevar los índices de pobreza infantil en España, y a ello se suman en la actualidad los efectos sociales causados por la crisis de la Covid-19, que nos dejan un escenario de déficit estructural de las condiciones de vida de las familias con menores, que dificultan el acceso a los Derechos más básicos de la Infancia. Entre ellos el Derecho a una Educación de calidad y que genere igualdad de oportunidades.

Esta situación de pobreza y vulnerabilidad afecta a los niños/as y adolescentes de un número elevado de hogares de nuestra provincia de Huelva, donde Cáritas ha detectado la vulneración de sus derechos más básicos, en especial, un aumento de la brecha educativa.

En esos núcleos familiares, a las graves limitaciones derivadas de la precariedad económica de los progenitores y de sus condiciones de vida, se añade el hecho de que muchas veces no tienen la capacidad para acompañar a sus hijos en los procesos educativos, debido al bajo nivel educativo y a las preocupaciones económicas y situación laboral. Además de ello, carecen de cultura tecnológica y de dispositivos para la enseñanza telemática (ordenadores y tabletas, más adecuados para el estudio que el propio móvil) y de conexión a internet, contribuyendo a acelerar la brecha digital, y por consiguiente también la educativa, agudizada por el periodo de confinamiento vivido, la escasez de tecnologías  y la suspensión de las actividades docentes.

Cabe recordar que la transmisión de las situaciones de vulnerabilidad y exclusión, y las posibilidades, por tanto, de estar en riesgo de pobreza aumentan en aquellos menores cuyos padres no completaron ninguna etapa educativa. De ahí que la educación sea uno de los derechos  de los niños y niñas que más capacidad tiene para romper el círculo de la pobreza y la exclusión social.

Por ello,  desde Cáritas Diocesana de Huelva queremos acompañar a la infancia y sus familias desde los Derechos y trabajar para prevenir o revertir esta pobreza estructural y para que la brecha educativa no siga aumentando. Desde el  Programa  de  Familia,  cuyo objetivo fundamental es avanzar hacia un  trabajo  integral  con las familias, donde  se  tengan  en  cuenta  todos  los  aspectos  que  rodean  a  la  persona,  con acciones que favorezcan un proceso de promoción y desarrollo de las mismas, se considera una prioridad el llevar a cabo acciones con los menores con el fin de fomentar desde edades tempranas actitudes orientadas a la formación, dotación de habilidades sociales, educación en valores y prevenir el absentismo y abandono escolar.

En este sentido, tanto desde el Centro Socioeducativo Educar para Crecer, en Huelva ciudad, como desde el Proyecto IntegrAlcor, de Villalba del Alcor, se presta una atención socioeducativa para dar respuesta a esta realidad de la infancia más vulnerable, ofreciendo a los más pequeños actividades dirigidas a darles apoyo en su formación educativa, para mejorar su rendimiento escolar, y su crecimiento como personas de manera que lleguen a formar parte activa del entorno  en el que viven y puedan superar la situación de desventaja social que, por diversas circunstancias, está mermando sus posibilidades de futuro.

Para ello se realizan diferentes actividades:

  • Actividades educativo-formativas: de apoyo escolar para ayudarles a avanzar en el nivel académico propio de su etapa escolar, apoyándolos en sus tareas escolares, para conferirles confianza y seguridad en sí mismos/as, mejorando su expresión oral, escrita y numérica, técnicas de estudio, creación de hábito, etc.
  • Actividades lúdico-educativas para el aprendizaje de valores y habilidades personales y sociales: a través de diferentes talleres, juegos y dinámicas de grupo se trabajarán, de forma transversal, las habilidades sociales, respeto, compañerismo, comunicación adecuada, respetar las normas, cuidado de materiales, comportamiento cívico, cuidado y respeto hacia el entorno…

Los menores son un grupo muy vulnerable y ahora más dentro de la crisis de la Covid-19. Nuria Martín, responsable del proyecto ‘Educar para crecer’, cuenta que “los niños y niñas traen unas carencias mayores que otros años ya que el confinamiento les ha hecho perder el ritmo académico o, en muchos casos, quedarse en niveles inferiores al que les pertenece por curso”.  Por otra parte, desde el proyecto han tenido que tomar medidas de prevención y distanciamiento para asegurar un ambiente seguro e higiénico. De esta manera, han tenido que  hacer grupos de convivencia más reducidos,  lo que ha aumentado la dificultad de aprendizaje, ya que si antes los niños y niñas iban de lunes a viernes al proyecto, ahora solo pueden asistir entre una y dos veces a la semana.  

Esta crisis está poniendo sobre la mesa la importancia de acompañar a las familias para garantizar que los niños y adolescentes puedan mantener ciertos hábitos y rutinas cotidianas necesarias en sus procesos educativos y de autonomía, impulsando con ellos nuevas formas de aprendizaje con el objetivo de “aprender a aprender”. Por ello, hoy, 20 de noviembre, Día Internacional de los Derechos de la Infancia, reivindiquemos la vulneración de los derechos de los niños, niñas y adolescentes y defendamos el cumplimiento efectivo de los derechos de la infancia los 365 días del año. Todo ello a través de la educación, pues en palabras de Nelson Mandela “la educación es el arma más poderosa que podemos usar para cambiar el mundo”.

Cáritas alerta del aumento de personas en situación administrativa irregular en sus programas para inmigrantes

Dentro de la campaña “Compartiendo el Viaje” que está en marcha desde 2017, Cáritas saca ahora a la luz una colección de materiales de sensibilización para alertar sobre el importante aumento del número de personas en situación administrativa irregular que son atendidas a través de los programas y recursos para inmigrantes en todo el país.

Este impacto, que se viene detectando en los últimos años, se está viendo incrementado como consecuencia de la pandemia, en la que, a causa de la masiva destrucción de empleo y de medios de vida, está empujando a la irregularidad sobrevenida a muchas de estas personas, quienes, al dejan de tener un empleo fijo, se ven abocadas a una situación administrativa irregular, a la pérdida de derechos y a unas condiciones de gran vulnerabilidad e invisibilidad social.

Un tercio de los inmigrantes atendidos

Según los últimos datos de actividad aportada por las Cáritas Diocesanas de toda España, un tercio de las personas acompañadas a través de sus programas y recursos para inmigrantes están en situación administrativa irregular. Se trata de unas 120.000 personas que, además, debido a su extrema precariedad, necesitan del apoyo de Caritas durante una media que oscila entre 1 y 2 años.

Es una realidad invisible sobre la que ahora Cáritas pone el foco dentro de una nueva fase de la citada campaña, bajo el lema “Esperábamos trabajadores, vinieron personas y queremos vecinos”.

“Compartiendo el viaje” se puso en marcha en septiembre de 2017 a instancias del papa Francisco para fomentar la cultura del encuentro y un mayor conocimiento de la realidad de las personas que se ven obligadas a migrar: hombres, mujeres, niños y niñas, cada uno con su nombre y su vivencia y un lugar de origen, tránsito y destino.

Personas invisibles para las políticas públicas

Uno de los ejes estratégicos de la acción de Cáritas en su lucha contra la pobreza es el trabajo con miles de personas invisibles para las políticas públicas, como es el caso de estos inmigrantes para quienes no existen nunca fondos oficiales, ni estatales ni europeos, puesto que se trata de personas en situación administrativa irregular y, por tanto, no cuentan, no están, no existen.

Hablamos de personas que hasta ayer mismo desarrollaban en nuestra sociedad un trabajo legal y remunerado en sectores de actividad económica muy relevantes –como los sectores de la restauración y la hostelería, el cuidado de personas dependientes, el empleo del hogar o la mensajería— pero que, al perder su empleo, pierden también, según lo establecido en la actual Ley de Extranjería, su estatus legal y, con ello, el acceso a derechos básicos. En muchos casos y dado que no pueden disponer de ninguna ayuda ni prestación social, estas personas tienen miedo y dejan de salir a la calle por temor a ser expulsados.

Las historias de Daniel, Fabiola, Kalima, Virginia y Zohuir

Los materiales que se lanzan con el lema “Esperábamos trabajadores, vinieron personas y queremos vecinos” buscan descorrer el velo sobre la realidad invisible de estos “nadie” a los que Cáritas ponen rostro y nombre.

Para ello, se propone un recorrido por distintas situaciones de irregularidad sobrevenida en las que se encuentran todas esas personas migrantes que son invisibles en nuestro país y poner en evidencia que, en ocasiones, las leyes pueden no ser justas, como ocurre con nuestra Ley de Extranjería.

A través de cinco vídeos, se narran las vidas de DanielFabiolaKalimaVirginia y Zohuir, personas en situación de movilidad humana con realidades muy distintas, pero cuyo resultado final es el mismo a causa de la irregularidad sobrevenida. Cada uno de estos vídeos cuenta con su respectiva ficha para ayudar a profundizar en la historia de los protagonistas, ver cómo el actual marco legal afecta a cada uno de ellos y qué podemos hacer cada uno de nosotros.

Los materiales se completan con un roll-up y una colección de 5 carteles que sirvan para montar una sencilla exposición de difusión pública de los objetivos de esta nueva etapa de la campaña “Compartiendo el Viaje”, que cuenta también con piezas específicas para redes sociales (Facebook e Instagram).

Ir más allá del mercado laboral: arraigo y empadronamiento

Tanto Cáritas Española como Cáritas Europa vienen defendiendo un planteamiento alternativo del marco legal de migración, con objeto de que la puerta de acceso a los derechos de estas personas no dependa exclusivamente del mercado laboral.

Este es un aspecto en el que inciden directamente estos materiales, al mostrar las graves consecuencias que para la vida de miles de personas tiene nuestra Legislación de Extranjería. Cabe señalar, además, que en la situación económica actual dominada por la crisis social y económica causada por la Covid-19, tener empleo fijo no está al alcance de la mayoría de las personas. Y en el caso de miles de personas de origen extranjero, quedarse fuera del mercado laboral significa pasar a la invisibilidad y a la pérdida de derechos propios y de sus familiares.

La Ley de Extranjería está orientada primordialmente a la regulación del flujo de mano de obra extranjera. Sin embargo, quienes llegan son, por encima de su condición de trabajadores, personas. Nuestro reto, como sociedad y como ciudadanos, es de defender un modelo de acogida a estas personas y sus familias cuya vida queda condicionada por un contrato de trabajo y que quienes son nuestros vecinos y vecinas tengan oportunidades de construir su futuro más allá del color de su pasaporte.

Para ello, Cáritas plantea una propuesta de integración social basada en los criterios del arraigo social, que ponga en valor las raíces de estas personas en la comunidad donde trabajan y viven, y de la vecindad, ordenada a través de la figura del empadronamiento. De esta forma, quedarían garantizar la renovación o el acceso de estas personas a una situación administrativa regular y, por tanto, al disfrute de derechos básicos: «queremos vecinos».

VER MATERIALES

Caritas Diocesana de Huelva celebra la Jornada Mundial de los Pobres


Tiende tu mano al pobre

(cf. Si 7, 32)

Desde Cáritas Diocesana de Huelva nos unimos a celebrar la IV Jornada Mundial de los Pobres en un contexto marcado por la pandemia de la COVID-19, que está asolando nuestro mundo. Una Jornada que, con el lema «Tiende tu mano al pobre», es una llamada a cargar con los más débiles y los más golpeados por esta crisis.

La Palabra de Dios nos invita a una actitud activa en la vivencia de nuestra fe. Jesús nos interpela a desarrollar los talentos que el Padre nos ha regalado para crecer como personas y mejorar nuestro mundo.

Esta jornada es una llamada a volver la mirada a la esencia del Evangelio y a mostrar nuestra solidaridad con las personas más pobres como reflejo de nuestra fe.

El encuentro con una persona en condición de pobreza siempre nos provoca e interroga, cuestiona nuestro estilo de vida y el suyo, y no nos deja indiferentes.

El Papa Francisco invita a la comunidad cristiana a comprometer la vida y a involucrarse en la experiencia de compartir y acompañar, de la generosidad y del cuidado.

Celebramos la Jornada en tres pasos:
  • Mirar más allá: Este momento que estamos viviendo ha puesto en crisis muchas certezas. Nos sentimos más pobres y débiles porque hemos experimentado el sentido del límite y la restricción de la libertad.
  • Dejarme interpelar: Este es un tiempo favorable para «volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo.
  • Tender manos: Haz un gesto y tiende la mano al pobre.

Desde Cáritas Diocesana de Huelva pensamos que esta jornada nos tiene que hacer mirar hacia nuestra propia realidad local que tiene unos rostros muy concretos de la pobreza.

Descarga los materiales y súmate a la Jornada Mundial de los Pobres.

XXIV Escuela de Formación ESFORCA (online)

XXIV Escuela de Formación ESFORCA (online)

14 de noviembre de 2020

Como consecuencia de la pandemia de la Covid19, la XXIV Escuela de formación ESFORCA de Cáritas Diocesana de Huelva no se podrá realizar presencialmente, pero sí la vamos a celebrar online, es decir, a través de Internet y con medios digitales. Se trata, pues, de estar conectados para sentirnos vinculados al compromiso de la Iglesia con los más pobres; y para formarnos como agentes de la caridad en este nuevo contexto social, político y religioso.

PRESENTACIÓN

La jornada de formación contará con una ponencia central titulada “Una lectura creyente desde Cáritas a la crisis del COVID-19”, que estará dirigida por Vicente Martín Muñoz, Delegado Episcopal de Cáritas Española.

Cuanto más nos afecta lo que ocurre, más nos urge comprender los hechos, sus implicaciones y consecuencias. Es necesario hacer una lectura creyente, a la luz del Evangelio y del pensamiento social de la Iglesia, de esta crisis; una lectura que dé lugar a acciones pastorales, vinculadas a este acontecimiento y sus consecuencias.

OBJETIVOS

El objetivo de esta ponencia es doble: por un lado, abrir espacios de reflexión y diálogo en Cáritas y en las comunidades cristianas sobre las cuestiones que suscita esta inesperada “tempestad”  y, por otro, proponer caminos pastorales de acción caritativa y social.

HORARIO

10:00 h Oración y bienvenida de Don Santiago Gómez, obispo de Huelva.

10:15 h Bienvenida de Pilar Vizcaíno, directora de Cáritas Diocesana de Huelva y presentación de la ponencia.

10:30 h Ponencia (online): «Una lectura creyente desde Cáritas a la crisis de la Covid19». Por Vicente Martín Muñoz, delegado episcopal de Cáritas Española.

INSCRIPCIÓN

Envíanos un correo a pmonje.comunicacion@caritashuelva.org  proporcionándonos tu correo electrónico, nombre, apellidos, Cáritas Parroquial, grupo parroquial, hermandad o proyecto al que perteneces.

El plazo de inscripción será hasta el 12 de noviembre.

Para cualquier duda o consulta, por favor, diríjase a alguna de las siguientes direcciones:

-Tlf.: 959245226

-E-mail: pmonje.comunicacion@caritashuelva.org