Hoy se ha clausurado la octava edición de
estos cursos con un alto nivel de inserción laboral. que este año han permitido
formarse a 12 jóvenes onubenses.
Huelva, 21 de junio de 2021.- Cáritas
Diocesana de Huelva y la Fundación Endesa han clausurado en la capital onubense
la octava edición del curso de Montaje de instalaciones eléctricas y aire
acondicionado en edificios que organizan conjuntamente ambas instituciones y
del que se han beneficiado ya un total de 108 jóvenes, contando los 12 de esta
edición.
El
curso, que en anteriores ediciones se centraba en las ‘Operaciones auxiliares
de montaje de instalaciones electrotécnicas y de telecomunicaciones en
edificios’, se ha transformado desde el curso pasado en el ‘Montaje de
instalaciones eléctricas y aire acondicionado en edificios’, debido a la alta
demanda de instaladores de aire acondicionado en la provincia de Huelva en los
meses de febrero a junio. El objetivo de este curso es contribuir a la mejora
de las condiciones socio profesionales de personas que se encuentran en
situación de riesgo o de exclusión social, mediante su participación en un
programa formativo que las habilite para la consecución de un empleo.
Cáritas
Diocesana de Huelva y la Fundación Endesa han apostado por esta capacitación al
haber detectado que la carencia formativa es una de las barreras fundamentales
para encontrar un puesto de trabajo. De la situación de pobreza no sólo se sale
con aportaciones económicas, sino que hay que dar un salto e invertir en
acciones formativas que habiliten a las personas para el trabajo. Algo que
entiende muy bien la Fundación Endesa, que desde hace años viene apoyando
procesos formativos en Cáritas Diocesana de Huelva.
La
acción formativa ha tenido una duración de cuatro meses, con una parte teórica
y otra práctica que alcanza en total las 460 horas con 100 horas de prácticas. Los 12 alumnos han estudiado temas
específicos sobre las instalaciones eléctricas y el montaje de aire
acondicionado y también contenidos transversales como la igualdad de género, sensibilización
medioambiental, las habilidades sociales y laborales y competencia digital. Contamos
con empresas colaboradoras con
Cáritas de otros años como Tecsolar Huelva, Cfrica sl, Frío Alberto SL,
Soctefrí SL y Hairelight SL, además de tres nuevas incorporaciones.
En
toda España, el convenio suscrito entre Cáritas y la Fundación Endesa ha
permitido que 400 jóvenes de diversos lugares de España, donde Endesa tiene un
especial arraigo, estudiaran el oficio de electricista. Aquí en Huelva, la
colaboración entre ambas entidades ha facilitado la inserción en el mundo
laboral o su retorno a la educación reglada tras conseguir el certificado de
profesionalidad.
Sobre la
Fundación Endesa
La Fundación Endesa, presidida por Juan
Sánchez-Calero, tiene como objetivo principal contribuir al fomento del talento
y al desarrollo social a través de proyectos educativos, de formación para el
empleo, biodiversidad, culturales y de voluntariado.
Los proyectos educativos de la Fundación están
orientados a fomentar la innovación y la educación medioambiental en todos los
niveles y a promover la excelencia académica en al ámbito universitario.
Los proyectos de formación para el empleo ponen
su foco en la promoción del talento de personas en riesgo de exclusión social,
jóvenes y profesionales de más de 50 años.
Asimismo, apoya la conservación y promoción de
la biodiversidad, cooperando en la lucha contra el cambio climático,
contribuyendo al mantenimiento de especies emblemáticas y la
sensibilización sobre la sostenibilidad ambiental.
En cuanto a sus proyectos culturales, destacan
los dedicados a la iluminación de monumentos artísticos ya la conservación y
difusión del patrimonio industrial histórico del sector eléctrico español.
La Fundación Endesa también lleva a cabo el desarrollo y
financiación de programas y acciones destinadas a la prestación de ayuda
humanitaria en situaciones extraordinarias de crisis sanitarias, catástrofes
naturales u otras análogas.
Llega junio y con ello el balance
que a través de las Coordinadoras y las Cáritas Parroquiales de cada uno de los
arciprestazgos se hace del año que finaliza. Esta vez, es un año marcado por la
pandemia de la Covid-19, lo que lo diferencia, con creces, con la actuación de
años precedentes. El equipo de Formación y Animación Comunitaria, está
celebrando junto con las voluntarias y voluntarios de cada una de las
coordinadoras una convivencia- encuentro presencial u online para cerrar y
evaluar un año duro para la población en general y también muy intenso para la
actuación del voluntariado en cada una de las zonas, donde a veces, se han
visto sobrepasados por la realidad que vivían muchas personas.
Cabe destacar que la acogida en
las Cáritas Parroquiales, con 75 equipos de voluntarios y voluntarias en
nuestra Diócesis, probablemente constituya la red de ayuda más extensa y cerca
de apoyo para las personas en situaciones de exclusión y vulnerabilidad. Éstas,
a su vez, se constituyen como un referente de ayuda, movilización de recursos y
confianza.
En este duro año que hemos
vivido, las Cáritas Parroquiales han permanecido presentes, siempre con el
teléfono disponible para solucionar las demandas provocadas por la crisis. Se
han hecho cercanas a las personas, reivindicando su dignidad, buscando
respuestas a sus necesidades y descubriendo sus potencialidades. A pesar de la
emergencia, se ha seguido respetando el modelo de trabajo que previamente ya se
hacía, que consiste en el acompañamiento a las personas y familias. En este año
especialmente, las Cáritas Parroquiales también se han organizado con otras
entidades, organizaciones tanto públicas como privadas, hermandades y otros
grupos eclesiales, para dar una respuesta coordinada a las necesidades de las
personas, generando con ellas y con la sociedad, una red de ayuda, promoción y
sensibilización.
Las Cáritas Parroquiales son y
han sido en este año marcado por la Covid-19 esa red de respuesta y además,
también han encauzado esa solidaridad espontánea que ha surgido por parte de la
sociedad, y que son muchas las personas que se unieron a nuestra labor de
manera puntual generando puentes que solventaran las necesidades que se
presentaban diariamente.
La acción de Cáritas Diocesana de Huelva
benefició a más 26.000 personas afectadas por la pandemia en la provincia de
Huelva.
Más de 700 personas afectadas por la
Covid participaron en un proceso de inserción laboral.
Cáritas
Diocesana de Huelva ha contado con 631 personas voluntarias para acompañar a
las personas que han sufrido por la crisis sanitaria.
Huelva, 3 de junio de 2021. La directora de Cáritas Diocesana de Huelva, Pilar
Vizcaíno junto con la Responsable del
Departamento de Comunicación y Relaciones Externas, Peña Monje,
han presentado la Memoria General 2020, un
documento que recoge la realidad del trabajo de nuestra entidad y que supone
una radiografía muy real de la situación de la Diócesis de Huelva contada desde
el trabajo diario de los 75 equipos de Cáritas
Parroquiales que existen en la provincia y desde los Servicios
Diocesanos.
Este
año, el grado de participación de las Cáritas
Parroquiales en la elaboración de la Memoria de Cáritas 2020
ha llegado al 91% del total, lo que
hace ver el esfuerzo que están llevando
a cabo los centros parroquiales en un ejercicio de transparencia.
Cáritas Diocesana de Huelva ha atendido en 2020 a 12.346 personas. Ellas son aquellas que acuden a Cáritas, son los rostros que vemos y que, potencialmente, podrían formar parte de procesos de acompañamiento y participación. Por otro lado, debemos cuantificar las personas beneficiadas de la labor de Cáritas Diocesana de Huelva, que son aquellas que sin acudir directamente a Cáritas se ven beneficiadas por la acción que recibe algún miembro de la familia. Este año han sido 26.507 personas beneficiadas por la acción de Cáritas, lo que supone un aumento del 10% respecto al año anterior.
‘La Caridad no cierra’ ha sido el lema que Cáritas Diocesana de Huelva ha empleado en el año 2020, ya que los proyectos y los servicios han estado en todo momento abiertos, haciéndose presentes en la vida de las personas. Estos datos reflejan el aumento de demanda en los meses de confinamiento donde las personas sintieron más necesidad de acudir a Cáritas.
A raíz de la declaración del estado de alarma con motivo de la Covid-19,
muchas fueron las repercusiones
sociales, familiares, económicas y laborales que han afectado a una gran
parte de la población de Huelva. Siguiendo con su modelo de trabajo de atención
a los más vulnerables y excluidos, desde el primer momento Cáritas ha tratado
de volcarse con todas las personas que sufren a causa de esta pandemia para
procurar aliviarles la situación que tanto el confinamiento como la pérdida o
dificultad de trabajar les ha generado.
Con este escenario, Cáritas Diocesana de Huelva ha realizado su acción durante el pasado año priorizando el acompañamiento a las personas más
vulnerables, proporcionando recursos para ayudarles a salir de su situación o
paliar la gravedad de la misma, adaptándolos a sus necesidades y siguiendo
con un modelo de trabajo centrado en el acompañamiento. Las principales
demandas de este año han ido dirigidas al empleo, la alimentación, la escucha,
la acogida y el acompañamiento familiar, la vivienda y los suministros y
enseres del hogar.
El papel del voluntariado y de las
Cáritas Parroquiales
En este duro año que hemos vivido, las
Cáritas Parroquiales han permanecido presentes.
Se han hecho cercanas a las personas, reivindicando su dignidad, buscando
respuestas a sus necesidades y descubriendo sus potencialidades. A pesar de la
emergencia, se ha seguido prestando el modelo de trabajo que previamente ya se
hacía, que consiste en el acompañamiento a las personas y a las familias.
El papel del voluntariado ha
sido crucial en este año. En total 631
personas voluntarias han sido los pilares fundamentales de la acción
Sociocaritativa de la Iglesia y han estado al frente desde un teléfono, desde
las acogidas o muchas veces desde sus propias casas, acercando ayuda, escucha e
información. Son y han sido presencia y acción, acogiendo las situaciones de
necesidad que se han presentado en el año 2020.
El Impacto de la
pandemia en las personas excluidas
El impacto que de la Covid ha sido, también, tremendamente costoso para las
personas que carecen de un hogar donde poder refugiarse, cuidarse o pasar el
confinamiento inicial, una carencia que, si ya aumenta su vulnerabilidad de
forma general, se ha visto agravada durante la pandemia al dificultarse –o
imposibilitarse— el acceso a espacios de higiene y/o aislamiento.
En su intervención diaria, Cáritas Diocesana de Huelva pone el foco de su
atención en aquellos colectivos especialmente empobrecidos o que atraviesas
diferentes procesos de exclusión. Entre ellos, ha atendido a 734 personas sin hogar a través del
Centro de Día puertas Abiertas y las casas de acogida: Santa María y Santa
María de los Milagros y a 1.182 personas
desde el programa de atención en Asentamientos. En un momento en el que se
nos pedía que nos quedáramos en casa, que extremásemos las medidas de higiene y
el distanciamiento social, había un número importante de personas que no podían
acatar estas medidas por carecer de un hogar, por no tener agua potable con la
que asearse y por tener que compartir chabola, habitación o cobijo con más
personas.
La situación de las familias onubenses durante el año 2020 ha estado condicionado por la pandemia del Covid-19 y la crisis económica surgida como consecuencia de la misma. Muchas han sido las familias que ya venían de una situación de crisis y que este año han agravado su situación. En total, Cáritas ha acompañado a 9.696 familias desde la acogida, desde los proyectos de acompañamiento familiar, en procesos de acompañamiento a mujeres, desde los proyectos de infancia y el acompañamiento a mayores.
Los menores han sido un colectivo muy frágil en
esta pandemia porque el confinamiento potenció la desigualdad tecnológica y
agudizó la brecha digital. Además sufrieron el cierre de los centros educativos
y el apoyo escolar.
Por otro lado, la soledad ha sido
otra de los dramas impuestos por la pandemia. Aunque esta no es una
realidad nueva, la situación de aislamiento físico a la que se han visto
sometidas muchas personas mayores, claramente la endurece. La vulnerabilidad
social evidenciada en esta crisis también pone de manifiesto los escasos
recursos que existen para favorecer los cuidados en los domicilios, lo que
propicia mayor desprotección en las personas mayores y en quienes las cuidan,
ya sean empleadas o familiares. En total, Cáritas acompañó alrededor de 500 personas mayores en toda la
provincia, un 70% más que el año 2019.
En cuanto al empleo, Cáritas
Diocesana de Huelva ha atendido a 716
personas que han participado en un proceso de inserción laboral, duplicando los
datos de atención del pasado año. En perfil de las personas atendidas ha
sido muy variado: personas provenientes del sector de la hostelería o el
comercio que, debido a la pandemia, se encontraron sin trabajo, estudiantes que
se pusieron a trabajar para ayudar a sus familias o personas pendientes de
cobrar un ERTE.
Recursos invertidos
Cáritas Diocesana de Huelva
invirtió el año pasado un total de 1.949.276 €. Esta cifra es
fruto de la inversión de fuentes públicas, privadas, de donaciones y
legados y por supuesto, de los ingresos de las Cáritas Parroquiales. El
desarrollo de nuestra acción y la inversión que dedicamos no sería posible sin
el factor humano que hace posible que Cáritas esté al lado de quienes más lo
necesitan. Además, este año, con motivo de la pandemia, Cáritas inició la
campaña ‘Cada gesto cuenta’ para
atender las necesidades que se estaban planteando a raíz de la situación de
crisis sanitaria.
Explosión de solidaridad
Fueron
muchas las llamadas que llegaron a Cáritas para ofrecer ayuda y recursos. Cabe
destacar las aportaciones de los 2.962
socios, los 1.209 donantes, las 242 hermandades, y las 94 empresas colaboradoras, así como las
aportaciones directas de la comunidad cristiana onubense a través de campañas,
colectas y acciones puntuales promovidas por la Iglesia de Huelva.
Desde Cáritas queremos poner en valor la generosidad de la ciudadanía
onubense que ha prestado sus servicios, donando sus recursos o articulando
mecanismos desde la más absoluta creatividad para apoyar económicamente nuestra
acción social.
Desde la institución agradecemos cada gesto y animamos a la ciudadanía a
seguir colaborando con aquellos que están pasando por un mal momento debido a
la crisis. Cada persona tiene el poder de cambiar las cosas con pequeños
gestos. Es momento de construir juntos y junto a quien más lo necesita.
Seamos más pueblo
Es el lema de nuestra campaña de Caridad de este año “Ser más pueblo con las manos tendidas”. Este año celebramos el Día de Caridad en medio de un tiempo extraordinario y doloroso en el que necesitamos recrear nuestras relaciones para sostenernos y cuidarnos de una forma nueva. El papa Francisco habla de recuperar la amabilidad en nuestra mirada y en nuestros gestos, en la forma de escuchar y acoger a los demás.