Urge cumplir las condiciones fijadas por el Tribunal Constitucional para los rechazos de frontera en Ceuta y Melilla

Las organizaciones que integran la Red Migrantes con Derechos –Cáritas, Confer, Justicia y Paz, y la Subcomisión Episcopal de Migraciones y Movilidad Humana— llevamos varios años recogiendo testimonios de devoluciones sumarias de un modo sistemático, pidiendo, además, la derogación de la Disposición Final Primera de la Ley Orgánica de protección de la Seguridad Ciudadana.

Estos testimonios relatan las historias de personas que han sufrido rechazos en frontera en la valla de Melilla siendo menores de edad, sin poder acceder al puesto fronterizo de Beni Ezar para pedir asilo con severas heridas físicas.

El Tribunal parece avalar la constitucionalidad de los rechazos en frontera sólo si cumplen tres condiciones: aplicación a las entradas individualizadas, sometimiento pleno y efectivo al control judicial, y que en ellos España cumpla las obligaciones internacionales adquiridas.

En realidad, el TC limita su juicio de constitucionalidad al texto en abstracto de la disposición adicional, reconociendo que será preciso juzgar la legalidad y aun la constitucionalidad de cada actuación administrativa por la que se rechace a una persona en la frontera de Ceuta o de Melilla.

Por ello, McD seguirá observando cómo se producen esos rechazos en frontera y si cumplen esas condiciones fijadas por el Tribunal Constitucional, porque por nuestra experiencia:

• No entendemos en qué consiste la individualización: Sin preguntar, con la asistencia de intérprete y abogado de oficio, acerca de nombre, edad, nacionalidad, circunstancias personales, si necesita protección y no pudo acceder a la oficina de asilo y refugio.

• No vemos posible el pleno control judicial: Sin un mínimo procedimiento, sin una autoridad que se haga responsable de la resolución, o de la decisión al menos.

• Tanto antes como en las actuales circunstancias marcadas por la Covid-19 y con la frontera marroquí cerrada, es imposible acceder a las oficinas de asilo y refugio.

En consecuencia, pedimos al Gobierno que, a la mayor brevedad regule un procedimiento mediante el cual las condiciones fijadas por el Tribunal Constitucional puedan cumplirse garantizando que, tal y como dice el propio Tribunal: “A la persona extranjera que está siendo rechazada mientras se encuentra en los elementos de contención ubicados en territorio español, integrados en el sistema de seguridad fronterizo, le son aplicables las garantías de nuestro ordenamiento jurídico”.

Nos hacemos eco de la invitación lanzada por el Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti a recibir “la llegada de personas diferentes, que proceden de un contexto vital y cultural distinto”, como “un don, porque las historias de los migrantes también son historias de encuentro entre personas y entre culturas: para las comunidades y las sociedades a las que llegan son una oportunidad de enriquecimiento y de desarrollo humano integral de todos” (n. 133).

Desde esta visión de las personas migrantes como hermanos y hermanas que llegan a nuestros países en búsqueda de protección y de unas oportunidades de futuro que ven negadas en sus países de origen, Francisco recuerda que “nuestros esfuerzos ante las personas migrantes que llegan pueden resumirse en cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar” , que nos permitan “recorrer juntos un camino a través de estas cuatro acciones, para construir ciudades y países que, al tiempo que conservan sus respectivas identidades culturales y religiosas, estén abiertos a las diferencias y sepan cómo valorarlas en nombre de la fraternidad humana” (n. 129).

Hacemos, por ello, una llamada a no acostumbrarnos a las situaciones de vulnerabilidad y a no legitimar con nuestra pasividad lo que sucede. La realidad de la inmigración que convive con nosotros en unas condiciones de invisibilidad y de grave vulnerabilidad social, como revela el reciente estudio Un arraigo sobre el alambre realizado conjuntamente por Cáritas y la Universidad Pontificia Comillas, nos obliga a comprender, primero, que la migración es un fenómeno estructural y, segundo, que debemos dar respuesta al reto que nos lanza la gestión de la diversidad.

En el Día Internacional del Migrante, las entidades que formamos McD apostamos por seguir comprometidas en nuestra labor de observación y denuncia de las vulneraciones de los derechos humanos de las personas migrantes que NUNCA debieran entrar en conflicto con una gestión adecuada de las fronteras.

Comercio justo y consumo responsable en Navidad: más necesario que nunca

La invitación que Cáritas lanza en su Campaña de Navidad a estar “más cerca que nunca” se extiende también a nuestros hábitos de consumo en este momento del año, donde se registra uno de los puntos álgidos de ventas.

Apoyo al comercio justo y a las tiendas de barrio

Dentro de esa llamada que Cáritas lanza a realizar “gestos gratuitos que ayuden y mejoren la vida de otras personas hacer la vida más plena y feliz para todos”, se propone también llevar esa opción por la sencillez a nuestros hábitos de consumo en Navidad, con objeto de evitar esa cultura del despilfarro inconsciente, que beneficia mayoritariamente a grandes empresas e intermediarios, y podamos optar por alternativas como el comercio justo y el denominado “comercio de proximidad” que llevan a cabo las tiendas de barrio.

Este es, precisamente, el objetivo de la campaña “Estas navidades, quédate en el barrio y compra lo justo” que ha lanzado la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, a la que pertenece Cáritas, para promover la compra en tiendas de barrio tanto productos de comercio justo como productos locales. Con esta iniciativa se trata de impulsar el pequeño comercio, fuertemente perjudicado por la pandemia.

Son varias las Cáritas Diocesanas integradas en plataformas autonómicas, como la FAS (Federación Aragonesa de Solidaridad) o la Coordinadora Valenciana de ONGD, las que se han sumado también a sendas campañas en esta misma línea.

En esta invitación a apoyar el comercio justo participa también en toda España la Red Interdiocesana de Comercio Justo de Cáritas, integrada por 32 tiendas y 114 puntos de venta en muchas ciudades y pueblos de todo el país, que funcionan, además, como espacios solidarios y puntos de encuentro vecinales.

Un modelo de consumo alternativo

En un año difícil marcado por el impacto de la pandemia, que amenaza con el cierre masivo de pequeñas empresas, el comercio de barrio centra sus esperanzas en las ventas navideñas para salvar el ejercicio anual.

La tendencia generalizada, sin embargo, es la de comprar en las grandes superficies o a través de plataformas online, que se ha disparado hasta más de 75% con relación a la venta física, lo que supone un grave perjuicio al pequeño comercio y a las tiendas de comercio justo, agravado durante la pandemia.

Además, los estímulos para el consumo compulsivo son cada vez más poderosos. Ni siquiera el impacto del coronavirus ha logrado tumbar iniciativas como el “Black Friday”, de reciente implantación en nuestro país, y que supone el disparo de salida hacia las compras de Navidad, marcadas por el despilfarro a veces compulsivo. Y todo ello a costa del pequeño comercio.

Ante este modelo de consumo, Cáritas propone una fórmula alternativa, basada en hacerlo de manera responsable, adquiriendo solo lo que necesitas, informándose de la procedencia de los alimentos y otros productos, y de las condiciones en las que trabajan las personas productoras dentro y fuera nuestro país. Se trata de participar de un comercio que ha garantizado la seguridad, el pago justo, el acompañamiento a los productores y productoras de otros países desfavorecidos durante la crisis de la Cobvid-19, cuando los demás cancelaban sus pedidos, y es apoyar la supervivencia de la economía y la vida de nuestros vecinos, de nuestros propios barrios.

Respuestas de a la nueva realidad

La pandemia obligó a paralizar, desde marzo hasta mayo de este año, la actividad de la Red de Comercio Justo de Cáritas. Tras el confinamiento, en el mes de mayo y coincidiendo con la celebración virtual del Día Mundial del Comercio Justo, comenzó la reapertura gradual de las tiendas y su actividad, aunque con muchas limitaciones a causa de la persistencia del virus.

A punto de terminar un año insólito lleno de sombras, 20 Cáritas Diocesanas de la Red de Comercio Justo, se han reunido para estudiar la situación generada por la pandemia, priorizar necesidades y construir las nuevas líneas de trabajo y retos para 2021. El encuentro ha servido, además, para compartir las respuestas que están articulando muchos proyectos de comercio justo para adaptarse a la nueva realidad.

Cáritas San Sebastián, por ejemplo, ha aprovechado la crisis para mejorar su página web y adaptarlas a las nuevas necesidades o, como el caso de Cáritas Huesca, agilizar la venta online y el reparto a domicilio. Caritas Teruel, por su parte, se ha unido a Mercabarrio, una iniciativa de comercio local de venta online de productos de comercio justo y servicio a domicilio, con resultados muy positivos.

También se han puesto en marcha planes de mejora o cambio de ubicación de tiendas a zonas más comerciales, como es el caso de Cáritas Santander y “La Troballa de Algemesí” de Cáritas Valencia. En pleno Covid-19, Caritas Zamora ha abierto su tienda de comercio justo en el casco histórico y está preparando sus cestas de Navidad personalizadas.

Una grata sorpresa es la de Cáritas Tenerife, que ha vendido más productos durante la pandemia a través de sus eco-cajas, que combinan sus productos ecológicos y los de comercio justo, que lo que factura su tienda “El Surco” en un año normal.

Cáritas Zaragoza, por su parte, ha reactivado su tienda “La Artesa” gracias al impulso recibido de la FAS (Federación Aragonesa de Solidaridad). Y “Romero”, la tienda de comercio justo de Cáritas Albacete, que ha recibido un reconocimiento de la Junta de Castilla-La Mancha, ahora está centrada en su campaña de cestas navideñas para empresas y particulares, con la que tratará de recuperarse económicamente de las pérdidas causadas por la pandemia.

Estas son sólo algunas de las muchas iniciativas que está llevando a cabo dentro de la Red de Cáritas.

Sobran los motivos esta Navidad para optar por un comercio de proximidad y una forma de consumir que garantice la sostenibilidad de los pequeños productores y cooperativas y los empresarios autónomos de nuestros barrios, que promueva el respeto de los derechos humanos y la protección del medioambiente. Un comercio justo que es más necesario que nunca.

Busca aquí tu tienda de Comercio Justo de Cáritas más cercana.

Esta Navidad queremos estar más cerca que nunca

Cáritas lanza su tradicional Campaña de Navidad basada en un claro leit motiv que permita contrarrestar las circunstancias de distancia social y aislamiento que han marcado nuestras relaciones personales y sociales a lo largo de los últimos meses a causa de la Covid.

Con el lema “Esta Navidad, más cerca que nunca”, Cáritas propone vivir una Navidad en una doble dimensión. Por una parte, recuperando la cercanía, no medida en metros, sino en gestos, con quienes más lo necesitan. Y por otra, colaborando económicamente con los fines de Cáritas para romper simbólicamente las distancias y estar más cerca de aquellos que afrontan unas condiciones de precariedad a causa de la pandemia y que desbordan cada día a los recursos de acogida de Cáritas para garantizar sus necesidades básicas.

Esta invitación a la solidaridad económica con las víctimas de las injusticias tiene destinarios reales: las familias sin recursos, las personas mayores que viven solas, quienes no tienen empleo, o los que viven en la calle y no pueden refugiarse en el calor de un hogar. Y también de las personas que afrontan el duelo de la ausencia de quienes esta Navidad no se sentará a la mesa, de las personas que han perdido sus medios de vida a causa de la pandemia o de las personas migrantes que siguen hacinándose en nuestras islas y en las costas sin que lleguen soluciones.

La Campaña de Navidad de Cáritas de este año se enmarca dentro de la misma llamada a la solidaridad con las víctimas de la emergencia social causada por el coronavirus, que se puso en marcha a principios de marzo bajo el lema general “Cada gesto cuenta”.

Una Navidad diferente inspirada en un pesebre

Con esta llamada a “estar más cerca que nunca”, a superar la distancia física y el alejamiento emocional que impone el uso de mascarillas, Cáritas propone vivir, como se señala en los materiales editados dentro de la Campaña, “una Navidad diferente y un estilo de vida radicalmente distinto y revolucionario que tiene su origen en un pesebre”.

“La Navidad –recuerda Cáritas en la campaña— llega de nuevo para sacarnos de nuestros letargos y ensimismamientos, para deslumbrarnos con las luces que brillan en la generosidad de las personas voluntarias, en los gestos que cualquiera podemos hacer para cuidar y acompañar, en el tiempo que regalamos sin prisas y disponible para escuchar, preguntar, mirar a los ojos, y ser capaces de reconocer y agradecer todo lo bueno que recibimos todos los días”.

¿Cómo podemos estar más cerca?

La distancia física que nos exige el cuidar a lo demás y el cuidarnos para frenar la expansión de este virus letal está encapsulando los afectos y las emociones. Cada día el aislamiento se hace más costoso y es fácil ceder ante el desánimo y el no llegar a ver un horizonte cercano y libre de la enfermedad. E imaginar que no vamos a poder encontrarnos con los que queremos de la misma forma que otros años, aún nos parece una ficción.

Ante esta situación, la Campaña de Navidad de Cáritas invita a que cada uno de nosotros seamos una “estrella de Belén que ayude a alumbrar caminos, los de personas que conoces y los de otras que quizás estén más lejos de tu día a día, a ser estrella que con su luz alumbre esperanza a través de gestos generosos y sencillos que faciliten encuentro, diálogo, oportunidad”.

Regalar nuestro mejor gesto esta Navidad

Por eso en medio de esta situación, Cáritas ofrece la oportunidad de intentar no dejar a nadie atrás, de acercarnos y pensar en las personas con las que trabajamos. De invitar a colaborar, a participar, a sumar las buenas intenciones de todas las personas para que se conviertan en acciones, en gestos de solidaridad, de compromiso y de generosidad.

Las realidades son muy diversas: enfermos sin hogar ni familia, migrantes, ex menas que están estudiando,  personas sin hogar que viven y duermen en la calle y necesitan un centro donde poder ducharse, desayunar, cambiarse de ropa o resguardarse del frío, personas que quieren cambiar esa situación de sinhogarismo y necesitan un acompañamiento para recuperar su vida,  familias vulnerables que necesitan apoyo en sus necesidades básicas, ancianos en soledad con pensiones bajas que necesitan apoyo y acompañamiento, menores a los que se leda un apoyo educativo y que necesitan dispositivos tecnológicos para su educación… son algunas de las situaciones que acompaña Cáritas Diocesana de Huelva desde sus diferentes áreas y proyectos como son la Casa de Acogida Santa María, la Casa de acogida Santa Mª de los Milagros, Puertas Abiertas, el Proyecto de menores ‘Educar Para Crecer’, el proyecto de Mayores de la Sierra, el proyecto de Asentamientos, los talleres con mujeres y la atención que se hace desde las Cáritas Parroquiales en nuestra capital y toda la provincia.

Todas estas personas necesitadas, merecen como nunca tenernos “más cerca que nunca”, alguien que les acompañe, que les guíe, que esté a su lado,  y que le anime a superar las dificultades; sin tu colaboración no  podrían salir adelante.

La propuesta concreta en este año tan peculiar y donde las medidas de higiene  son tan necesarias es  dejar de dar ayudas en especie para ofrecer ayudas económicas, donde las personas tengan la libertad de hacer su compra como lo realizamos cualquiera, en las tiendas que decidimos según criterios de proximidad, de abaratamiento, etc., y sin ninguna identificación que estigmatice a las personas.

En concreto puedes “estar más cerca que nunca” realizando alguna  de las siguientes acciones:

  • Realizar un donativo a través de Bizum al código 00566 o bien al número de cuenta ES38 2100 7434 3722 0024 1033.
  • Hacerte socio o donante de Cáritas Diocesana llamando al teléfono 959 245 226.

Un gesto en redes

Otra de las propuestas de Cáritas va a dirigida a dar visibilidad a esos gestos de cercanía a través de las redes sociales.

Para ello, invita a confeccionar una estrella de Belén personalizada y colgar nuestra foto con ella y con este mensaje [Soy (XXX) de la Cáritas Diocesana, parroquial… y este año quiero ser luz para otros… (Añadir el gesto o compromiso personal) porque esta Navidad quiero estar más cerca que nunca. #CadaGestoCuenta] en el perfil personal en todas las redes donde interactuemos. La propuesta es subir esos mensajes en la semana del 21 al 25 de diciembre.

Un voluntariado que tiende la mano y se compromete

El 5 de diciembre celebramos el Día Internacional del Voluntariado, una magnífica ocasión para soñar otro mundo, otro modelo social, otra fraternidad. Soñar como única humanidad. Ese es el gran desafío que tenemos los voluntarios y voluntarias de Cáritas, llamados a cargar con los más débiles y golpeados por esta crisis, porque solo así podremos dar pasos a una sociedad más humana, inclusiva y fraterna.

Hay una serie de rasgos que definen cómo es la opción por el voluntariado dentro de Cáritas: un voluntariado comprometido que cree en el cambio social hacia una sociedad más justa; un voluntariado activo que aporta a la sociedad no sólo desde las tareas realizadas, sino también desde las actitudes expresadas; y un voluntariado capaz de organizarse y participar desde respuestas colectivas antes que individuales.

Además, el modelo de este voluntariado se basa en la coherencia para, desde la acción realizada, impulsar el crecimiento como persona y como cristiano; un voluntariado que plasma, a través de su participación, los valores de la solidaridad, la gratuidad y la igualdad; un voluntariado siempre disponible para la acción y para la formación, superando la barrera de la buena voluntad y promoviendo una acción de calidad; y un voluntariado en proceso, con motivaciones muy diferentes, que se va haciendo día a día por medio de la tarea, la formación y el acompañamiento. Acoger, escuchar, acompañar, servir, transformar son los verbos del voluntariado. Las realidades son muy diversas: enfermos, ancianos, migrantes, personas sin hogar, familias vulnerables… son algunas de las situaciones que acompañan desde el voluntariado en Cáritas Diocesana de Huelva.  

La aportación del voluntariado a la crisis del coronavirus

La situación de pandemia que estamos padeciendo nos está haciendo ver hasta qué punto todos somos frágiles e interdependientes. Tristemente el coronavirus nos está enseñando sus consecuencias: catástrofe humanitaria, crisis sanitaria y económica, crispación social y política, caos organizativo… El aporte a la sociedad que puede hacer el voluntariado pasa por vivir la compasión, ofreciendo cuidados, comprometiéndose como ciudadanos corresponsables y construyendo comunión y fraternidad. En Cáritas reconocemos y agradecemos cuánto aportan las personas voluntarias a nuestra sociedad y a la Iglesia, pues los más pobres encuentran en ellos al pueblo de Dios en primera línea para darles voz, defenderlos y solidarizarse con ellos. Las personas voluntarias son esa Iglesia que sirve y sale de casa para acompañar la vida, sostener la esperanza, tender puentes y romper muros.

Desde las Cáritas Parroquiales las personas voluntarias han continuado la labor de apoyo y acogida desde sus parroquias ya sea en Huelva Ciudad como en los pueblos de toda la provincia. Incluso se han intensificado por la situación de precariedad en la que se han visto muchas familias. Por eso, una vez más, el trabajo voluntario es muy importante para el desarrollo de nuestra labor con aquellos que más lo necesitan.

El voluntariado joven es una parte fundamental de nuestro trabajo, porque ellos son el presente pero también el futuro de nuestra labor. Desde Cáritas Diocesana de Huelva le damos el valor que merece y estamos deseosos de encontrar espacios para la acogida y el acompañamiento de estos voluntarios.

Desde los proyectos el voluntariado no ha cesado su actividad durante la crisis sanitaria, los proyectos no han sido abandonados porque hemos contado con el apoyo de estas personas. Por ello agradecemos la labor que hacen estas personas desde los distintos proyectos, como son la Casa de Acogida Santa María, la Casa de acogida Santa Mª de los Milagros, Puertas Abiertas, Tienda de Cáritas, Proyecto de menores ‘Educar Para Crecer’, proyecto de Mayores de la Sierra, el proyecto de Asentamientos, talleres con mujeres, las personas que conforman la Cáritas Parroquiales en nuestra capital y toda la provincia y nuestra dirección de Cáritas. Muchas gracias por vuestra presencia y compromiso.

Según los datos de la última Memoria, en Cáritas Diocesana de Huelva participan actualmente 757 personas voluntarias que ofrecen desinteresadamente  su tiempo libre, su conocimiento y su buen hacer para hacerse presentes junto a las personas que viven la injusticia de la pobreza.

Si aún no eres voluntario y te interesa formar parte de esta gran familia no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

¡¡Felicidades en el Día Internacional del Voluntariado!!

Cáritas propone esta Navidad «estar más cerca que nunca» de quienes más lo necesitan

Cáritas lanza su tradicional Campaña de Navidad basada en un claro leit motiv que permita contrarrestar las circunstancias de distancia social y aislamiento que han marcado nuestras relaciones personales y sociales a lo largo de los últimos meses a causa de la Covid.

Con el lema “Esta Navidad, más cerca que nunca”, Cáritas propone vivir una Navidad en una doble dimensión. Por una parte, recuperando la cercanía, no medida en metros, sino en gestos, con quienes más lo necesitan. Y por otra, colaborando económicamente con los fines de Cáritas para romper simbólicamente las distancias y estar más cerca de aquellos que afrontan unas condiciones de precariedad a causa de la pandemia y que desbordan cada día a los recursos de acogida de Cáritas para garantizar sus necesidades básicas.

Esta invitación a la solidaridad económica con las víctimas de las injusticias tiene destinarios reales: las familias sin recursos, las personas mayores que viven solas, quienes no tienen empleo, o los que viven en la calle y no pueden refugiarse en el calor de un hogar. Y también de las personas que afrontan el duelo de la ausencia de quienes esta Navidad no se sentará a la mesa, de las personas que han perdido sus medios de vida a causa de la pandemia o de las personas migrantes que siguen hacinándose en nuestras islas y en las costas sin que lleguen soluciones.

La Campaña de Navidad de Cáritas de este año se enmarca dentro de la misma llamada a la solidaridad con las víctimas de la emergencia social causada por el coronavirus, que se puso en marcha a principios de marzo bajo el lema general “Cada gesto cuenta”.

Una Navidad diferente inspirada en un pesebre

Con esta llamada a “estar más cerca que nunca”, a superar la distancia física y el alejamiento emocional que impone el uso de mascarillas, Cáritas propone vivir, como se señala en los materiales editados dentro de la Campaña, “una Navidad diferente y un estilo de vida radicalmente distinto y revolucionario que tiene su origen en un pesebre”.

“La Navidad –recuerda Cáritas en la campaña— llega de nuevo para sacarnos de nuestros letargos y ensimismamientos, para deslumbrarnos con las luces que brillan en la generosidad de las personas voluntarias, en los gestos que cualquiera podemos hacer para cuidar y acompañar, en el tiempo que regalamos sin prisas y disponible para escuchar, preguntar, mirar a los ojos, y ser capaces de reconocer y agradecer todo lo bueno que recibimos todos los días”.

¿Cómo podemos estar más cerca?

La distancia física que nos exige el cuidar a lo demás y el cuidarnos para frenar la expansión de este virus letal está encapsulando los afectos y las emociones. Cada día el aislamiento se hace más costoso y es fácil ceder ante el desánimo y el no llegar a ver un horizonte cercano y libre de la enfermedad. E imaginar que no vamos a poder encontrarnos con los que queremos de la misma forma que otros años, aún nos parece una ficción.

Ante esta situación, la Campaña de Navidad de Cáritas invita a que cada uno de nosotros seamos una “estrella de Belén que ayude a alumbrar caminos, los de personas que conoces y los de otras que quizás estén más lejos de tu día a día, a ser estrella que con su luz alumbre esperanza a través de gestos generosos y sencillos que faciliten encuentro, diálogo, oportunidad”.

Regalar nuestro mejor gesto esta Navidad

Hay gestos concretos que pueden hacer que esta Navidad sea de verdad distinta y contribuyan a tejer red y cercanía, y a convertirse en el mejor regalo para los demás.

Estos son algunos de los gestos que propone la Campaña de Navidad de Cáritas:

– Comparte tus bienes con los que menos tienen. Y dona. La generosidad ensancha el alma.

– Valora y disfruta una Navidad más sencilla y austera donde des valor a lo que verdaderamente te importa.

– Escucha y lee las noticias con mirada larga y amplia, que te permita tomar conciencia de que muchas personas en muchos lugares viven realidades muy distintas a la tuya.

– Consume con corazón y con cabeza. Que el consumo que realices sea responsable y justo, y tenga en cuenta el bienestar de otras personas.

– Agradece y ofrece. Reconocer los dones que recibimos y disfrutamos nos dispone para agradecerlos y compartirlos con los demás.

– Cultiva el encuentro y la amistad, que los demás te sientan cerca. Una conversación, escribir una carta o una tarjeta de Navidad, cocinar para alguien, regalar un dibujo o una manualidad… hay cientos de formas para expresar amor y cercanía.

– Realiza gestos gratuitos que ayuden y mejoren la vida de otras personas, que sirvan para aliviar la soledad y la tristeza, para cuidar y acompañar, para cooperar con otros y hacer la vida más plena y feliz para todos.

– Tómate un tiempo diario para estar en silencio, para orar, meditar o contemplar. Convertir estas prácticas en hábitos nos ayuda a crecer en sensibilidad y a vivir con mayor atención a la realidad.

– Conecta y hermánate con la Naturaleza sin invadirla ni querer conquistarla. Aprender a amarla nos lleva a realizar gestos concretos y cotidianos para cuidarla y preservarla.

Un gesto en redes

Otra de las propuestas de Cáritas va a dirigida a dar visibilidad a esos gestos de cercanía a través de las redes sociales.

Para ello, invita a confeccionar una estrella de Belén personalizada y colgar nuestra foto con ella y con este mensaje [Soy (XXX) de la Cáritas Diocesana, parroquial… y este año quiero ser luz para otros… (añadir el gesto o compromiso personal) porque esta Navidad quiero estar más cerca que nunca. #CadaGestoCuenta] en el perfil personal en todas las redes donde interactuemos. La propuesta es subir esos mensajes en la semana del 21 al 25 de diciembre.