“Tú tienes mucho que ver”: Cáritas invita esta Navidad a ser oportunidad y esperanza para las personas que sufren la guerra y la exclusión social

No son tiempos de paz ni la prosperidad alcanza a todos. Pero nuestra esperanza es cierta: Dios sale a nuestro encuentro esta Navidad para abrazar nuestra humanidad herida. Su cuna se aloja hoy más que nunca en medio de tantas guerras, de mil crisis humanitarias olvidadas y de una desigualdad creciente.

El alto coste de la vida asfixia a tres millones de hogares en España y uno de cada diez trabajadores son pobres, según el informe Ingresos y Gastos: una ecuación que condiciona nuestra calidad de vida. Todas estas realidades nos ponen sobre la pista de que Jesús nace hoy entre los más pobres y vulnerables.

Convencidos de que solo su Amor nos da la posibilidad de perseverar día a día sin perder el impulso de la esperanza, Cáritas lanza su tradicional campaña de Navidad con el lema “Tú tienes mucho que ver”.

A través de esta iniciativa, Cáritas invita a descubrir que todas las personas tenemos mucho que ver en las oportunidades que otras pueden tener. Lo que cada uno hace o deja de hacer, lo que puede aportar puede dar vida, aliviar la soledad, sanar el alma, hacer que otras personas sientan que la vida brota nueva en ellas. Nuestra tarea no consiste solamente en cubrir las necesidades de los otros, sino en descubrir todas las posibilidades de vida nueva que cada persona llevamos dentro.

Esta Navidad tenemos una nueva oportunidad para no dejarnos cegar por las luces de la apariencia y de la superficialidad, de la alegría fácil que no ve más allá de su propia necesidad. Con su campaña, Cáritas invita a todos y a cada uno “a ver la Navidad que no vemos”: la que viven tres millones de hogares en España bajo el umbral de la pobreza severa una vez que consiguen pagar los gastos básicos de la vivienda y los alimentos.

Fuera de nuestras fronteras, también son muchas las crisis y los conflictos que asolan a las personas. Allí están los miles de familias que pasan este invierno en tiendas de campañas en el Alto Altas (Marruecos) tras perder sus casas en el terremoto o de cientos de niños y familias que sufren la devastación de la guerra en Tierra Santa.

A pesar de todo esto, Dios sigue naciendo para humanizarnos y plantar en nosotros el deseo de bondad que hace posible esperar algo nuevo capaz de trastocar y cambiar nuestras sombras en penumbras que dejen espacio a la luz.

Convencidos de que el Amor es el motor que nos impulsa a ponernos en el lugar del otro, Cáritas invita a vivir este tiempo de Adviento y Navidad con una mirada nueva que dialoga y comprende, que se compadece y se llena de ternura, que invita a tejer encuentros y gestos sencillos que aporten alegría, descanso y esperanza a quien lo recibe.

Captación de fondos

La Campaña de Navidad es, junto a la del Día de Caridad (Corpus Christi), una de las dos ocasiones del año en las que Cáritas lanza a toda la sociedad una invitación expresa a la colaboración económica para sostener el trabajo de lucha contra la pobreza que realizan las 70 Cáritas Diocesanas de todo el país.

La colaboración privada es uno de los pilares que permiten a Cáritas desarrollar su misión y ofrecer oportunidades de vida digna a millones de personas en situación de gran vulnerabilidad dentro y fuera de nuestro país.

En el último ejercicio, Cáritas destinó más de 457,2 millones de euros para acompañar a 2,8 millones de personas dentro y fuera de España con problemas crecientes de inseguridad alimentaria, desempleo, vivienda y salud mental. Este importante esfuerzo económico fue posible gracias a la generosidad de miles de socios, donantes y colaboradores privados, que aportaron más de 304,2 millones, lo que supone más del 66 por ciento del total de los recursos invertidos.

La enorme solidaridad de la sociedad española es sin duda un signo de esperanza para todos. Tú tienes mucho que ver. ¡Feliz Navidad!

Cáritas acompañó a 3.700 mujeres víctimas de violencia machista el año pasado

Cáritas lleva muchos años acompañando a mujeres víctimas de todo tipo de violencias. En 2022, nuestra red diocesana acompañó a través de diferentes programas especializados en todo el territorio a un total de 3.700 mujeres en situaciones de violencia machista. De ese total, 626 eran víctimas de violencia de género en el ámbito de la pareja, 10 sufrían otro tipo de violencias, mientras que las 3.064 restantes se encontraban en contextos de prostitución. De ellas, 892 eran víctimas de explotación sexual, mientras que 258 presentaban algún indicio de trata.

Durante los procesos de acompañamiento, Cáritas ha detectado que los tiempos de recuperación son cada vez más largos. Una de las causas de esta situación es las graves dificultades del acceso a la vivienda. “A las graves secuelas en su salud física y mental, se suma la escasez de vivienda social y los precios desorbitados de alquiler, tanto de pisos como habitaciones, hace cada vez más imposible que las mujeres que se encuentran en el circuito de recuperación puedan hacer el salto a una vida libre y autónoma”, explica Noelia de Pablo, responsable del programa de mujer, prostitución y trata de Cáritas Española.

Esta lentitud de los procesos, tiene a su vez incidencia en los proyectos, ya que al ser más difícil la movilidad, hay un colapso del sistema, lo que conlleva una mayor desprotección y acompañamiento.

Según los últimos datos publicados por Cáritas, con motivo del Día de Personas sin Hogar, dos de cada diez personas en situación de sinhogarismo -atendidas en 2022- eran mujeres. “Esta realidad va en aumento año tras año. Es importante que todos tomemos conciencia sobre las experiencias de violencia y abuso físico y emocional que viven en muchas ocasiones estas mujeres tanto en la infancia y/o en la edad adulta con los traumas emocionales asociados que estas heridas causan en ellas y en sus hijos”, indicó Noelia de Pablo.

A través de sus proyectos y programas, la red de Cáritas advierte además sobre las enormes desigualdades y elevada dependencia económica que sufren las mujeres, sobre todo las más mayores. “Estas situaciones se reflejan, por ejemplo, en las pensiones de viudedad y las pensiones no contributivas que afectan en su mayoría a las mujeres en edades más avanzadas, cuestión íntimamente relacionada con la histórica desigualdad en el acceso al empleo y la inexistencia de un sistema de cuidados”, subraya Noelia de Pablo.

Cáritas también detecta situaciones de gran vulnerabilidad entre las mujeres víctimas de violencia machista, sobre todo por la falta de redes de apoyo y de autonomía económica por contar con trabajos precarios y la necesidad de conciliación por el cuidado de menores.

Compromiso social y político

Con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, el próximo, 25 de noviembre, Cáritas se une al llamamiento del Papa Francisco de acabar con la violencia contra la mujer. “Cuánta violencia contra las mujeres. Basta. Herir a una mujer es ultrajar a Dios, que tomó la humanidad de una mujer”, aseguró el Santo Padre durante su homilía en la Solemnidad de la Madre de Dios, el 1 de enero de 2022.

Cáritas además insta a que las Administraciones públicas, responsables políticos, agentes económicos y sociales, la comunidad cristiana y la sociedad en su conjunto tomen conciencia de esta lacra social.

Por ello, en sus propuestas políticas presentadas en junio a los partidos políticos urge la “protección efectiva de las víctimas de violencia machista”. A través de este documento, Cáritas recomienda ampliar el concepto de violencia de género -previsto en la Ley Orgánica 1/2004 de 28 de diciembre- a todas las formas de violencia machista. Además, solicita unificar a nivel estatal los criterios y flexibilizar los procedimientos de acreditación de la condición de víctima para garantizar así el acceso efectivo a derechos de todas las mujeres que sufren violencia machista en cualquier ámbito de su vida con independencia del territorio y de su situación administrativa.

“La normativa estatal contempla un concepto restrictivo de violencia machista lo que limita su ámbito de aplicación y protección. A nivel autonómico, además existe diversidad en relación con el concepto y el proceso de acreditación de la condición de víctima lo que provoca diferencias en función del territorio en el acceso a derechos (vivienda, empleo …), medidas de protección o a prestaciones sociales”, asegura Raquel Benito del equipo de Incidencia Política de Cáritas Española.

Reforzando espacios seguros y de buen trato en la infancia y adolescencia

Como cada año, la celebración del Día Internacional de los Derechos de la Infancia supone una nueva oportunidad para seguir visibilizando y denunciando la situación de vulnerabilidad en la que se encuentran muchos niños y niñas, al mismo tiempo que reclamar medidas urgentes que permitan y garanticen sus derechos más fundamentales. En éste año, desde Cáritas queríamos visibilizar cómo todas las personas nos hemos sentido inseguras en algún momento de nuestras vidas. Sin embargo, hay personas, que sus niveles de inseguridad y miedos son excesivos debido a que han comenzado en etapas tempranas durante sus infancias a partir de experiencias vitales. De tal forma que, han tenido que aprender a normalizar y convivir con la inseguridad.

Centros educativos, como «espacios hostiles»

Durante el desarrollo de unos Mapeos de Riesgo y Protección realizados por los Programas de Infancia y Adolescencia en el que participaron 330 niños, niñas y adolescentes de entre 6 a 17 años de 26 Cáritas diocesanas hemos detectado que, muchas de éstas inseguridades comienzan en uno espacio tan fundamental de nuestra vida como son los colegios e institutos.

Los centros educativos aparecen como lugares hostiles para gran parte de niños y niñas desde la relación con sus iguales. Hay un 51% que valora el Centro Educativo como un sitio seguro, habiendo, por tanto, un 49% que no lo viven de igual manera. De hecho, el 8% de los niños, niñas y adolescentes se sienten a diario con muchos o bastantes nervios para ir al colegio/instituto.

Al preguntarles si sentían que alguien podía dañarles en estos espacios específicamente, 7 de cada 10 niños y niñas respondieron que sienten que podían ser dañados en el colegio o instituto por sus iguales, sus compañeros y compañeras.

Existiendo un 20% de los niños y niñas que reciben burla normalmente por parte de algún otro menor de edad. Es decir, al menos 2 niños o niñas sobre 10 recibe casi a diario insultos o burlas ¿Cómo puede llegar a sentirse de seguro un adulto que, durante su infancia, en el colegio y/o en el instituto, ha recibido insultos prácticamente a diario? De hecho, a un 3% directamente les da miedo salir al patio. Un espacio en donde los adultos deberíamos hacernos presentes, dado que, si los menores de edad no cuentan con referentes de entre sus iguales, al menos deberían poder contar con adultos de referencia que les suponga una fuente de protección ante el riesgo que sienten.

Una situación que se agrava con el cambio del colegio al instituto a unas edades tan tempranas en la que no sienten todavía la suficiente madurez para “enfrentarse” a esta nueva etapa. En general se sienten con mayor nivel de “protección” en el colegio, con menos edad y, con un profesorado que conocen y les conoce mejor que, cuando entran de inicio en el Instituto.  Las sensaciones de los chicos y chicas es que los adultos, el profesorado en concreto, no está contribuyendo como debiera a hacerles sentir protegidos. De hecho, un 24% de los adolescentes nos han reconocido que el profesorado en el instituto son las personas que, lejos de protegerles, son quienes sienten que directamente les puede dañar en algún momento.

Apuesta decidida de Cáritas 

Desde Cáritas, manifestamos nuestra preocupación en torno a cómo los niños, niñas y adolescentes se sienten diariamente con niveles de inseguridad en un entorno tan importante como son los Centros Educativos. Reforzando la idea que ya lanzamos en 2016 con el Informe de la Transmisión Intergeneracional de la Pobreza en donde señalábamos que los centros educativos lamentablemente están generando mayores niveles de desigualdad y, las inseguridades agrandan estas desigualdades.

Desde el Programa de Infancia, Adolescencia, juventud y Familia, reivindicamos que ningún niño y niña se sienta con inseguridad, no sólo en sus Centros Educativos, sino en todas sus dimensiones vitales. Para ello, reclamamos que no pierdan la ilusión, los abrazos, ni el cariño que tanta seguridad nos proporcionan a todos y todas. Algo que tenemos que comenzar educando en el ejemplo desde los adultos para que, los menores de edad no sientan que las inseguridades son parte de sus vidas. Generar Seguridad ante la Inseguridad es un reto y un compromiso por parte de Cáritas.

En palabras de un grupo de adolescentes de Cáritas en la Puebla de Vícar, en Almería: “queremos salir de lo negativo y soñar nuevas posibilidades, y juntos fuimos encontrando desde una realidad de violencia y miedo, y de un entorno tóxico, pasando por el puente que suponen los padres, monitores, maestros, algún amigo de verdad, y también nuestras posturas personales, los esfuerzos, y esperanzas para llegar a conseguir un mar abierto, lleno de espacios seguros, confianza, respeto mutuo, alegría, seguridad y ánimo, para seguir construyéndonos a nosotros mismos sin desanimarnos nunca”.

VII Jornada Mundial de los Pobres: Francisco exhorta a no apartar la mirada de las poblaciones que viven en zonas de guerra

Con motivo de la celebración, el domingo 19 de noviembre, de la VII Jornada Mundial de los Pobres, la Conferencia Episcopal Española (CEE) y Cáritas suman de nuevo sus esfuerzos para movilizar a las comunidades cristianas y a toda la sociedad en los objetivos de esta cita anual convocada por el papa Francisco.

La idea de impulsar esta Jornada surgió el 13 de noviembre de 2016, durante el cierre del Año de la Misericordia y cuando en la Basílica de San Pedro el Santo Padre celebraba el Jubileo dedicado a las personas marginadas. Al finalizar la homilía, y de manera espontánea, Francisco expresó un deseo: «quisiera que hoy fuera la Jornada de los Pobres».

En esta séptima edición, bajo el lema “No apartes tu rostro del pobre”, Francisco exhorta a no apartar la mirada de los que están en dificultad, como las personas que viven en zonas de guerra, los que no llegan a fin de mes, los que son explotados en el trabajo y los jóvenes prisioneros de una cultura que les hace sentirse fracasados. “Todos son nuestros prójimos, necesitamos un compromiso político y legislativo serio y eficaz”, asegura el Santo Padre.

“Los pobres -escribe Francisco- se vuelven imágenes que pueden conmover por algunos instantes, pero cuando se encuentran en carne y hueso por la calle, entonces intervienen el fastidio y la marginación”. Sin embargo, la parábola del buen samaritano, subraya, interpela el presente. “Delegar en otros es fácil; ofrecer dinero para que otros hagan caridad es un gesto generoso; la vocación de todo cristiano es implicarse en primera persona”, recuerda el Pontífice.

Francisco llama la atención sobre las “nuevas formas de pobreza”. De modo particular, subraya, “las poblaciones que viven en zonas de guerra, especialmente en los niños privados de un presente sereno y de un futuro digno”. “Nadie podrá acostumbrarse jamás a esta situación; mantengamos vivo cada intento para que la paz se afirme como don del Señor Resucitado y fruto del compromiso por la justicia y el diálogo”, apunta.

Aumento de los costes de vida

El Papa también se refiere las muchísimas familias que se vuelven aún más indigentes debido a las especulaciones que provocan el aumento de los costes de vida. “Los salarios -añade- se acaban rápidamente, obligando a privaciones que atentan contra la dignidad de las personas. Si en una familia se debe elegir entre la comida para subsistir y las medicinas para recuperar la salud, entonces debe hacerse escuchar la voz del que reclama el derecho de ambos bienes, en nombre de la dignidad de la persona humana”.

La precariedad laboral, los trabajadores pobres, las víctimas de accidentes laborales son también para Francisco serias llamadas de atención sobre el “desorden ético” que marca el mundo del trabajo. En medio de estas dramáticas situaciones de pobreza, el Papa destaca especialmente una: la que afecta a los jóvenes, que viven “engañados por una cultura que los lleva a sentirse “incompletos” y “fracasados”.

Frente a esta realidad, el Papa confía en el desarrollo de «la solidaridad y la subsidiariedad de tantos ciudadanos que creen en el valor del compromiso voluntario de entrega a los pobres. A la par exhorta a “estimular y a hacer presión para que las instituciones públicas cumplan bien su deber”. En un claro llamamiento al compromiso de todos, el Santo Padre pide no quedarse de brazos cruzados, esperando recibir algo «de lo alto». «Quienes viven en condiciones de pobreza también han de ser implicados y acompañados en un proceso de cambio y responsabilidad», escribe Bergoglio.

Como gesto de fraternidad, el Papa exhorta a compartir con las personas en situación de exclusión la mesa de nuestras casas, al tiempo que agradece la constante atención y dedicación que prestan diariamente muchos «vecinos de casa» que no son «superhombres», sino personas capaces de escuchar, dialogar y aconsejar. «La gratitud hacia tantos voluntarios pide hacerse oración para que su testimonio pueda ser fecundo», afirma Francisco.

Con objeto de animar la celebración de esta Jornada, la CEE y Cáritas han preparado diversos materiales, que están disponibles en un espacio digital creado ad hoc, para su utilización por parte de todas las Diócesis, parroquias, comunidades, movimientos, asociaciones e instituciones de la Iglesia.

Esta convocatoria es una nueva oportunidad para reflexionar sobre cómo dar una respuesta adecuada que lleve alivio y paz a tantas personas, dejadas a merced de la incertidumbre y la precariedad. Con ese objetivo, los promotores de la Jornada proponen “contemplar y orar por las personas que están viviendo estas situaciones, y acercar la realidad de otros lugares del mundo, de nuestro barrio o localidad, para pedir en oración no mirar hacia otro lado sino aprender a mirar con ternura y compasión a los que están alrededor”.

La Casa de los Milagros de Cáritas Diocesana de Huelva cumple 10 años

Nota de prensa. Huelva, 15 de noviembre de 2023. La Casa de Acogida Nuestra Señora de los Milagros, proyecto de Cáritas Diocesana de Huelva cumple, este mes de noviembre, diez años siendo un hogar para personas enfermas que, sin recursos ni apoyos sociales o familiares, necesitan un lugar donde llevar a cabo la recuperación personal y el cuidado necesario para sus problemas de salud. Para celebrar esta década, Cáritas Diocesana de Huelva ha querido conmemorar este hecho con todas las personas que han sido parte de esta casa en todos estos años.

En 2013, ante el fallecimiento de una persona sin hogar, que vivía en la calle y que no tenía los cuidados necesarios para su recuperación, Don José Vilaplana, obispo emérito, quiso atender una realidad que, hasta el momento, no tenía respuesta. Y así empezó esta andadura. Diez años más tarde, la Casa de Acogida Nuestra Señora de los Milagros sigue siendo la respuesta a personas que necesitan un lugar digno, confortable y seguro que les ayude a afrontar los procesos de recuperación, un hogar donde sentirse seguro, cuidado y acogido.

Hasta el momento, son 127 personas las que han pasado por la casa. Personas que atravesaban enfermedades oncológicas, traumas u operaciones. También la casa acompaña un aspecto de la vida muy importante: la muerte. Por eso, para 13 personas, esta casa fue el hogar que les acompañó para morir con dignidad. Actualmente el proyecto se encuentra al completo, siendo siete las personas acogidas.

En estos diez años de vida el voluntariado se ha convertido en un punto cardinal del proyecto. Por la casa han pasado muchas personas voluntarias que, día tras día,  han compartido su tiempo saliendo al encuentro del otro que sufre, acompañándolo a las citas médicas, haciendo la comida, enseñando español, estando por las noches, haciendo salidas de ocio y, en definitiva, teniendo un sinfín de experiencias. Desde Cáritas Diocesana de Huelva agradecen a todas estas almas voluntarias su generosa participación y su colaboración para que, a lo largo de estos diez años, muchas personas sin hogar hayan tenido la oportunidad de recuperar la esperanza y una vida en dignidad.

Por otro lado, los socios, los donantes y las hermandades han tenido un papel fundamental, ya que han apoyado económicamente al proyecto durante todos estos años.

“Y lo más importante es que queremos seguir caminando, ofreciendo nuestras manos y nuestro corazón a quienes necesitan aire fresco y alivio en sus vidas. Queremos seguir formando y trabajando para conservar lo que tenemos: un hogar donde todos somos y nos reconocemos como una sola familia”, explican desde Cáritas Diocesana de Huelva.

Cáritas Regional de Andalucía celebra en Málaga el I Encuentro Regional de Voluntariado

Una jornada de hermandad y convivencia que ha servido para reflexionar sobre la labor del voluntariado y su proceder ante las frágiles situaciones sociales y familiares que se producen en la actualidad, así como sobre los retos que esta situación plantea.

Tras las correspondientes palabras de bienvenida de Mariano Pérez de Ayala, presidente de Cáritas Andalucía, y Francisco J. Sánchez, director de Cáritas Diocesana de Málaga, ha intervenido Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas Española, quien ha informado sobre el proceso participativo que se ha puesto en marcha en la entidad para la elaboración de la Estrategia de voluntariado de Caritas en España.

A continuación, disfrutamos de dos momentos muy especiales del encuentro como fueron: el rato de oración ambientada y dirigida por el grupo Ixcis y la posterior conexión vía conferencia con nuestros hermanos y hermanas de Cáritas Tánger, reunidos también en un encuentro donde participaban técnicos de algunas Cáritas andaluzas.

El resto de la mañana se dedicó al dialogo y debate con una mesa redonda, moderada por Ana Medina, Periodista de la Delegación de Medios de la Iglesia de Málaga, en la que hemos contado con la participación de Mons. José Cobo Cano, Cardenal y Arzobispo de Madrid, cuyas palabras siempre comprometidas y alentadoras nos recuerdan que “el centro de la Iglesia siempre serán los pobres” y que “el voluntariado debe enfocar continuamente su mirada a través del Evangelio”. También tuvimos ocasión de conocer la visión que, sobre la labor del voluntariado, tienen tres personas que colaboran muy estrechamente con Cáritas en sus respectivas diócesis: José Ignacio del Rey, voluntario de Cáritas Sevilla; Isabel Gómez, participante de Cáritas Málaga y Almudena Puertas, trabajadora de Cáritas Almería. En sus exposiciones compartieron con los asistentes mensajes donde se hacía mención al compromiso, la justicia, el servicio, los cuidados y la permanencia, todo ello vivido en comunidad.

En la jornada de tarde, Patxi Velasco Fano, dibujante y voluntario de Cáritas en Málaga, nos ayudó con sus dotes de comunicador y dibujante a centrar las conclusiones y retos que nos llevamos de este encuentro.  

El encuentro ha terminado con la celebración de la Eucaristía en la Capilla del Buen Pastor del seminario de Málaga, presidida por el obispo de Málaga, monseñor Jesús Catalá Ibáñez, que animó a los voluntarios de Cáritas a seguir desarrollando su trabajo en favor de los que más lo necesitan.

Para Cáritas Regional de Andalucía este encuentro ha supuesto un momento de celebración, participación, reflexión y de gratitud a tantos hombres y mujeres que en cada uno de los rincones de Andalucía ponen su vida al servicio de los demás. El Presidente de Caritas Regional Mariano Pérez de Ayala subrayó que Cáritas en Andalucía está presente en todos aquellos lugares en que tantas personas y familias sufren a causa de la pobreza, la injusticia o la desigualdad. “Caritas tiene sus puertas abiertas a todos sin excepción. Nos sentimos llamados a ser presencia de la Iglesia en todas las periferias y lugares de sufrimiento, como nos anima el Papa Francisco, para transmitir a nuestra sociedad un mensaje de justicia, esperanza y fraternidad. También en estos momentos de tanta violencia y muerte, ser agentes de reconciliación y constructores de una sociedad en paz”.