Cáritas llama a «poner cara» a las personas sin hogar para visibilizar su realidad y denunciar el modelo económico que los expulsa

Más de 40.000 personas están en situación de sin hogar en España

En 2018 se realizaron 59.671 desahucios en nuestro país

Cáritas. 21 de octubre de 2019.- La mirada fija de Sara, una mujer sin hogar de 41 años, es la que se asoma, junto al lema “Ponle cara”, a los carteles diseñados para la Jornada de Personas Sin Hogar que se celebra el 27 de octubre con el objetivo de impulsar en toda la ciudadanía la toma de conciencia sobre la realidad de exclusión social extrema de estas personas. Una situación que, lejos de remitir, se ha agravado en los últimos años y que tiene sus raíces en un modelo socioeconómico generador de descarte y expulsiones que tiene su mayor impacto en las personas sin hogar.

Al elegir como imagen de la campaña de este año un rostro femenino se quiere destacar cómo el problema del sinhogarismo afecta doblemente a las mujeres, quienes junto a una menor visibilidad en la calle, son mucho más vulnerables a sufrir agresiones y situaciones de violencia.

40.000 personas sin hogar y casi 60.000 desahucios

Me quedé sin trabajo, el banco me desahució y ahora vivo en la calle. Lo peor es que parece que dejas de existir. Llegó un momento en que no me importaba nada”. Estas palabras de Sara ponen voz a la experiencia de desarraigo que viven más de 40.000 personas que siguen estando en situación de sin hogar en todo el territorio español.

A estas se añaden las miles de familias afectadas por alguno de los 59.671 desahucios que se realizaron en 2018 en toda España, un 62,5% de ellos como consecuencia de los lanzamientos derivados de la Ley de Arrendamientos Urbanos y otro 31,7% derivados de ejecuciones hipotecarias.

Esta situación de grave vulnerabilidad a la que está sujeto el derecho a la vivienda en nuestro país viene rubricado también por los datos del VIII Informe FOESSA presentado en junio pasado, donde se apunta a que casi 800.000 hogares y 2,1 millones de personas sufren situaciones de gran precariedad en la vivienda.

Con este preocupante diagnóstico social de fondo, las organizaciones promotoras de la jornada —Cáritas, Faciam (Federación de Asociaciones y Centros de Ayuda a Marginados), XaPSLL (Xarxa d’Atenció a Persones Sense Llar de Barcelona) y besteBI (Plataforma por la Exclusión Residencial y a favor de las Personas Sin Hogar de Bilbao)— urgen a toda la sociedad a “poner cara al sinhogarismo” para tomar conciencia del verdadero alance de esta sangrante realidad social.

Este es el mensaje sobre el que se quiere incidir a través del lema con el que convoca el Día de Personas sin Hogar de este año: “Pon cara al sinhogarismo, ¡di basta! Nadie sin hogar es posible”.

La importancia de la prevención

Además de denunciar y cuestionar el actual modelo socioeconómico que genera tantas situaciones de descarte, y que tiene su mayor impacto en las personas sin hogar, las organizaciones que convocan esta Jornada ponen el foco en la importancia de la prevención como parte de la solución de este problema, tanto a través de propuestas que permitan anticiparse a la pérdida del hogar, como de medidas políticas que garanticen el derecho a la vivienda.

De forma concreta, se reclama la articulación de medidas como:

  1. Prevención de las situaciones de pérdida de vivienda (p.e. mayor protección de los hogares vulnerables en situaciones de desalojo, con una garantía de alojamiento alternativo, etc.).
  2. Protocolos de actuación a la salida de los recursos sociales para estas personas, destinados a prevenir situaciones de mayor exclusión residencial (salidas de centros penitenciarios, altas hospitalarias, etc.).
  3. Sistema de garantía de ingresos mínimos y suficientes, de ámbito estatal, para que toda persona en situación de pobreza tenga derecho a un ingreso mínimo que le facilite afrontar esta situación de precariedad y avanzar en procesos de inclusión.

Como afirma Enrique Domínguez, responsable de Personas Sin Hogar de Cáritas, “partimos de la base de que las situaciones de desigualdad y exclusión no son inevitables, y se pueden combatir desde dentro de la sociedad, poniendo a las personas en el centro”. Para ello, subraya, “es imprescindible entender que hablamos de situaciones que viven personas concretas, con rostro, nombre y apellidos. Debemos mirar al sinhogarismo de frente, visibilizarlo, ponerle cara. Debemos seguir diciendo ¡basta!”.

“Urge reclamar, desde la indignación que nos produce que haya miles de personas y familias sin hogar con sus derechos vulnerados, que exista una apuesta rotunda de la sociedad y las políticas públicas y Administraciones por modificar dichas situaciones”, añade Domínguez.

Una situación que se deteriora

Las dificultades de acceso a una vivienda digna se han agravado en los últimos años. Como señalan las entidades promotoras del Día de Personas Sin Hogar con datos aportados por FOESSA en su último Informe, 10 años después del comienzo de la crisis económica y 4 después de su punto de inflexión en 2013, las personas en situación de exclusión social se han incrementado un 12% más, mientras un 40% en la población que sufre exclusión social severa.

En ese mismo Informe se indica que casi 800.000 hogares y 2,1 millones de personas sufren situaciones de inseguridad en la vivienda.

Al agravamiento de esta situación contribuye el hecho de que la vivienda de alquiler social suponga un instrumento residual en la política de vivienda española. Aunque no se dispone de datos exactos sobre su número, la mayoría de los estudios estiman que el parque social existente a fecha de hoy solo representa entre el 1% y el 2,5% del total de viviendas principales.

Llamada a la acción

Junto a la diagnosis del problema y la denuncia de los efectos que la falta de vivienda supone para vientos de miles de personas en España, dese la Campaña de Personas Sin Hogar se lanza un llamamiento a la acción individual y colectiva para revertir esta realidad. De forma concreta, se hacen estas cuatro propuestas:

  • A toda la ciudadanía, para liberarnos de prejuicios y miedos, y aproximarnos a la realidad del sinhogarismo, sobre todo a las personas que lo sufren, entendiendo su situación como una vulneración de derechos humanos y de dignidad que tiene solución.
  • A las entidades sociales, para que impulsen de espacios de coordinación y trabajo en red, de cara a avanzar en respuestas adecuadas y eficaces a situaciones de prevención del sinhogarismo de las personas con las que trabajamos.
  • A los medios de comunicación, para que lideren una información sensible y no estereotipada de la realidad de las personas en situación de sin hogar, donde se incorpore el discurso y narrativa de las propias personas afectadas por el sinhogarismo.
  • A las Administraciones públicas, para articular sin demoras unas políticas públicas de prevención del sinhogarismo reales, que se anticipen a la pérdida del hogar y que garanticen el acceso a los recursos necesarios para ello, promoviendo la creación de un parque de vivienda pública de alquiler social adecuado y facilitando el acceso a las personas en situación de mayor vulnerabilidad residencial.


«Flashmob» en 40 ciudades españolas

Como cada año, el próximo jueves 24 de octubre, a las 12 de la mañana,
las plazas y ciudades de unas 40 ciudades de toda España acogerán
un flashmob simultáneo, en el que participarán las propias personas sin hogar
y ciudadanos de a pie para recordar que acabar con el sinhogarismo
es posible, imprescindible y urgente. Durante estos actos se procederá
a la lectura de un Manifiesto común redactado por las personas sin hogar. En este caso, en Huelva, lo celebraremos en la Plaza de las Monjas a las 12:00h.

Las entidades sociales solicitan respuestas ante la actual gravedad de los asentamientos chabolistas de la provincia

COMUNICADO

Huelva, 16 de octubre 2019. Todo ser humano tiene derecho a vivir dignamente y a acceder a los derechos que reconocen todas las leyes fundamentales, ya sean internacionales, nacionales o autonómicas. Desde este reconocimiento, todos tenemos derecho a tener un espacio propio, íntimo, donde nadie pueda entrar de forma arbitraria, a poder trasladarnos de lugar y ser acogidos, sin tener que renunciar a nuestra identidad, a compartir, a relacionarnos con nuestros vecinos, compañeros, a estar integrados socialmente. Todos tenemos derecho a la sanidad, la justicia, la vivienda, el trabajo, el ocio, la educación, y a todo aquello que necesitamos para vivir dignamente.

Sin embargo este reconocimiento y el acceso a estos derechos no son los mismos  para todas las personas.

El pasado  lunes  14  de octubre unas 200 personas lo han perdido todo en el que, hasta la fecha, ha sido el mayor incendio ocurrido en los asentamientos de la provincia, unos a manos del fuego y otros a mano de las excavadoras.

Asentamiento de Lepe

Las entidades sociales llevamos años denunciando las graves condiciones de exclusión social que sufren estas personas y de la posibilidad de que hechos como el ocurrido ayer pudiesen pasar, sólo hay que echar la vista atrás para constatar que los incendios en los asentamientos de la provincia rondan la veintena en lo que va de año.

Asentamiento de Lepe.

Ante esta constante y  sangrante  vulneración de derechos humanos pedimos con carácter de urgencia  y según lo establecido en la Observación  General  número 7 del Pacto Internacional de Derechos  Económicos, Sociales y Culturales ratificado  por este Estado,  a la administración  competente, en este caso  el Ayuntamiento de Lepe:

  • El realojo de las personas afectadas por el incendio mientras se le busca o habilita una alternativa habitacional adaptada a su realidad y proceso personal de cada uno de ellos. 
  • Solicitamos una explicación pública de las administraciones responsables y competentes sobre el desalojo forzoso de personas y familias, así como de la demolición con palas excavadoras de sus bienes y enseres, entre ellos, su documentación; habiéndoles impedido recogerlos a pesar de que en principio estaban lejos del foco del incendio, e incluso cuando este ya estaba sofocado y controlado.
  • Una investigación o informe oficial   que aclare las causas reales del incendio.
  • La aplicación de medidas de choque como son la limpieza de las zonas en las que se encuentran los asentamientos, la recogida de basuras, la instalación de contenedores o cubas y el abastecimiento de agua potable en aquellos asentamientos alejados de fuentes o puntos de agua potable.
  • La puesta en marcha de alternativas de alojamiento reales  y adaptadas a la realidad de las  personas temporeras que acuden y trabajan en nuestra provincia. 
Asentamiento de Lepe.

Firman la presente nota las siguientes entidades:

  • Huelva Acoge
  • ASNUCI
  • FECONS
  • Cáritas Diocesana de Huelva
  • APDHA
  • Mujeres en zona de conflicto

Cáritas Diocesana de Huelva comienza la Campaña de Personas Sin Hogar

Este año, octubre es el mes de las personas sin hogar y en Cáritas Diocesana de Huelva comenzamos una serie de actividades que durarán todo el mes, para poner el foco en este problema que afecta a 300 personas en la capital onubense, más de 2.000 si contamos con los distintos asentamientos que atiende Cáritas en la provincia.

Por ello, lanzamos la campaña  de Personas Sin Hogar 2019 «Ponle cara. ¿Y tú, qué dices? Di basta». En ella explicamos que acabar con el sinhogarismo sí es posible. Nuestro objetivo es que toda persona viva con dignidad, en un hogar propio, permanente y en paz, para ello, debemos vivir en una sociedad justa, comprometida, acogedora e inclusiva que pone a las personas en el centro, se compromete con el ejercicio de sus derechos, ve las potencialidades y fortalezas de las personas y no sólo sus carencias, pone en valor a las personas y su dignidad.

Para esta campaña tenemos distintos materiales, entre ellos carteles, dípticos y cuadernillos. Además también adjuntamos un calendario donde podrán ver las distintas actividades que organizamos.

Informe FOESSA en Andalucía: Cáritas advierte que 1,5 millones de andaluces viven en situación de exclusión

Cáritas. 1 de octubre de 2019.- Cáritas Regional de Andalucía ha presentado esta mañana en rueda prensa las conclusiones del VIII Informe FOESSA sobre exclusión y desarrollo social en Andalucía. En ella han intervenido el presidente de la Cáritas Regional, Mariano Pérez de Ayala; el vicepresidente, Rafael López-Sidro; y Raúl Flores, secretario técnico de la Fundación FOESSA de Cáritas Española.

El VIII Informe Foessa es el resultado de una investigación de 4 años en la que se han utilizado fuentes propias, como la encuesta FOESSA 2018, como secundarias (INE, Contabilidad Nacional y CIS, entre otras). La encuesta se ha realizado a nivel estatal en 11.655 hogares, de las que se ha obtenido información de 29.953 personas. Para el caso de Andalucía se han llevado a cabo 667 encuestas (hogares) que arrojan información de 1.810 personas.

Además de la elaboración propia en la que han intervenido numerosos técnicos y miembros de varias universidades, uno de los elementos más importantes de este informe es su forma de aproximarse a la pobreza entendiéndola no sólo como algo material (económico).

En él se mide la exclusión social a través de 35 indicadores que valoran la participación en el empleo, en la capacidad de renta, en el acceso a derechos básicos como son la vivienda, la salud, la educación, participación política, y la ausencia de lazos sociales (la soledad) y las relaciones sociales conflictivas.

Este tipo de abordaje plantea una aproximación a la pobreza mucho más global y sobre todo más fiel a lo que pasa en el día a día de las personas.

1.5 millones de personas en situación de exclusión.

El resultado de la encuesta realizada por Cáritas destaca que dos tercios de la población andaluza han recuperado los niveles previos a la crisis, aunque de distinta forma. Esta sociedad, la integrada, se ha reconfigurado en dos grupos: uno de ellos, la sociedad de oportunidades, en el que se encuentran 5,7 millones de andaluces y no tienen ninguna dificultad para su supervivencia; en el segundo grupo, la sociedad insegura, se ubican un millón de andaluces, y aunque viven en situación de integración, están al filo de la navaja y tienen la certeza de que no se recuperarían si se presentase una nueva crisis.

En el sector de la exclusión social se encuentra el 18,6% de los andaluces, lo que afecta alrededor de un millón y medio de personas. Un sector de la población que tiene algún problema relacionado con la vivienda, la salud, el empleo, o han agotado la red de apoyo que les permitía salir a flote. De estos, cerca de 760.000 personas viven la exclusión de forma severa y de ellos, más de 300.000 acumulan tantos problemas que se podrían considerar descartados por la sociedad.

Esta es la huella principal de una crisis que no recupera los niveles previos a la misma después de la Gran Recesión.

El rostro de la exclusión

Uno de los rasgos que destaca este informe es que la pobreza se hereda. Una persona nacida en un hogar con limitados recursos materiales y pocos ingresos económicos, tienen más posibilidades de quedar instalados en la exclusión. En esta situación, se duplica la posibilidad de no terminar la ESO. Por otro lado, las mujeres sufren determinados factores que dificultan o agravan el riesgo de exclusión. Factores como una mayor dificultad en el acceso a la vivienda o la brecha de ingresos en el empleo o las prestaciones. Así, una mujer tiene que trabajar una hora y media más, dos si es inmigrante, para ganar lo mismo que un hombre.

Aunque existe una gran variedad de perfiles, un hogar en situación de exclusión en Andalucía suele estar sustentado por un hombre, español, de 45 a 64 años, con hijos a su cargo, bajo nivel de estudios y en búsqueda activa de empleo.

Si hablamos de la situación demográfica de la exclusión social, hablamos de un término transversal a los distintos barrios, pueblos o ciudades, encontrando familias en exclusión tanto en barrios degradados, como en barrios en buenas condiciones, llama la atención que el 85% de los hogares en situación de exclusión residen barrios en buenas condiciones.

Sin embargo, es destacable el alto nivel de exclusión que generan los barrios degradados, ya que el 84% de la población de estos núcleos vive la exclusión, casi duplicando la media del conjunto español.

El factor económico, motivo principal de la exclusión en Andalucía

Aunque ha disminuido el desempleo, la desprotección y la precariedad han provocado que hoy las personas con trabajo no estén exentas de la exclusión. La temporalidad y los bajos salarios han creado trabajadores pobres. Esta situación está calando en la sociedad la idea de que el trabajo es más un privilegio que un derecho.

  • El desempleo en Andalucía todavía alcanza al 23% de la población, multiplicando por 1,8 la tasa de paro del año 2007, que se situaba en el 13%.
  • El 12% de las personas que trabajan se encuentran bajo el umbral de la pobreza y el 15% en exclusión social, a pesar de su esfuerzo personal no consiguen unas condiciones de vida mínimas.
  • El 10% convive en hogares donde todas las personas activas sufren el desempleo.

En cuanto a vivienda, resulta preocupante que 226.000 andaluces vivan con la incertidumbre de quedarse sin casa, y que 750.000 personas vivan en la pobreza severa después de pagar gastos de hipotecas, alquileres o suministros como el gas, la luz o el agua.

En lo referente a la salud, las limitaciones económicas dificultan el acceso a los recursos sanitarios básicos que están fuera de la competencia de la sanidad pública. El 7% de la población ha dejado de comprar medicinas, seguir tratamientos o dietas. Esta circunstancia genera una desigualdad que tiene mayor impacto en las personas con discapacidad. Un 33% de estas sufren la exclusión social, el doble que las personas sin discapacidad.

La educación es otro factor destacable relacionado con la exclusión social. Así, los niños de 3 a 15 años no escolarizados, triplican la media estatal. Los mayores sin estudios, por otro lado, la superan.

Cáritas, primer recurso después de acudir a los Servicios Sociales

El gasto en prestaciones sociales en Andalucía es notablemente inferior al del Estado, especialmente en ayudas destinadas a los más vulnerables como las prestaciones de renta mínima cuya cobertura es inferior al 20% de la población en exclusión severa, además de ser una cuantía deficiente para atender a las necesidades básicas de las personas.

A pesar de la insuficiente inversión en políticas sociales, 2,5 de cada 10 personas en situación de exclusión han acudido a los servicios sociales públicos, y 2 de cada 10 personas han acudido a Cáritas, lo que hace que Cáritas sea la primera entidad social de Andalucía a la que acuden las personas vulnerables, después de los servicios sociales públicos.

En definitiva, en el año 2013 Cáritas planteaba que se estaba privatizando el vivir social, y cinco años después, tras este análisis, advierte que “vivimos en una sociedad desvinculada, en la que cada vez es más difícil hacernos cargo de los que se quedan atrás, y por ello necesitamos revincularmos, y la construcción de comunidad tendrá un papel esencial”.

La Casa de Santa María, un lugar de acogida y promoción personal

La Casa de Acogida Santa María de Cáritas Diocesana de Huelva es un recurso residencial de carácter temporal que acoge a personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad o exclusión social y desean plantearse unos objetivos vitales acordes con una vida normalizada y autónoma.

Esta casa proporciona alojamiento y manutención, cubriendo las necesidades básicas de las personas acogidas. Además, favorece la integración social de la persona acogida y su autonomía personal, y favorece acciones que ayudan a la sensibilización social y promoción de las personas que sufren la marginalidad a fin de crear una visión más integradora y humana.

Por otro lado, existe un acuerdo entre la Casa de Acogida Santa María y el Secretariado de Pastoral penitenciaria, un gesto de intervención conjunta en el servicio a los más necesitados y como un signo de encuentro y comunión desde donde se hace posible la orientación, organización y coordinación de la Pastoral Caritativa y Social de nuestra Diócesis de Huelva.

La Casa de Acogida Santa María tiene 2 plazas reservadas para personas que, estando en régimen de segundo grado, puedan disfrutar de permisos penitenciarios. Por ello, la casa acoge brinda un hogar donde poder vivir el tiempo que dure el permiso. Aquí la persona está rodeada de técnicos y voluntarios que llevan a cabo todo tipo de acciones dentro de la Casa: acompañamiento físico en disposición de escucha, clases de apoyo al español, apoyo en las habilidades domésticas, acompañamiento en acciones de ocio y tiempo libre.  Por otra parte La Casa cuenta con 1 plaza reservada para personas que, estando en régimen de tercer grado, pueda disfrutar de permisos penitenciarios o estando en régimen de Libertad Condicional pueda vivir en la Casa mientras termina su condena.

En definitiva, la Casa de Acogida Santa María es un lugar de acogida temporal que fomenta e impulsa a personas que por distintas razones se encuentran en una situación de vulnerabilidad.

Una red viva y dinámica a lo largo y ancho de la provincia

Cáritas Diocesana de Huelva se ha ido conformando en una red viva y dinámica a lo largo y ancho de toda la provincia, de personas voluntarias integradas en Equipos de Cáritas Parroquiales o en los diferentes centros de acogida, con una metodología clara y desde el acompañamiento. Cáritas trabaja en siete espacios, siete coordinadoras que se ubican en zonas como el Andévalo, Huelva Ciudad, la Costa, las Minas, el Condado Oriental, el Condado Occidental y la Sierra.

Estos espacios permiten trabajar a lo largo de todo el curso un trabajo coordinado, con un sentido de comunión, para responder a las realidades de pobreza y vulneración que tienen las personas.

Cada coordinadora está formada por las Cáritas Parroquiales de la zona, que se reúnen mensualmente, se ponen en común las diferentes acciones, las buenas prácticas y sirve para intercambiar ideas.

Estas coordinadoras funcionan con un fondo muy importante, el Fondo de Comunicación Cristiana de Bienes que permite que alguna Cáritas sea financiada en algún proyecto con el apoyo de esta hucha solidaria del arciprestazgo. Un esfuerzo grande de muchas personas que sumados ayudan a superar el asistencialismo en beneficio y protagonismo de las personas y su dignidad.

Al inicio del curso en estas reuniones se programa para todo el año y al finalizar se evalúan las distintas acciones que hemos realizado. Por ello, la coordinadora es un espacio de comunicación, oración, reflexión y formación.

Son numerosas las acciones que en el año se realizan desde Cáritas Diocesana de Huelva en las diferentes zonas de la provincia. Nos formamos, reflexionamos, nos unimos con otros, programamos y evaluamos nutra tarea. La Formación y la animación Comunitaria, son el motor indispensable para responder desde la comunidad Cristiana en clave de compromiso y compartir solidario.

Esperanza y oportunidades para jóvenes recién extutelados

Cáritas Diocesana de Huelva comienza un nuevo proyecto con jóvenes recién extutelados. Este proyecto pretende abordar la realidad de aquellos  jóvenes migrantes que, o bien por haber salido de centros de menores  o  bien de centros de emergencia, tras cumplir la mayoría de edad, se ven abocados a vivir situaciones de exclusión social.

Se trata de un perfil  que cada vez es más frecuente en nuestro trabajo y que nos llega a través de derivaciones de los propios centros de atención, de los asentamientos de inmigrantes de la provincia o de  los recursos destinados a personas sin hogar.

Se trata de chicos que por su edad, por el momento de ciclo vital que están viviendo y por la falta de estrategias de supervivencia en calle, necesitan del apoyo para que la transición a la madurez sea favorecedora.

Uno de los objetivos principales es ofrecer a los menores en acogimiento residencial, apoyo y orientación en su proceso de transición a la vida adulta a nivel personal, social, laboral, económico y doméstico. Además queremos facilitar una vivienda donde poder iniciar un proceso de  inserción a la vida adulta  hacia la vida autónoma. Otro de nuestros objetivos es permitir el establecimiento de procesos de formación e incorporación al mundo laboral y social, a través de los recursos existentes en los distintos organismos y entidades de manera que se prevenga la caída en círculos de exclusión.

Desde Cáritas Diocesana de Huelva esperamos que estos jóvenes sientan que pertenecen a un hogar. Entre todos vamos a trabajar para que en el proceso de su transición de vida adulta, puedan formarse, capacitarse y sentirse apoyados. ¡Comenzamos, sin perder de vista la ilusión!

El proyecto ‘Educar para crecer’ continúa durante el verano

El pasado 12 de junio se cerró el periodo de acompañamiento y apoyo escolar con una merienda familiar en la que además de disfrutar de la tarde de convivencia, tuvimos oportunidad de valorar el trabajo realizado solicitando el feedback de los adultos  y menores asistentes. El balance fue muy positivo y fueron muchas las muestras de agradecimiento, lo cual es muy importante especialmente para motivar y alentar al voluntariado para seguir formando parte de nuestro proyecto.

Fue una tarde muy dulce en la que no solo compartimos pasteles, también recuerdos, anécdotas,  y situaciones vividas en el tiempo que llevamos compartiendo. Cerramos la tarde con un hasta luego ya que en breve darán comienzo las actividades  del campamento urbano.

Será este el cuarto año que se ponga en marcha dicho campamento, ya que las familias con las que trabajamos no pueden tener unas vacaciones repletas de actividades, por lo que los menores pasan la mayor parte de sus vacaciones en casa o por las calles del barrio. Es por ello,  por lo que se ofrece una programación de actividades que tiene como objetivo que los menores puedan disfrutar de su tiempo de vacaciones jugando, experimentando, participando en actividades lúdicas y al mismo tiempo adquiriendo hábitos adecuados y favoreciendo su desarrollo personal y social.

Para este año está previsto desarrollar talleres relacionados con las artes plásticas, la música, el baile y la cocina entre otras tantas actividades como dinámicas, juegos de mesa, manualidades, juegos tradicionales, salidas al parque, a la playa, al cine…

En el desarrollo de cada día, que comienza con el desayuno, vamos de menos a más, es decir de una actividad más pausada y relajada a otras más activas. Se dedica un rato a hacer alguna actividad relacionada con lo académico y a partir de ello cada día se desarrolla una actividad diferente sobre áreas o temáticas distintas.

Los menores que disfrutan de estas actividades son en su gran mayoría los niños y niñas que han formado parte del proyecto a lo largo del curso académico, tienen edades comprendidas entre los 6 y los 14 años, por lo que se trabaja por grupos de edad adaptando las actividades a las características y necesidades de cada uno.

El proyecto «Educar para Crecer» se enmarca dentro del Área de Familia de Cáritas Diocesana de Huelva. Se trata de un proyecto interparroquial (Parroquias de Nuestra Señora de los Dolores, Nuestra Señora del Carmen y Nuestra Señora de Belén) en el que se trabaja con los menores de estas zonas de Huelva, estos menores llegan al proyecto  al ser las familias derivadas desde dichas parroquias, por los centros educativos o por el propio interés de algunas personas que han sabido que se desarrollan estas actividades.

Afrontamos un año más desde la ilusión y el entusiasmo por seguir trabajando, desde la infancia, por limar las desigualdades que establecen las diferencias de oportunidades.

Cáritas Diocesana de Huelva atiende a 14.091 personas en el año 2018

Huelva, 20 de junio de 2019. La directora de Cáritas Diocesana de Huelva, Pilar Vizcaíno junto con la Responsable del Departamento de Comunicación y Relaciones Externas, Peña Monje, han presentado la Memoria General 2018, un documento que recoge la realidad del trabajo de nuestra entidad y que supone una radiografía muy real de la situación de la Diócesis de Huelva contada desde el trabajo diario de los 75 equipos de Cáritas  Parroquiales que existen en la provincia y desde los Servicios Diocesanos.

Cáritas Diocesana de Huelva ha atendido en 2018 a 14.091  personas, lo que supone una reducción de 3.980 personas con respecto a 2017. Este hecho se produce por un importante cambio de la forma de trabajar de Cáritas Diocesana de Huelva, en el que el asistencialismo ha dado paso a un acompañamiento integral de la persona.

Este año, el grado de participación de las Cáritas  Parroquiales en la elaboración de la Memoria de Cáritas 2018 ha llegado al 88% del total, lo que hace ver el esfuerzo que están llevando a cabo los centros parroquiales en un ejercicio de transparencia. Hay que reconocer el trabajo de estos equipos, que hacen un esfuerzo continuo para atender a las personas más necesitadas de Huelva.

Las personas atendidas son aquellas que acuden a Cáritas, son los rostros que vemos y que, potencialmente, podrían formar parte de procesos de acompañamiento y participación. Por otro lado, debemos cuantificar las personas beneficiadas de la labor de Cáritas Diocesana de Huelva, que son aquellas que sin acudir directamente a Cáritas se ven beneficiadas por la acción que recibe algún miembro de la familia. Por último, tenemos en cuenta las atenciones realizadas, que suponen un aumento de las realizadas en 2017, que sumaron 108.166 en total. Esto se debe a que el trabajo con las personas atendidas se realiza de forma integral y a que la cronificación de la pobreza y de la exclusión para muchos colectivos les haga depender de entidades como Cáritas.

Datos Memoria 2018

El perfil básico de la persona que se acerca a Cáritas Diocesana de Huelva y a los centros parroquiales para recibir atención es el de una mujer española, de edad media y con familia a su cargo.

Para todo este trabajo, Cáritas Diocesana de Huelva cuenta con recursos para la Acción Sociocaritativa de la Diócesis, que suman un total de  3.032.627 euros.

Recursos para la Acción Sociocaritativa de la Diócesis

Recalcar que un gran porcentaje de estos recursos provienen de las aportaciones directas de la comunidad cristiana onubense a través de campañas, colectas y acciones puntuales promovidas por la Iglesia de Huelva.

Distribución de nuestros recursos

Además, como actividad a destacar durante el año 2018, Cáritas Diocesana de Huelva ha llevado a cabo un proceso de reflexión ante la realidad que miles de personas están viviendo en los asentamientos. Un dolor y un grito con rostros de personas concretas que viven cotidianamente la vulneración de sus Derechos Humanos. Por ello, Cáritas ha llevado a cabo en este año un análisis integral de las necesidades de las personas afectadas y el derecho al acceso al agua potable se torna como la mayor y más urgente de las prioridades consensuadas.

Una labor importante la desarrollan los voluntarios que participan en Cáritas Diocesana de Huelva, ya sea en la atención en Parroquias o en los distintos centros ubicados en las instalaciones de la calle Doctor Cantero Cuadrado, sin los cuales sería imposible llevar esta labor. En total, 800 voluntarios han participado en nuestra acción en el año 2018. A ello hay que añadir que el 96% de las 830 personas que trabajamos en Cáritas.

Cáritas Diocesana de Huelva y la Fundación Endesa clausuran un curso de montaje de instalaciones eléctricas y aire acondicionado

Huelva, 19 de junio de 2019.- La directora de Cáritas Diocesana de Huelva, Pilar Vizcaíno, y la directora de proyectos de la Fundación Endesa, Gloria Juste, han clausurado en la capital onubense la séptima edición del curso de Montaje de instalaciones eléctricas y aire acondicionado en edificios que organizan conjuntamente ambas instituciones y del que se han beneficiado ya un total de 84 jóvenes, contando los 12 de esta edición.

El curso, que en anteriores ediciones se centraba en las ‘Operaciones auxiliares de montaje de instalaciones electrotécnicas y de telecomunicaciones en edificios’, se ha transformado desde el curso pasado en el ‘Montaje de instalaciones eléctricas y aire acondicionado’, debido a la alta demanda de instaladores de aire acondicionado en la provincia de Huelva en los meses de junio a septiembre.

De hecho, cinco de los alumnos ya han conseguido inserción laboral y otros seis están realizando prácticas –cinco en empresas del sector y el sexto en instalaciones de la propia Cáritas-. Solo uno de los alumnos ha cursado baja del curso por motivos familiares.

Cáritas Diocesana de Huelva y la Fundación Endesa han apostado por esta formación desde el principio ya que la carencia formativa es una de las barreras fundamentales para encontrar un puesto de trabajo. De la situación de pobreza no sólo se sale con aportaciones económicas, sino que hay que dar un salto e invertir en acciones formativas que capaciten a las personas para el trabajo, algo que entiende muy bien la Fundación Endesa que desde hace años viene apoyando procesos formativos en Cáritas Diocesana de Huelva.

La acción formativa ha tenido una duración de cuatro meses, con una parte teórica y otra práctica que alcanza en total las 400 horas. Los 12 alumnos han estudiado temas específicos sobre las instalaciones eléctricas y el montaje de aire acondicionado y también contenidos transversales como la igualdad de género, el medioambiente, las habilidades sociales y las nuevas tecnologías.

En toda España, el convenio suscrito entre Cáritas y la Fundación Endesa ha permitido que 400 jóvenes de diversos lugares de España, donde Endesa tiene un especial arraigo, estudiaran el oficio de electricista. Aquí en Huelva, la colaboración entre ambas entidades ha facilitado la inserción en el mundo laboral o su retorno a la educación reglada tras conseguir el certificado de profesionalidad.

Sobre la Fundación Endesa:

La Fundación Endesa demuestra una clara vocación de desarrollo social a través de sus proyectos educativos, la formación para el empleo, el compromiso con el medioambiente e iniciativas culturales.

Así, impulsa proyectos de carácter educativo a través de iniciativas que transformen e innoven la educación en todos sus niveles y promoviendo la excelencia académica en al ámbito universitario a través de ayudas, becas y cátedras.

Igualmente, desarrolla proyectos de formación para el empleo, con foco en la promoción del talento, dirigido a personas en riesgo de exclusión social, a jóvenes emprendedores con escasos recursos y a profesionales de más de 50 años.

Asimismo, promueve iniciativas de tipo medioambiental vinculadas con la educación en la cultura ecológica y la promoción de la eficiencia energética. Además, otro de los compromisos de la Fundación Endesa es la apuesta por la reducción del impacto medioambiental de zonas industriales.

Por último, la Fundación continúa impulsando la iluminación de los bienes del patrimonio histórico-artístico y de promoción, recuperación y conservación del arte y la cultura.

Más información en: http://www.fundacionendesa.org/