El pasado 12 de junio se cerró el periodo de acompañamiento y apoyo escolar con una merienda familiar en la que además de disfrutar de la tarde de convivencia, tuvimos oportunidad de valorar el trabajo realizado solicitando el feedback de los adultos y menores asistentes. El balance fue muy positivo y fueron muchas las muestras de agradecimiento, lo cual es muy importante especialmente para motivar y alentar al voluntariado para seguir formando parte de nuestro proyecto.
Fue una tarde muy dulce en la que no solo compartimos pasteles, también recuerdos, anécdotas, y situaciones vividas en el tiempo que llevamos compartiendo. Cerramos la tarde con un hasta luego ya que en breve darán comienzo las actividades del campamento urbano.
Será este el cuarto año que se ponga en marcha dicho campamento, ya que las familias con las que trabajamos no pueden tener unas vacaciones repletas de actividades, por lo que los menores pasan la mayor parte de sus vacaciones en casa o por las calles del barrio. Es por ello, por lo que se ofrece una programación de actividades que tiene como objetivo que los menores puedan disfrutar de su tiempo de vacaciones jugando, experimentando, participando en actividades lúdicas y al mismo tiempo adquiriendo hábitos adecuados y favoreciendo su desarrollo personal y social.
Para este año está previsto desarrollar talleres relacionados con las artes plásticas, la música, el baile y la cocina entre otras tantas actividades como dinámicas, juegos de mesa, manualidades, juegos tradicionales, salidas al parque, a la playa, al cine…
En el desarrollo de cada día, que comienza con el desayuno, vamos de menos a más, es decir de una actividad más pausada y relajada a otras más activas. Se dedica un rato a hacer alguna actividad relacionada con lo académico y a partir de ello cada día se desarrolla una actividad diferente sobre áreas o temáticas distintas.
Los menores que disfrutan de estas actividades son en su gran mayoría los niños y niñas que han formado parte del proyecto a lo largo del curso académico, tienen edades comprendidas entre los 6 y los 14 años, por lo que se trabaja por grupos de edad adaptando las actividades a las características y necesidades de cada uno.
El proyecto «Educar para Crecer» se enmarca dentro del Área de Familia de Cáritas Diocesana de Huelva. Se trata de un proyecto interparroquial (Parroquias de Nuestra Señora de los Dolores, Nuestra Señora del Carmen y Nuestra Señora de Belén) en el que se trabaja con los menores de estas zonas de Huelva, estos menores llegan al proyecto al ser las familias derivadas desde dichas parroquias, por los centros educativos o por el propio interés de algunas personas que han sabido que se desarrollan estas actividades.
Afrontamos un año más desde la ilusión y el entusiasmo por seguir trabajando, desde la infancia, por limar las desigualdades que establecen las diferencias de oportunidades.