Cáritas se suma al llamamiento de Cáritas Europa de mejorar el sistema de asilo

Con motivo del Día Mundial del Refugiado, desde Cáritas Diocesana de Huelva nos sumamos al llamamiento de Cáritas Europa de garantizar el acceso a la protección de los refugiados a través de una mejora del sistema de asilo, que sitúe los derechos de las personas en el centro. Esto empieza -según el comunicado de Cáritas Europa- por garantizar vías seguras y regulares de protección y condiciones dignas de integración en la sociedad de acogida.

En todo el mundo, cerca de 110 millones de personas vivieron desplazadas forzosamente en 2022 debido a guerras, violencia y conflictos, o catástrofes naturales. Esta asombrosa cifra incluye a los millones de personas que huyeron de la guerra en Ucrania o que abandonaron Venezuela debido a una combinación de crisis políticas, socioeconómicas y humanitarias o que abandonaron la República Democrática del Congo o fueron desplazados internos en el país debido a ataques de grupos armados. En la UE, sirios y afganos siguieron siendo las dos nacionalidades que más solicitudes de asilo presentaron en 2022.

Huir y dejarlo todo atrás no es a menudo una elección, sino la única opción para un futuro seguro. Por eso no es de extrañar que el lema de la ONU para el Día Mundial del Refugiado de este año sea «Esperanza lejos de casa». Pero llegar a un lugar seguro implica a menudo embarcarse en un viaje peligroso. El trágico naufragio de un barco pesquero abarrotado que zozobró y se hundió frente a Grecia el 14 de junio es el último ejemplo. De haber existido vías seguras y regulares de protección, se podrían haber salvado las vidas de las 79 personas que se ahogaron, y posiblemente de los cientos que aún permanecen desaparecidas. Ya han muerto más de 1.000 personas en 2023 en el mar Mediterráneo.

“No hay tiempo que perder para garantizar vías seguras y regulares, como el reasentamiento y los visados humanitarios, para las personas que buscan protección, y para eliminar las expulsiones y la violencia generalizadas que sufren con demasiada regularidad durante sus viajes”, señala Cáritas Europa en su nota.

Por ello, pide a los gobiernos europeos que preserven el acceso a su territorio y el derecho de asilo. “Lamentablemente, la reforma en curso del sistema de asilo de la UE pretende impedir este acceso, mantener a las personas necesitadas de protección en los países fronterizos mientras se tramitan sus solicitudes de protección e imponer retornos rápidos. Nos preocupa que esto conduzca a una detención generalizada y a campamentos superpoblados en la frontera exterior de la UE, como hemos visto en el pasado con las indignas condiciones de acogida en las islas griegas, como Moria”, apunta la nota.

Los gobiernos europeos -añade- deben respetar sus responsabilidades en virtud del derecho internacional de los refugiados garantizando procedimientos de asilo eficientes y condiciones de acogida dignas. También esperamos que prometan un número ambicioso de plazas de reasentamiento -una herramienta crucial para salvar vidas y llevar a los refugiados a un país donde recibirán protección a largo plazo- y que luego cumplan adecuadamente sus compromisos.

“Instamos a los líderes europeos a preservar el acceso al asilo en Europa y a garantizar vías seguras para las personas que necesitan protección. Ya se han perdido suficientes vidas. Un sistema reforzado de asilo y acogida debe proporcionar protección y apoyo adecuados. Invertir en sociedades acogedoras es clave para construir la `esperanza lejos de casa’ y permitir que los refugiados prosperen en su nuevo hogar”, señala María Nyman, secretaria general de Cáritas Europa.

No hay derecho de asilo sin acceso al procedimiento

Cáritas acompaña a muchas personas que buscan desde hace meses cómo solicitar asilo en nuestro país. Frente a esta realidad, urge dar una solución a la barrera invisible que supone la cita previa en policía para solicitar protección internacional. Esta solución debe ser, además accesible e igual para todas las personas.

“La falta de acceso al procedimiento está dejando desprotegidas y fuera del sistema de acogida a familias con menores, personas jóvenes y sin posibilidad de identificar a aquellas que se encuentran en una situación especialmente vulnerable”, explica María Segurado, del equipo de Incidencia Política de Cáritas Española.

Para Cáritas garantizar el derecho de asilo pasa también por generar un canal seguro y real en la frontera y en los consulados, así como agilizar las extensiones familiares de aquellos que ya han obtenido el estatuto de refugiados y quieren reunir a sus familias en España.

Cáritas es testigo a diario de las múltiples trabas que encuentran los solicitantes de protección internacional y de asilo para contactar con la administración pública. De hecho, entre sus ocho propuestas políticas de cara a las elecciones generales del próximo 23J, solicita a los distintos grupos del arco parlamentario que se garantice el derecho a una buena administración reconociendo el derecho de las personas administradas a elegir el modo de relacionarse con ella, también a través de medios electrónicos, simplificando los trámites y agilizando los procedimientos.

Cáritas presenta ocho propuestas políticas ante las elecciones generales del 23J para construir una sociedad más justa

Con motivo de las próximas elecciones generales del 23 de julio, y tal y como ha venido haciendo en las últimas convocatorias electorales, Cáritas ha presentado a los partidos políticos una batería de propuestas para atajar la situación de vulnerabilidad que viven una de cada cuatro personas en nuestro país, con el objetivo de que sean introducidas en los programas electorales.

Bajo el título “Propuestas de Cáritas ante las elecciones generales 2023”, el documento desarrolla un total de ocho medidas concretas, que ya han comenzado a presentarse a los distintos grupos del arco parlamentario. “El objetivo es contribuir a lograr un marco legislativo que garantice los Derechos Humanos para el conjunto de la sociedad, prestando especial atención a las personas que mayores dificultades tienen para acceder a ellos debido a realidades de pobreza y exclusión”, explica Ana Abril, coordinadora del equipo de Incidencia Política de Cáritas Española.

Prioridades de las personas acompañadas

Esta batería de iniciativas -que se han venido presentando en las últimas convocatorias electorales con un resultado positivo, ya que se han visto reflejadas de alguna manera en la normativa aprobada durante la legislatura- son el resultado de un proceso de consulta que se inició en febrero de 2022 y en el que participaron cerca de 1.000 personas en situación de exclusión acompañadas por Cáritas en todo el territorio.

Divididos en 95 grupos de reflexión, los participantes de diferentes programas de las Cáritas Diocesanas han identificado aquellos derechos que requieren ser garantizados para posibilitar su plena participación en la sociedad. Para completar esa foto fija de la realidad social de nuestro país, Cáritas ha completado el análisis a través de su observatorio de la realidad y de las constataciones de los informes FOESSA.

Cáritas reivindica su papel como agente activo de transformación de la sociedad, tanto a nivel local como global. Una misión que viene refrendada por su importante base social (73.661 voluntarios y más de 2,6 millones de personas participantes en España y en proyectos de cooperación internacional) y su amplia presencia territorial (70 Cáritas Diocesanas y más de 5.400 Cáritas Parroquiales) como organismo cualificado del servicio organizado de la fraternidad de las comunidades cristianas.

“Cáritas presenta estas propuestas legislativas desde la constatación de que, cuando se establecen prioridades políticas, y se desarrolla un proceso que involucra la sociedad y a quienes tienen la competencia de gobernar y legislar, finalmente se aprueban políticas que tienen como eje principal a las personas que más lo necesitan”, subraya Ana Abril.

Ocho propuestas para “una sociedad más justa y fraterna”

Estas son, en síntesis, las ocho propuestas que Cáritas presenta ante la convocatoria electoral del próximo 23J:

1. Garantizar la efectividad de los derechos humanos. Cáritas sugiere la modificación de la Ley de Tratados y otros Acuerdos Internacionales y la creación del Comité de Seguimiento de las Resoluciones de los Órganos Internacionales de Derechos Humanos. Su objetivo es que todas las personas en España tengan garantizados de forma efectiva los derechos contenidos en el artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos.

Este artículo establece el contenido mínimo que un ser humano necesita para tener un nivel de vida adecuado, es decir, acceso a la alimentación, a la vivienda y a sus suministros (energía, agua, internet), al vestido, a la asistencia médica, a los servicios sociales y a seguros (en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudedad o vejez).

“La clave es que en nuestro país haya vías de garantía del cumplimiento de este artículo 25 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, que contiene el soporte que toda persona necesita para poder vivir con dignidad al poder acceder a un nivel de vida adecuado que le asegura salud y bienestar”, explica Sonia Olea, del equipo de Incidencia Política de Cáritas Española.

2. Prevención de la exclusión residencial de personas en situación de vulnerabilidad. Según el informe “Evolución de la cohesión social y Consecuencias de la Covid-19 en España”, presentado a inicios de 2022, una de cada cinco familias en nuestro país sufre exclusión residencial, es decir, que tienen graves dificultades en relación al acceso y al mantenimiento de la vivienda. En el caso de los hogares en pobreza severa, ese porcentaje aumenta hasta el 69%.

De hecho, unas 174.000 familias acompañadas por Cáritas (11,6%) reconocían haber sufrido algún tipo de amenaza de expulsión de su vivienda, según el informe “Un año acumulando crisis. La realidad de las familias acompañadas por Cáritas en enero de 2021″.

Frente a esta situación, Cáritas recomienda la modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil para asegurar que las personas vulnerables no puedan ser desalojadas de su hogar en tanto no se garantice el acceso a una ayuda económica para el mantenimiento de la vivienda o la opción de una vivienda alternativa. Esta propuesta responde a los Dictámenes y Recomendaciones del Comité de Derechos Económicos y Culturales (DESC) de Naciones Unidas.

3. Desarrollar un Plan Integral de Cuidados. Cáritas propone trabajar desde el diálogo y la participación en un plan ambicioso y transversal que suponga un avance en la garantía de los cuidados en todas las etapas de la vida, especialmente de las personas que se encuentran en riesgo o en situación de pobreza.

“La realidad pone de relieve la necesidad de garantizar que todas las personas en las diversas etapas de la vida tengan acceso a los cuidados y de fortalecer los derechos laborales de quienes los prestan. Los cuidados son un reto esencial de nuestra sociedad y deben garantizarse para todas las personas, por ello este plan debe tener en cuenta la realidad de las personas más vulnerables”, explica Ana Abril.

4. Garantizar el derecho a una buena administración. Cáritas recuerda que las administraciones públicas tienen el deber de garantizar el derecho de todas las personas administradas a elegir si se comunican con ellas a través de medios electrónicos o no para el ejercicio de sus derechos y obligaciones.

Según el “Evolución de la cohesión social y consecuencias de la Covid-19 en España”, una de cada tres personas en nuestro país sufren los efectos de la brecha digital. El apagón digital se ceba además con los hogares en situación de exclusión severa (51,2%).  

“Los ciudadanos tienen derecho a relacionarse con las administraciones públicas de forma directa. Sin embargo, una vez terminada las limitaciones impuestas por la pandemia, hemos comprobado que la administración sigue ‘ausente’.  Además, se han multiplicado los procedimientos electrónicos y la exigencia de citas previas. En la práctica la dificultad para hacer un trámite ante la administración pública supone una pérdida de oportunidades o la imposibilidad de acceso a un derecho reconocido como ocurre, por ejemplo, con el Ingreso Mínimo Vital, en muchos casos el único ingreso de una familia”, señala María Segurado, del equipo de Incidencia Política de Cáritas Española.

Frente a esta realidad, Cáritas propone la creación de suficientes puntos de acceso públicos dotados de personal de apoyo y con presencia en todo el territorio, incluidas las zonas rurales, para garantizar que aquellas personas que así lo deseen puedan realizar y ser acompañadas de forma presencial.

5. Desarrollar políticas de empleo resilientes e inclusivas. Cáritas recomienda que el Sistema Nacional de Empleo ataje las deficiencias del mercado de trabajo y las adapte a las nuevas realidades sociales, poniendo el foco en los colectivos de personas con un acceso más complicado al empleo decente. Para ello, Cáritas sugiere que la nueva Agencia Española de Empleo planifique y coordine políticas de empleo que garanticen una empleabilidad adecuada teniendo en cuenta la situación personal y familiar de la persona trabajadora facilitando la conciliación.

Siguiendo esa línea, es necesario que se lleven a cabo programas formativos que estén acompañados de acciones socioeducativas orientadas a desarrollar habilidades y capacidades en la población más vulnerable. “En definitiva, buscamos unas políticas públicas que generen un mercado laboral más resiliente para las personas que sufren una situación de mayor vulneración”, indica Pedro Carceller, del equipo de Incidencia Política de Cáritas Española.

En relación a las trabajadoras del hogar, Cáritas reclama continuar con la equiparación real y completa en materia de derechos laborales y de seguridad social con el resto de trabajadores del régimen general y una diferenciación profesional entre el cuidado de personas y del hogar.

6. Promover una política migratoria que contemple oportunidades más allá del mercado laboral. Cáritas conoce bien las muchas dificultades de las personas migrantes para acceder a nuestro territorio de forma legal y segura ante la falta de vías no vinculadas necesariamente al mercado laboral. Por ello, Cáritas pide revisar las condiciones de acceso regular para garantizar la igualdad de trato de todas las personas extranjeras, así como el acceso a una autorización de residencia que contemple otros requisitos no vinculados necesariamente a contar con contrato de trabajo.

“La reagrupación familiar -por ejemplo- es una vía legal y segura, pero en muchos casos no es posible porque si bien se han flexibilizado los requisitos desde el punto de vista económico, la principal dificultad para las personas migrantes sigue siendo el acceso a la vivienda. Muchos no tienen posibilidades de alquilar porque las condiciones son inalcanzables”, explica María Segurado.

7. Protección efectiva de las víctimas de violencia machista. Cáritas recomienda ampliar el concepto de violencia de género -previsto en la Ley Orgánica- a todas las formas de violencia machista. Además, solicita unificar a nivel estatal los criterios y flexibilizar los procedimientos de acreditación de la condición de víctima para garantizar así el acceso efectivo a derechos de todas las mujeres que sufren violencia machista en cualquier ámbito de su vida con independencia del territorio y de su situación administrativa.

“La normativa estatal contempla un concepto restrictivo de violencia machista lo que limita su ámbito de aplicación y protección. A nivel autonómico, además existe diversidad en relación con el concepto y el proceso de acreditación de la condición de víctima lo que provoca diferencias en función del territorio en el acceso a derechos (vivienda, empleo …), medidas de protección o a prestaciones sociales”, asegura Raquel Benito, del equipo de Incidencia Política de Cáritas Española.

8. Garantizar que la cooperación al desarrollo contribuya al fortalecimiento de la sociedad civil en terceros países. Cáritas considera que nuestro país debe acometer políticas en las que se priorice el fortalecimiento de la sociedad civil en los distintitos estados en los que haya presencia de la cooperación española, con el objetivo de contribuir a la construcción de la paz mediante el desarrollo de las comunidades y fortalecimiento de las instituciones locales.

“Queremos que las políticas de cooperación de España apoyen a la sociedad civil y protejan a los defensores de Derechos Humanos en aquellos países donde hay una enorme represión”, indica Pedro Carceller.

Día Mundial contra el Trabajo Infantil

El12 de junio, Día Mundial contra el Trabajo Infantil, no es desgraciadamente un día para celebrar.  La Organización Internacional del Trabajo (OIT) instituyó este día en 2002 para llamar la atención sobre trágica situación de los millones de niños que trabajan en las peores condiciones que podamos imaginar. La cifra de niños y niñas que viven en situación de pobreza multidimensional aumentó en un 15% durante la pandemia de COVID-19, lo cual supuso un retroceso en los avances que se habían conseguido hasta ese momento en la reducción de la pobreza infantil.

Según Unicef , de los 352 millones de niños y niñas entre 5 y 17 años que trabajan en el mundo, 180 millones (uno de cada 12) lo hace en situaciones de explotación, enfrentándose a las peores formas de trabajo infantil.  El 97% de ellos pertenecen a países en desarrollo. Minería, construcción, maquinaria peligrosa, sustancias tóxicas, explotación sexual, trabajos agrícolas en condiciones extremas, y así hasta más de veinte categorías de trabajos peligrosos en los que sistemáticamente se utiliza a niños y niñas.

Por su parte, la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, de la cual Cáritas es miembro, vuelve a llamar la atención sobre este tema centrando su campaña en el caso del cacao. Bajo el título “La cara amarga del chocolate”, denuncia una vez más cómo en África occidental el trabajo de menores en las fincas de cacao es parte de la vida diaria. En los dos principales países productores, Costa de Marfil y Ghana, 1,5 millones de niños y niñas están trabajando en la producción de cacao, utilizando herramientas peligrosas, expuestos a plaguicidas nocivos, transportando cargas pesadas o utilizando fuego para limpiar la maleza.

El compromiso del Cáritas y el Comercio Justo

Detrás de muchos de los productos que consumimos de manera cotidiana (café, chocolate, azúcar, cereales, artículos textiles de algodón…) hay explotación laboral de niños y niñas. Los consumidores y consumidoras podemos optar por productos de Comercio Justo ya que uno de sus principios esenciales es la ausencia de explotación laboral infantil.

El comercio justo es un sistema comercial que, desde su nacimiento en los años 60 estableció como criterio fundamental que las organizaciones que compran a organizaciones productoras o empresas de Comercio Justo se aseguran de que éstas cumplen con la Convención de la ONU sobre los Derechos del Niño y la legislación nacional y local sobre el empleo de menores, garantizando que ningún menor realice tareas que afecten a su desarrollo físico, mental, social o espiritual, interfieran en su educación, o se desarrollen en condiciones abusivas, peligrosas y nocivas que pongan en peligro su salud o integridad.

Cáritas, junto al resto de organizaciones de Comercio Justo en España, nos unimos en este día para difundir este sistema que garantiza el adecuado desarrollo de la infancia, que además de constituir un Derecho Humano fundamental, es un elemento clave para sentar las bases del desarrollo futuro de las comunidades y del país. Numerosas organizaciones productoras de comercio justo dedican la prima social a proyectos educativos dirigidos a la infancia como becas escolares, ayudas a la escolarización y/o para material escolar, construcción o reforma de escuelas, etc. 

La Red de Comercio Justo de Cáritas contra el trabajo infantil.

La Red de Comercio Justo de Cáritas, presente en 23 localidades en toda España, con 20 tiendas y 45 puntos de venta, ha realizado 432 acciones de sensibilización en 2022 entre las cuales se incluye y se insiste en la denuncia del trabajo infantil.

Los productos de alimentación, cosmética y artesanía que puedes encontrar en sus 20 tiendas y 45 puntos de venta garantizan asimismo la ausencia de trabajo infantil.

Cáritas Diocesana de Huelva presenta su Memoria 2022, un año en el que acompañó a más de 18.700 personas

  • Respecto al año anterior, las personas con las que trabajamos son atendidas un 4% más.
  • Cáritas ha contado con 748 personas voluntarias para acompañar a las personas que más lo necesitaban.

Huelva, 7 de junio de 2023. La directora de Cáritas Diocesana de Huelva, María Macías, junto con el resto del equipo directivo, han presentado la Memoria General 2022, un documento que recoge la realidad del trabajo de la entidad y que supone una radiografía muy real de la situación de la Diócesis de Huelva contada desde el trabajo diario de los 70 equipos de Cáritas  Parroquiales que existen en la provincia y desde los Servicios Diocesanos.

Este año, el grado de participación de las Cáritas  Parroquiales en la elaboración de la Memoria de Cáritas 2022 ha llegado al 95% del total, lo que hace ver el esfuerzo que están llevando a cabo los centros parroquiales en un ejercicio de transparencia.

De izquierda a derecha: Auxiliadora López, Secretaria General, José Antonio Sosa, Delegado Diocesano de Pastoral Social, María Macías, Directora de Cáritas y Juan Pedro Virella, administrador.

Cáritas Diocesana de Huelva ha atendido en 2022 a 9.104 personas. Ellas son aquellas que acuden a Cáritas, son los rostros presentes y que, potencialmente, podrían formar parte de procesos de acompañamiento y participación. Por otro lado, hay que cuantificar a las personas beneficiadas de la labor de Cáritas Diocesana de Huelva, que son aquellas que sin acudir directamente a Cáritas se ven beneficiadas por la acción que recibe algún miembro de la familia, que este año han sido 18.746 personas.

Las atenciones se refieren a cada una de las respuestas que damos a las situaciones de necesidad planteadas por las personas. En total, este año han sumado 187.884. Respecto al año anterior, las personas con las que trabajamos son atendidas un 4% más. Esto se debe a que los procesos de acompañamiento se basan en una atención integral y promocional donde se trabaja de manera cercana con las personas.

El papel del voluntariado y de las Cáritas Parroquiales

Cáritas Diocesana de Huelva no podría llevar a cabo su misión sin el empeño vital y constante de las personas voluntarias. Este año 748 voluntarios y voluntarias han impulsado y hecho posible la acción de acogida, escucha y promoción de aquellas personas a quienes el Papa Francisco denomina víctimas del descarte.

El voluntariado de las Cáritas Parroquiales y de los centros de acogidaconstruye, con su tiempo disponible, cercanía y creatividad, una comunidad que responde a las demandas de las personas que más lo necesitan. Un año más, Cáritas quiere visibilizar la labor de aquellas personas que facilitan la creación de vínculos sociales, que favorecen una aproximación a la realidad, que promueven la acogida y el acompañamiento de aquellas personas que se encuentran en los márgenes de la sociedad.

Al lado de las personas más vulnerables, protegiendo su dignidad y velando por sus derechos

En su intervención diaria, Cáritas Diocesana de Huelva pone el foco de su atención en aquellos colectivos especialmente empobrecidos o que atraviesan diferentes procesos de exclusión. Entre ellos, ha atendido a 912 personas sin hogar a través del Centro de Día Puertas Abiertas y las diferentes casas de acogida. Esta cifra supone un 30% más que el año anterior. Desde el programa de atención en Asentamientos se ha atendido un total de 1.455 personas en los diferentes núcleos de nuestra provincia. Este año, la realidad de las personas sin hogar ha seguido la línea de años anteriores, con especial mención a las dificultades tan severas que tienen las personas para encontrar una vivienda e independizarse una vez que pasan por nuestros recursos. La falta de estabilidad laboral, la fragilidad económica, la imposibilidad de alquilar o los avales tan complicados  que se necesitan, hacen  muy difícil una salida habitacional de calidad.

La situación de las familias onubenses durante el año 2022 ha estado condicionada, en una parte reseñable, por la inflación económica sufrida como consecuencia de la crisis energética y la elevada subida de los precios, lo que ha provocado que muchas familias onubenses durante este año hayan asistido a un deterioro imparable de sus condiciones económicas y hayan visto restringidos cada vez más su acceso a los bienes de primera necesidad, teniendo dificultades con la cesta de la compra, con el pago de los suministros de vivienda y con el pago de alquiler.

En total, Cáritas ha acompañado a 6.256 familias desde la acogida, desde los proyectos de acompañamiento familiar, en procesos de acompañamiento a mujeres, desde los proyectos de infancia y el acompañamiento a mayores. Los acompañamientos que realiza el Área de Familia son a muy largo plazo y en ellos están contempladas acciones de tipo socioeducativo como son los talleres con las familias, actividades con menores o con personas mayores.

En cuanto al empleo, Cáritas Diocesana de Huelva ha atendido a 520 personas que han participado en un proceso de inserción laboral, lo que supone un 8% más respecto al año anterior. Un año más, desde el Área de Empleo se sigue apostando por la formación de las personas para acceder al mercado laboral, realizándose así 7 formaciones que posibilitaron diversas contrataciones. En total, han sido 267 inserciones laborales que aseguran a todas esas personas el cumplimiento de un trabajo en condiciones dignas y donde se respetan los derechos de las personas.

Recursos invertidos

Cáritas Diocesana de Huelva invirtió el año pasado un total de 3.122.560€. Esta cantidad se obtiene gracias a la inversión de subvenciones públicas, privadas, donaciones y, por supuesto, las aportaciones de las Cáritas Parroquiales. El desarrollo de nuestra acción y la inversión de Cáritas no sería posible sin el factor humano que hace posible que la entidad esté al lado de quienes más lo necesitan.

Solidaridad onubense

Cabe destacar las aportaciones de las 2.918 personas socias, los 1.178 donantes, las 242 hermandades, y las 37 empresas colaboradoras, así como las aportaciones directas de la comunidad cristiana onubense a través de campañas, colectas y acciones puntuales promovidas por la Iglesia de Huelva. Por otro lado, hay que señalar la ayuda que Cáritas encuentra en numerosas empresas, no solo en el ámbito económico, también en la esfera laboral, posibilitando un trabajo digno y así favoreciendo la contratación y la inserción laboral de las personas a las que atiende la entidad.

Desde la institución agradecen cada gesto y animan a la ciudadanía a seguir colaborando con aquellos que están pasando por un mal momento. Cada persona tiene el poder de cambiar las cosas con pequeños gestos. Es momento de construir juntos y junto a quien más lo necesita.

Tú tienes mucho que ver

‘Tú tienes mucho que ver. Somos oportunidad, somos esperanza’ es la propuesta de Cáritas para vivir este nuevo curso y celebrar el Día de Caridad, con el propósito de interpelar e invitar a tomar parte en la vida social que compartimos, para abrir nuestra mente y reenfocar la mirada, para ver juntos esa otra realidad del mundo de la que formamos parte: la de muchas personas que no pueden acceder a los mismos derechos, los que viven en desventaja por muchas razones, los que viven en la tristeza, la soledad y la pobreza.

Día de Caridad 2023: «Tienes mucho que ver». Cáritas invita a tomar conciencia de la realidad de pobreza y a actuar

Desde hoy y hasta el próximo domingo, 11 de junio, festividad del Corpus Christi, las Cáritas de toda España celebran como cada año la Semana de Caridad. A lo largo de estos días, cada Cáritas tiene una cita con la transparencia y la rendición de cuentas sobre el trabajo desarrollado a lo largo del año en sus respectivas diócesis y parroquias, que va acompañada de colectas y acciones de captación de recursos, y las celebraciones litúrgicas.

Bajo el lema “Tú tienes mucho que ver. Somos oportunidad. Somos esperanza”, la Confederación Cáritas convoca este año el Día de Caridad con un mensaje que busca ser una invitación “a abrir los ojos”, a dejarse “mirar y tocar por la ternura de Dios” para conseguir “el milagro de contagiar vida y oportunidad”. Con esa llamada, Cáritas propone tomar parte en la vida social para abrir la mente, reenfocar la mirada y ver juntos esa otra realidad del mundo de la que formamos parte: la de tantas personas que no pueden acceder a los mismos derechos, de quienes están en desventaja social y que viven en la tristeza, la soledad y la pobreza.

De ahí el objetivo de la campaña de este año de arrojar luz sobre la verdadera dimensión de esa realidad de los descartados en la que los miles de voluntarios y trabajadores de Cáritas están presentes cada día. Son muchas las personas y familias que se van quedando sin sueños y sin expectativas, que transitan por calles y barrios de forma anónima, aunque cada una de ellas tiene nombre e historia, alma y anhelos.

Estas son algunas de las cifras de esa realidad de descarte y exclusión sobre las que Cáritas pone el foco con motivo del Día de Caridad:

  • 1 de cada 4 personas en España está en situación de exclusión: unos 11 millones de personas.
  • Un 17% de la población tiene un gasto excesivo en vivienda.
  • 1 de cada 3 personas sufren los efectos de la brecha digital.
  • 1 de cada 3 personas en España no tiene ingresos suficientes para vivir dignamente. De estos, un 46% recortan en alimentación, un 63% en suministros y un 56% en Internet y teléfono. Un 7% de la población española no tiene ningún ingreso.

Comunicar esperanza

En medio de una realidad compleja y dolorosa, Cáritas apuesta por “comunicar esperanza desde el amor cristiano que da sentido a nuestra misión, para que todas las personas vean que es la fuerza del amor la que todo lo cambia y lo transforma”. Como se señala en la guía de la campaña de este año, “celebrar el Día de Caridad es participar en el banquete del Reino, comulgar con los valores de Jesús y su estilo de vida, hacernos pan y vino con Él para dar vida en abundancia, entregarla por amor, y hacernos prójimos, hermanos y hermanas cercanas, especialmente, de los que más sufren”.

En palabras de Eva San Martín, coordinadora de la campaña de Caridad de Cáritas, “queremos animar y despertar la solidaridad y la compasión que vive en cada persona para que nos impliquemos, y nos comprometamos con un estilo de vida que transforme nuestro modelo de convivencia, y lo haga más justo, solidario y fraterno”.

Mensaje de los obispos

En su habitual mensaje con motivo del Día de Caridad, los obispos de la Subcomisión Episcopal para la Acción Caritativa y Social subrayan los objetivos de la campaña de Cáritas con una invitación “a todos los cristianos, y de manera especial a cuantos trabajáis en la acción caritativa y social, a abrir los ojos al sufrimiento de nuestros hermanos más pobres, a escuchar sus clamores y a dejarse tocar el corazón para ser oportunidad y esperanza para todos ellos”.

Los miembros de la Subcomisión no ocultan su preocupación por “la situación de las personas y familias afectadas por la crisis”. “Vivimos –afirman— tiempos de crisis acumuladas. Tras la pandemia provocada por el Covid-19, vino la guerra de Ucrania, el aumento de la movilidad humana, la evolución del coste energético y la inflación… Esta situación, tanto en el ámbito local como mundial, ha acrecentado la pobreza y la desigualdad y ha alimentado la desesperanza”.

Alertan, también, sobre los riesgos que suponen “la desvinculación social creciente en nuestro entorno” y “una sociedad fuertemente ideologizada, que lleva a polarizaciones y tensiones en los ámbitos de la economía, de la política, de la cultura, incluso de la religión”.

Ante esta realidad, los obispos subrayan que “la Eucaristía, sacramento del Encuentro, nos capacita para nuevos tipos de relaciones sociales y nos abre al diálogo inclusivo”, y nos da las claves para “ser oportunidad y ser esperanza”.

“Hacer caridad –dice el mensaje— significa tener la valentía de mirar a los ojos. Desde esta clave estamos convencidos de que tú tienes mucho que ver en las oportunidades que otras personas pueden tener. Lo que tú hagas, como tú te sitúes en el mundo y ante los otros, puede abrir puertas, dar vida, aliviar la soledad, sanar el alma, hacer que otros y otras sientan que la vida brota nueva en ellas”. En definitiva, “nuestra tarea no consiste solamente en cubrir las necesidades de los otros, sino en descubrir sus posibilidades para abrir caminos de esperanza”.

Cáritas destina 214.000 euros a un programa de lucha contra la trata de personas en Ucrania

Con la invasión a gran escala de Rusia a Ucrania en febrero de 2022, la violación de derechos humanos ha ido en aumento. Durante el año 2022, la mayoría de los casos documentados de violencia sexual perpetrados por las tropas rusas han tenido lugar en las zonas ocupadas. Distintas fuentes estiman además que más de 100.000 menores han sido trasladados a Rusia de manera forzada con fines de explotación sexual, laboral, tráfico de órganos y alistamiento forzoso.

En los quince meses que dura la invasión, los agentes de Cáritas Ucrania han detectado un aumento de casos de trata tanto en el país como en los países de tránsito, especialmente por motivos de explotación laboral, sexual y para servicio doméstico. Asimismo, se han registrado miles de casos de abusos sexuales a cambio de favores o por pura supervivencia.

“Los supervivientes apenas solicitan ayuda a instituciones oficiales (servicios sociales o policía). Normalmente acuden a organizaciones sociales como Cáritas, ya que tanto el Estado como las autoridades locales no tienen capacidad para hacer frente al problema y ayudar a las víctimas de forma integral. La mayoría de las organizaciones sociales se centran exclusivamente en el campo de la prevención, pero no en proveer servicios de reintegración a los supervivientes”, explica Carmen Gómez de Barreda, responsable de la campaña Cáritas con Ucrania.

Ante esta violación sistemática de los derechos humanos, Cáritas Española ha movilizado 214.000 euros que serán destinados a un programa de lucha contra la trata de personas en Ucrania. Su objetivo es prevenir esta lacra, identificar a las víctimas entre la población más vulnerable y brindarles servicios para su reintegración social.

“El personal de Cáritas conoce cómo identificar a las víctimas de trata. En primer lugar, se atenderá a los desplazados internos, a quienes fueron capturados por los ocupantes, a solicitantes de asilo que han retornado, a migrantes laborales y a personas tradicionalmente vulnerables, como jóvenes, desempleados o personas de zonas rurales alejadas. Una vez registradas estas personas, se diseñará un plan de asistencia y reintegración ad hoc”, explica Carmen Gómez de Barreda.

Los trabajadores sociales y psicólogos trabajarán individualmente con cada persona, evaluando sus necesidades y diseñando un plan de rehabilitación y reintegración. Cada superviviente y familia recibirán además ayuda material, social, psicológica, psicoterapéutica, médica y legal. Para algunas cuestiones concretas, se contratará también el servicio de profesionales especializados.

El programa, que durará dos años, prevé ofrecer ayuda directa y protección a unas 125 personas y sus familias cada año, mientras que otras 150.000 podrán beneficiarse de manera indirecta a través de actividades de prevención, formación y sensibilización.

Cáritas Española está presente en Ucrania desde el año 2010 a través de diversos proyectos de acción social. Desde el inicio de la invasión, ha asignado cinco millones de euros a distintos proyectos para atender la emergencia humanitaria provocada en ese país.

La Red Española contra la Trata de Personas, de la que Cáritas forma parte, urge al Gobierno la aprobación de la ley

La Red Española Contra la Trata de Personas (RECTP), de la que Cáritas Española es entidad colaboradora, considera que estamos ante una oportunidad histórica para garantizar de manera integral la protección de las víctimas de trata y explotación de seres humanos en todas sus formas.

Según datos de 2022 del Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y Crimen Organizado (CITCO) del Ministerio del Interior, tan solo 129 personas fueron identificadas como víctimas de trata con fines de explotación sexual, de las más de 6.600 personas detectadas en situación de riesgo por trata de seres humanos y explotación sexual. Estos datos no reflejan la dimensión real de esta grave violación de derechos humanos. De acuerdo a la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNDOC) se calcula que, por cada víctima de trata identificada, existen 20 más sin identificar. 

Desde los diferentes mecanismos internacionales, en particular, el Grupo de Expertas contra la Trata de Seres Humanos del Consejo de Europa (GRETA), insta a las autoridades españolas, en su informe de evaluación sobre España de 2018, a adoptar un plan integral que aborde todas las formas de trata, cualquiera que fuera la finalidad de explotación perseguida y no sólo la trata con fines de explotación sexual, y a mejorar los procedimientos de identificación y asistencia a las víctimas.

El Plan Normativo Anual 2023, el Plan Operativo para la Protección de los derechos humanos de las mujeres y las niñas víctimas de trata, explotación sexual y mujeres en contextos de prostitución (Plan Camino, 2022-2026), la Estrategia Estatal contra Violencias Machistas (2022-2025), la Estrategia de Desarrollo Sostenible (2030) y el Plan Estratégico Nacional contra la Trata y la Explotación de Seres Humanos (PENTRA, 2021-2023) contemplan la voluntad del Gobierno de poner en marcha una ley orgánica integral contra la trata y explotación de seres humanos que aborde todas las formas de trata y que dé respuesta a las recomendaciones de mecanismos internacionales.

Del mismo modo, la Estrategia de Erradicación de la violencia sobre la infancia y la adolescencia prevé la adopción de reformas legislativas alineadas con la LO 8/2021 que garanticen una aproximación integral a la violencia hacia la infancia y la adolescencia, incluida la trata de niñas, niños y adolescentes.

Sin embargo, a pocos meses de que finalice la legislatura, parece que hay absoluta falta de voluntad política por parte del Ejecutivo de cumplir con este compromiso y con sus obligaciones internacionales. Por ello, pedimos al Gobierno que, en el próximo Consejo de Ministros, que se celebre en el mes de mayo, apruebe el anteproyecto de ley para que pueda iniciar su tramitación parlamentaria y proteja los derechos de todas las víctimas.

Desde la RECTP llevamos más de diez años insistiendo a las autoridades españolas en la necesidad de que el Estado cuente con una ley integral que aborde todas las formas de trata, tipos de explotación y formas de esclavitud. En el mes de diciembre la RECTP hizo aportaciones al anteproyecto de ley en línea con los estándares internacionales durante el trámite de audiencia y también se dirigió a los Ministerios competentes para trasladarles sus preocupaciones y recomendaciones. Desde entonces han pasado ya cinco meses y seguimos esperando su aprobación.

Momento crítico

Las organizaciones de la sociedad civil pedimos al Gobierno que apruebe urgentemente el anteproyecto de ley en el próximo Consejo de Ministros. Estamos en un momento crítico a nivel político con elecciones autonómicas y municipales muy próximas y con España ostentando la Presidencia de la UE a partir del 1 de julio de 2023.

El Gobierno no debe dejar pasar esta oportunidad para que la ley se pueda tramitar de forma urgente en el Parlamento y se apruebe antes de que se produzca la disolución de las Cortes Generales en el último trimestre del año. De no hacerse, lamentablemente España habrá incumplido con su compromiso con las víctimas de trata de seres humanos y también con sus obligaciones internacionales. Solo se trata de voluntad política. ¿A qué espera el Gobierno para hacerlo?

Organizaciones miembro de la RECTP: A21, APRAMP, Askabide, Asociación Amar Dragoste, Asociación Nueva Vida, Asociación Trabe, CEAR, Diaconía, FAPMI, Federación Andalucía Acoge, Federación de Mujeres Progresistas, Fiet Gratia, Fundación Amaranta, Fundación APIP-ACAM, Fundación Cepaim, Fundación Cruz Blanca, Médicos del Mundo, Mujeres en Zona de Conflicto, Oblatas, ONG Rescate, Programa Daniela, Proyecto Esperanza, Themis, Villa Teresita y Womenslinkworldwide; además de las organizaciones colaboradoras de la RECTP: Accem, Amnistía Internacional, Antena Sur contra la Trata, Cáritas, Cruz Roja y Save the Children.

15 de mayo, día del Mundo Rural

Por Nivel Técnico Mixto de Territorio Rural

Si queremos y creemos que es posible mejorar, recuperar, restituir, renombrar, reinventar y poner en el lugar que merece al Mundo Rural, y trabajamos por ello, Dios y la naturaleza empujarán a favor nuestro.

En esta sociedad de consumo donde suele confundirse “lo que vale” con “lo que cuesta” y se considera a la economía de mercado como la madre de toda la actividad humana, queremos reivindicar —al igual que otros grupos y movimientos cristianos— un modelo de desarrollo integral de todos los seres humanos desde la perspectiva del bien común, la construcción de la justicia y el cuidado de la Creación.

Como el Papa Francisco nos lo ha explicado reiteradamente “el dinero se convierte en ídolo y tú le das culto. Y por esto Jesús nos dice: no puedes servir al ídolo dinero y al Dios viviente. O el uno o el otro».
Nosotros, personas que vivimos en el territorio rural, sabemos que, en gran medida, nuestro entorno se está quedando yermo por causa del individualismo y la depredación de los que, en no pocas ocasiones, somos partícipes los propios habitantes de nuestros pueblos.
Necesitamos, por salud comunitaria y justicia social, trabajar unidos en favor de la sostenibilidad de las poblaciones rurales y sus entornos.

Las dinámicas del “usar y tirar” y el “sálvese quien pueda” nos están abocando a la muerte colectiva. Las personas que habitamos en el mundo rural debiéramos tener más protagonismo en la lucha por el desarrollo sostenible de las poblaciones y el cuidado del entorno natural, empujando y animando a la ciudadanía y a los responsables políticos y económicos en todos los niveles sociales, en lugar de delegar en ellos la responsabilidad y los procesos de trabajo.

Como servicio organizado de la caridad en el seno de la Iglesia tenemos, desde Cáritas, una responsabilidad ineludible. Las palabras “amaos unos a otros” siguen siendo, hoy, la única medicina capaz de sacarnos de esta pandemia de desvinculación social, desafección política, desligamiento de la tierra y, en definitiva, de suicidio colectivo.

Este “amaos unos a otros” se ha hecho más grande y se extiende más allá de nuestra comunidad y de nuestra condición de seres humanos: incluye a las personas extranjeras, a las neorurales, a los turistas, a los vecinos de toda la vida y también a los de poblaciones cercanas; pero también abarca al paisaje que nos acoge y acompaña, a la historia y la cultura de aquí y de allí, a los animales y plantas, a la tierra y el agua…

Con la ayuda de Dios, todo es posible. San Isidro lo sabía bien y por eso no lo confiaba todo a sus propias fuerzas, sino que dejaba espacio para la acción del Espíritu Santo, que llega donde nosotros no alcanzamos y lo hace de la mejor manera posible.

El Día Mundial del Comercio Justo invita a la ciudadanía a conocer productos que “le sientan bien a todo el mundo”

Bajo el lema “Le sienta bien a todo al mundo”, Cáritas se unirá a la celebración del Día Mundial del Comercio Justo (13 de mayo). Con esta jornada, las organizaciones de Comercio Justo quieren llamar la atención de los consumidores y consumidoras ante las condiciones abusivas de trabajo, la explotación infantil o la destrucción de bosques que, en muchos casos, se esconden detrás de productos cotidianos como el café, el cacao, el azúcar, el té o la ropa.

En la nota difundida por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo para esta jornada, se recuerda que los productos de Comercio Justo garantizan el respeto a los derechos laborales y humanos, salarios y condiciones dignas, combaten la explotación infantil, apuestan por la igualdad de género y son producidos con técnicas respetuosas con la tierra y el entorno natural. Este modelo comercial, que nació en los años 60, está hoy presente en más de 70 países.

Qué hacemos en Cáritas:

  • A través de su Red de Comercio Justo, en la que participan 24 Cáritas Diocesanas, Cáritas está contribuyendo a la transformación de este modelo injusto de comercio que daña a las personas y el planeta.
  • Durante el año 2022 se han realizado 432 acciones de sensibilización y denuncia de prácticas insostenibles y poco inclusivas, a través de campañas, charlas, actividades formativas y participación en ferias y otros espacios.
  • Contamos con 45 puntos de venta y 21 tiendas repartidos por todo el territorio. (VER MAPA)
  • Las acciones de Comercio Justo desarrolladas por le red, han supuesto una inversión de 635.030€, de los cuales se han recuperado 564.693€ de la facturación por venta de productos (89%).
  • Por último, acompañamos y colaboramos con otros agentes y entidades, de forma nacional e internacional, desde el modelo de cooperación fraterna. Buen ejemplo de esta colaboración son los proyectos apoyados por Cáritas Española en Bangladesh y Tierra Santa.

Puedes ver todas las actividades de la Red de Comercio Justo de Cáritas en la web interactiva http://www.lesientabienatodoelmundo.org/

La celebración del Día Mundial del Comercio Justo está promovida en nuestro país por la Coordinadora Estatal de Comercio Justo (CECJ) de la que Cáritas forma parte.

1 de Mayo: Iglesia por el Trabajo Decente insta a garantizar la salud y seguridad laboral para evitar más muertes en el trabajo

Bajo el lema “Un trabajo decente tiene que ser un trabajo saludable”, la iniciativa de Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) lanza un Manifiesto con motivo del Primero de Mayo en el que pone el foco sobre el drama de la siniestralidad laboral en España y el resto del mundo, una realidad que arroja unas cifras de escándalo. Esta demanda confluye, además, con los objetivos del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, que se celebra hoy.

Según se denuncia en el Manifiesto, en el año 2022 se produjeron en España, de acuerdo a los datos del Ministerio de Trabajo y Economía social, un total de 1.196.425 accidentes laborales, de los cuales 826 resultaron mortales, un 17,2% más que en 2021. Esto supone la muerte de más de dos personas al día. Además, dentro de este cómputo total de accidentes laborales, 3.801 fueron siniestros graves, 631.724 causaron baja laboral y otros 564.701 no produjeron baja laboral. A nivel mundial, se estima que en el año 2020 perdieron la vida 2,7 millones de personas por accidente o enfermedades laborales.

Estos datos sólo muestran una parte de la siniestralidad laboral, dado que las estadísticas no recogen los casos que, como señala el Manifiesto, se producen en el ámbito “de la economía sumergida, de quienes trabajan sin contrato o se les paga en negro, de quienes no se les ha diagnosticado una enfermedad laboral porque no se especifica su origen, o sus patologías no son reconocidas como tales o los profesionales desconocen los procedimientos para calificarla como laboral”.

El trabajo es para la vida

Las entidades que forman la ITD recuerdan que “el trabajo es para la vida” y denuncian que la “lógica economicista de este sistema separa el trabajo de la persona, la despoja de su esencia y capacidad creadora y de su propio SER; construye precariedad, inseguridad y somete al trabajador y la trabajadora a largas jornadas laborales, a altos ritmos de producción y le priva del merecido descanso”. Las secuelas, además de personales y familiares, son también sociales, pues inciden en la convivencia y en las relaciones, lo que lo convierte en un problema político que requiere una respuesta también política.

Con objeto de revertir la situación actual de precariedad laboral que provoca la alta tasa de siniestralidad en el puesto de trabajo, ITD exige a los poderes públicos que velen por el cumplimiento de la legislación laboral, se generen más recursos para que se investiguen los accidentes y muertes en el trabajo y se depuren responsabilidades, se pongan los medios para que no vuelva a suceder, y se facilite los trámites burocráticos a las víctimas y sus familias para que les sea reconocida su situación de siniestralidad.

ITD apuesta por seguir “defendiendo la vida por encima del beneficio, la dignidad de la persona por encima de la productividad y el bien común por encima de los intereses personales, y revertir esta situación de injusticia con nuestro compromiso personal y comunitario desde la cultura del cuidado y la solidaridad”.

Para ello, Iglesia por el Trabajo Decente se compromete en esta Fiesta del Trabajo a impulsar movimientos de solidaridad que defiendan la salud y la seguridad en el trabajo junto a otras personas y colectivos; a potenciar el asociacionismo para reforzar la interlocución con las Administraciones; y a apoyar la labor que realizan los sindicatos para extremar la prevención y exigir el cumplimiento de la normativa laboral.

El Manifiesto concluye con la exhortación del papa Francisco en la Nochebuena del 2021. “En el día de la Vida repitamos: ¡No más muertes en el Trabajo! (…) y esforcémonos por lograrlo (…) Dios viene a colmar de dignidad la dureza del trabajo. Nos recuerda qué importante es dar dignidad al hombre con el trabajo, pero también dar dignidad al trabajo del hombre, porque el hombre es señor y no esclavo del trabajo”.

Modelo del buen samaritano

Esta misma demanda de Francisco es la elegida por los obispos de la Subcomisión para la Acción Caritativa y Social de la Conferencia Episcopal Española en la nota publicada con motivo del Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, donde reclaman el fin de las muertes en el trabajo. En este sentido, ITD valora esta declaración, comparte su orientación que plantea seguir que “el modelo del buen samaritano” para “actuar ante la siniestralidad laboral y para implicarnos y comprometer a otras personas e instituciones” y reconoce la tarea de esta iniciativa en la promoción de la defensa de la vida en el trabajo, “creando conciencia en nuestras comunidades eclesiales, implicándonos en la denuncia de esta injusticia y apoyando las iniciativas y campañas, como la que ya lleva a cabo Iglesia por el Trabajo Decente”.