En Cáritas, pensamos que cada persona tiene algo que aportar y nuestro voluntariado tiene el poder de hacer que las cosas se lleven a cabo, que nuestras acciones se realicen y nuestro trabajo pueda ayudar a las personas que más lo necesitan, apostando por los derechos humanos y su dignidad. Desde los Centros Parroquiales y desde los Proyectos Diocesanos, nuestro voluntariado ha continuado su labor durante la crisis que hemos vivido. Y hasta aquellos que no podían acudir por ser grupo de riesgo o por encontrarse fuera de la ciudad, han aportado toda su fuerza y conocimiento desde la distancia, mostrando su preocupación e interés cada día.
Desde las Cáritas
Parroquiales
Durante la pandemia muchas Cáritas Parroquiales han continuado
la labor de apoyo y acogida, incluso se han intensificado por la situación de
precariedad en la que se han visto muchas familias. En estos momentos, siguen
atendiendo la realidad que acontece en sus pueblos y sus parroquias. En la
primera parte de la etapa fueron apoyados por un grupo de voluntariado joven y
también por protección civil para la entrega de alimentos. Tenemos que recalcar
que en todo momento el voluntariado ha
seguido las medidas de protección que se proponían desde el Gobierno.
En las parroquias de Huelva Ciudad el trabajo se ha
intensificado, las parroquias han tenido que atender a muchas personas más que
se vieron afectadas por esta crisis. Por eso, una vez más, el trabajo voluntario es muy importante para el desarrollo de nuestra
labor con aquellos que más lo necesitan.
Con el Voluntariado
Joven
El grupo de voluntariado joven ha retomado su actividad después
de estos meses. Sigue apoyando las diferentes actividades de Caritas Diocesana
de Huelva, en este caso ayuda a las Cáritas Parroquiales en las necesidades
alimentarias de las personas atendidas. En una de las últimas actividades que
realizaron dentro de su voluntariado, prepararon bolsas de alimentos, pero
sin olvidarse de la parte más promocional del trabajo con las personas, ya
que la alimentación iba acompañada por varias recetas que pudieran hacer con
los ingredientes que se daban, por ejemplo, explicaron cómo hacer humus, potajes
y ensaladas con garbanzos.
En los Proyectos
Diocesanos
La Casa de Acogida Santa María, la Casa Santa María de los
Milagros y el Centro de Día Puertas Abiertas, no han cesado su actividad
durante la crisis y siempre han estado apoyados por voluntarios comprometidos
que no se han desvinculado de los proyectos, siempre, como decimos, respetando
todas las medidas de seguridad. Desde el fin del estado de alarma, aquellos
voluntarios y voluntarios que cesaron su actividad por la situación tan difícil
que atravesábamos, han ido poco a poco retomando
su labor para acompañar al proyecto. Muchas de estas personas nos dicen que
estaban deseando reincorporarse para seguir trabajando con las personas.
Muchas gracias a todos, por estar y seguir creyendo en la
labor que hacemos por aquellos que más lo necesitan. Sin vosotros, sin vuestro
esfuerzo, no podríamos cubrir todas las realidades de necesidad que en estos
momentos estamos atravesando.
Huelva, 25 de junio de 2020. La directora de Cáritas Diocesana de Huelva, Pilar
Vizcaíno junto con la Responsable del
Departamento de Comunicación y Relaciones Externas, Peña Monje,
han presentado la Memoria General 2019, un
documento que recoge la realidad del trabajo de nuestra entidad y que supone
una radiografía muy real de la situación de la Diócesis de Huelva contada desde
el trabajo diario de los 75 equipos de Cáritas
Parroquiales que existen en la provincia y desde los Servicios
Diocesanos.
Cáritas
Diocesana de Huelva ha
atendido en 2019 a 11.077 personas,
lo que supone una reducción de 3.014
personas con respecto a 2018. Este hecho se produce por la tendencia de
estos últimos años, donde ha habido un repunte en la economía, más acceso al
empleo y menos personas que tienen la necesidad de acudir a Cáritas.
Este
año, el grado de participación de las Cáritas
Parroquiales en la elaboración de la Memoria de Cáritas 2019
ha llegado al 88% del total, lo que
hace ver el esfuerzo que están llevando
a cabo los centros parroquiales en un ejercicio de transparencia. Hay que
reconocer el trabajo de estos equipos, que hacen un esfuerzo continuo para
atender a las personas más necesitadas de Huelva.
Las
personas atendidas son aquellas que
acuden a Cáritas, son los rostros que vemos y que, potencialmente, podrían
formar parte de procesos de acompañamiento y participación. Por otro lado,
debemos cuantificar las personas
beneficiadas de la labor de Cáritas Diocesana de Huelva, que son aquellas
que sin acudir directamente a Cáritas se ven beneficiadas por la acción que
recibe algún miembro de la familia. Por último, tenemos en cuenta las atenciones realizadas que sumaron 124.805 en total, esto supone una
subida de un 2% con respecto a la del
pasado año. Esto se debe a que el trabajo con las personas atendidas se
realiza de forma integral, acompañando las necesidades de manera específica
desde nuestro modelo de acción social.
El marco social en el que Cáritas Diocesana de Huelva ha desarrollado su acción durante el año
pasado ha venido marcado por una notable precariedad en muchas de las
familias a las que atendemos y también una profundización en un modelo
laboral basado en la escasez de recursos económicos de las familias y la falta de formación.
Con este escenario, Cáritas Diocesana de Huelva ha realizado su acción durante el pasado
año priorizando el acompañamiento a las
personas más vulnerables, proporcionando recursos para ayudarles a salir de su
situación o paliar la gravedad de la misma, adaptándolos a sus necesidades
y siguiendo con un modelo de trabajo centrado en el acompañamiento. Ya que las ayudas que Cáritas da no se basan
solo en la alimentación, es un abanico amplio, que va desde los gastos en farmacia, ópticas, dentistas,
electricidad, electrodomésticos, suministros, ayudas para el pago de los
alquileres. En definitiva, llegando a esos gastos imprevistos que las
familias no pueden asumir.
Detectamos dos perfiles importantes. Por un lado
personas solicitantes de asilo, sin ingresos, en su mayoría con
formación pero sin homologar y con familias a su cargo. Por otro lado, son personas nacionales, en su mayoría mujeres
con hijos a su cargo, mayores de 45 años, o jóvenes con carencias educativas,
escasa experiencia laboral, falta de formación y, en gran medida, con cargas
familiares.
Atención especializada para la promoción
y el desarrollo de las personas
Esta es la línea de trabajo que desarrolla Cáritas Diocesana de Huelva con
el fin de favorecer la inclusión a las personas atendiendo las necesidades
específicas del colectivo al que pertenecen. Así, Cáritas Diocesana de Huelva pone
en valor cifras como las 125 personas, de los 311 participantes del
Programa de Empleo, que encontraron trabajo el pasado año, la atención
a 767 personas sin hogar a través del Centro de Día Puertas Abiertas y
las Casas de Acogida, Santa María y Santa María de los Milagros; 1023 personas y familias acompañadas en
proyectos de infancia, acompañamiento familiar y mayores y 993 migrantes en el Programa de Atención en
Asentamientos.
Más de dos millones invertidos en personas
Cáritas Diocesana de Huelva invirtió el año pasado un total de 2.473.102
€. Esta cifra es fruto de la
inversión de fuentes públicas, privadas, de donaciones y legados y por
supuesto, de los ingresos de las Cáritas Parroquiales. El desarrollo de
nuestra acción y la inversión que dedicamos no sería posible sin el factor
humano que hace posible que Cáritas esté al lado de quienes más lo necesitan.
Recalcar
que un gran porcentaje de estos recursos provienen de las aportaciones directas
de la comunidad cristiana onubense a
través de campañas, colectas y acciones puntuales promovidas por la Iglesia de
Huelva.
Una labor importante la desarrollan los voluntarios que participan en Cáritas Diocesana de Huelva, ya sea en la atención en Parroquias o en los distintos centros ubicados en las instalaciones de la calle Doctor Cantero Cuadrado, sin los cuales sería imposible llevar esta labor. En total, 757 voluntarios han participado en nuestra acción en el año 2019. También queremos agradecer la colaboración de 46 empresas en 2019, que han permitido, de una u otra manera, facilitar recursos muy necesarios a muchas familias y las donaciones y el apoyo de 242 hermandades.
El poder de cada persona, cada gesto
cuenta
Es el lema de nuestra campaña de Caridad de este año “El poder de cada
persona, cada gesto cuenta” que titula la memoria que hoy presentamos
también por este motivo.
Con este mensaje queremos poner en valor la generosidad de miles de ciudadanos
que han prestado sus servicios, donado sus recursos o articulado mecanismos
desde la más absoluta creatividad para apoyar económicamente nuestra acción
social.
Desde la institución agradecemos cada gesto y animamos a la ciudadanía a
seguir colaborando con aquellos que están pasando por un mal momento debido a
la crisis. Como reza nuestro lema entorno al día de la Caridad, cada persona
tiene el poder de cambiar las cosas con pequeños gestos. Es momento de
construir juntos y junto a quien más lo necesita.
La organización agraria y la
institución promocional han rubricado un convenio marco destinado a conectar
con mayor fluidez a empresas del sector agroforestal que necesiten personal con
personas desempleadas
A la alta tasa de desempleo que habitualmente presenta la provincia de Huelva se ha sumado en los últimos meses la crisis del Covid-19, que ha ocasionado que aún más personas pierdan sus puestos de trabajo. Muchas de estas personas forman parte de colectivos especialmente vulnerables, con serias dificultades para encontrar empleo: se trata de mujeres, personas mayores de 45 años, migrantes o jóvenes, a los que Cáritas Diocesana de Huelva atiende habitualmente.
Paradójicamente, el sector
agroforestal onubense se topa a menudo con serias dificultades para encontrar
trabajadores para su contratación en empresas agrícolas, ganaderas o forestales,
lo que afecta muy seriamente a su buen funcionamiento y genera, en situaciones
muy críticas, incluso el abandono de hectáreas de cultivo.
Por estos motivos, y con la
intención de crear las sinergias necesarias que favorezcan la resolución de
ambas problemáticas, Asaja-Huelva y Cáritas Diocesana de Huelva han firmado un
convenio marco de colaboración que servirá para poner en marcha acciones
concretas encaminadas a cumplir los objetivos de ambas entidades, pero sobre
todo, tanto la organización agraria como la institución promocional se han
comprometido a entablar líneas de comunicación directa y a diseñar mecanismos
que permitan el intercambio de información sobre la oferta y la demanda
existentes en el mercado de trabajo de la provincia de Huelva.
De este modo, Asaja-Huelva podrá
tener acceso a las distintas bolsas de trabajo de las que tenga conocimiento
Cáritas, y, al contrario, Cáritas será informada de las ofertas de trabajo que
realicen las empresas asociadas a Asaja-Huelva.
Con este acuerdo, al que se ha
llegado tras una experiencia previa mantenida este año en la que se ha podido
comprobar la fluidez y el buen entendimiento de ambas entidades, se procurará
aliviar la situación de personas desempleadas y de sus familias, contribuyendo
a su inserción sociolaboral y a su crecimiento personal y la mejora de su
proyección de futuro.
Tanto el presidente de
Asaja-Huelva, José Luis García-Palacios Álvarez como la directora de
Cáritas-Huelva, Pilar Vizcaíno Macías, han querido mostrar su satisfacción por
la firma del acuerdo y su confianza en que redundará en bienestar para todas
las partes.
Ahora tienes el poder, la posibilidad y la oportunidad de mejorar el mundo y la vida de las personas que más sufren. Es el momento de sumar gestos, los tuyos y los nuestros, gestos de solidaridad, de fraternidad y de justicia. Es la hora del compromiso compartido, de tejer comunidades de esperanza que sean fuente de ternura y caridad, de amor gratuito y transformador.
Te invitamos a que participes en el cambio y te hagas activista de la caridad, que tomes partido y te comprometas a realizar gestos sencillos que reflejen tu amor y cuidado por la vida, la naturaleza y las personas que viven situaciones de fragilidad.
Vive con conciencia solidaria y humana, de forma proactiva, al estilo de Jesús: tomando partido por los más vulnerables.
Hoy celebramos el Día
Mundial del Medio Ambiente. Las organizaciones católicas de ENLÁZATE POR LA JUSTICIA, entre
ellas Cáritas, presentan su último INFORME y culminan el ciclo “Conecta Pobreza”
con el que desde hace más de un año analizan en profundidad cómo afecta al
planeta y a las personas nuestros hábitos de consumo y estilos de vida como son
el agua, los alimentos, los teléfonos móviles, y los transportes y la energía y
que, en plena crisis de la Covid-19 urgen abordarse.
En esta ocasión se analiza la industria de la moda, destacando
que es la segunda más contaminante del mundo después de la petrolífera. El
algodón utiliza el 10% de todos los pesticidas que afectan al planeta y el 2,4%
de las superficies cultivables. Confeccionar unos pantalones vaqueros requiere
7.500 litros de agua y el 20% de los tóxicos que se vierten al agua proceden de
la industria textil.
Desde “Enlázate por la
justicia” se recurre a los Objetivos de Desarrollo Sostenible, promovidos por la Agenda
2030, que son un llamamiento a la ciudadanía, empresas y gobiernos para que
tomen medidas que permitan acabar con la pobreza, proteger el medio ambiente y
garantizar una vida plena y de paz a todas las personas.
La economía circular, inspirada en el modelo cíclico de la
naturaleza, es un concepto económico que se interrelaciona con la
sostenibilidad y el cuidado medioambiental y cuyo objetivo es que el valor de
los productos, los materiales, los recursos y materias primas, se mantenga en
la economía durante el mayor tiempo posible, reduciendo así al mínimo la
generación de residuos, frente a la economía lineal, basada en el “usar y
tirar” (extracción, fabricación, utilización y eliminación).
Desde Cáritas Diocesana de
Huelva,
disponemos de un espacio de cooperación y solidaridad como es La Tienda de Cáritas. El objetivo del proyecto
no es lucrativo, sino que cumple una función social. Con nuestra labor queremos
concienciar a nuestras comunidades
cristianas para que perciban la dimensión universal de la caridad como uno de
los ejes fundamentales de vivencia y testimonio, fomentando los valores de justicia,
equidad, consumo justo y responsable.
En ella podrás encontrar una serie de productos que fomentan la economía
solidaria, el empleo digno y el respeto medioambiental: disponemos de productos
de alimentación, cafés, chocolates, panea… también de bolsos y cojines hechos a
mano por nuestro voluntariado, bisutería de países como Bolivia, india o
palestina, jabones y velas naturales que respetan el medioambiente.
Por otra parte, realizamos cada dos años el encuentro del ‘Mundo Rural’, una jornada de reflexión
y convivencia, un espacio creado por Cáritas para mostrar y dar rostro a la
vida y dignidad de las personas a través de proyectos e iniciativas con las
personas, las familias, los territorios y sus recursos. Surge por la necesidad
de crear y articular discursos,
mensajes, posicionamiento común y de esperanza sobre el valor y aporte de
lo rural. La labor de Cáritas también es animar y fomentar a los pueblos,
apostando por lo rural y por la riqueza que tiene toda nuestra provincia.
Por último, te proponemos una serie de cambios en los hábitos
personales:
Re-ciclar: acabemos con la cultura del desperdicio. Plántale
cara al usar y tirar.
Re-ducir: disminuye tu residuo textil, tu consumo de ropa,
simplifica tu vida. ¿Utilizas todas las prendas de tu armario? Te proponemos
crear tu armario cápsula.
Re-parar: alarga la vida útil de tu ropa. Si cada persona estira
la vida útil de sus prendas de uno a dos años, se reducirían las emisiones
contaminantes un 24% según datos de Greenpeace.
Comercio justo: estándar que garantiza que no se vulneran
derechos laborales.
El Día del Mundo Rural, 15 de mayo, llega este año en una situación especial. Tras más de dos meses de crisis sanitaria nuestros pueblos continúan con su labor constante y silenciosa pero que hoy más que nunca nos ratifican en la preservación de sus valores.
Esta crisis ha puesto de manifiesto que la idiosincrasia del mundo rural y el estilo de vida de nuestros pueblos y núcleos rurales es más necesaria que nunca y que, tras años en segundo plano, cobra una relevancia especial, como preservadora de vida y de cuidados.
En primer lugar, porque gran parte de nuestra población ha continuado produciendo los alimentos necesarios para el conjunto de la sociedad. Las personas agricultoras y ganaderas son esenciales en una crisis como la vivida. Al igual que el personal sociosanitario, de limpieza, transporte o seguridad, el sector primario merece el reconocimiento y el aplauso de toda la sociedad.
En segundo lugar, porque la forma de vida en nuestros pueblos es en comunidad, lo que facilita la cooperación y el cuidado mutuo. En muchos de nuestros pueblos se han creado redes de apoyo y ayuda entre vecinas y vecinos para cuidar de los mayores, proveer a otras familias de las compras y lo necesario para el día a día. Se trata de gestos solidarios habituales en la vida de nuestros pueblos que ahora se multiplican con naturalidad.
Tenemos el privilegio de que, aún confinados, podemos respirar aire puro, sin tener contacto con otras personas, pero sabiendo que están a nuestro lado. Vivir en un pueblo te protege de la contaminación y el consumo sin sentido, en esta crisis y siempre. Contamos con la madre naturaleza como aliada y protectora para vivir esta situación, pues nuestro entorno y nuestro paisaje, al que le hemos dado un respiro, está más verde y más hermoso que nunca.
Como Cáritas para celebrar el Día del Mundo Rural queremos hacer un llamamiento a preservar todos estos valores. También queremos felicitar a nuestros vecinos y vecinas por su responsabilidad a la hora de adoptar las medidas que el Estado de Alarma ha requerido.
Pilar Vizcaíno, directora de CáritasDiocesana de Huelva, nos comparte esta reflexión en el Día del Mundo Rural:
San Isidro Labrador y La Tierra roja de Tara. Hoy celebramos el Dia del Mundo Rural, el mismo en que celebramos la festividad de San Isidro, el primer laico en subir a los altares y al que se le relaciona con milagros de naturaleza agrícola, con el agua, consiguiendo que de la tierra manara toda su fertilidad y riqueza gracias a este don que del cielo nos llega para que las cosechas no faltaran. Sin duda, un hombre de Dios.
He querido hacer mi reflexión de hoy con algo que a mí, personalmente, me evoca un arraigo a todo lo rural, a la tierra, a la naturaleza, a un sentido de pertenencia, a lo que te da fuerzas, a que todo nos es dado, y que en ocasiones, muchísimas ocasiones y por muchas razones, hemos olvidado.
Todos conocemos la mítica frase «la tierra roja de Tara» de Scarlett O’Hara (Vivien Leigh) en la pelicula «Lo que el viento se llevó». Ella, después de tanto sufrimiento, guerra, hambre, sabía que volviendo a Tara recuperaría sus fuerzas, volvería a nacer de nuevo. Tara lo es todo, es pertenencia, es hogar, es familia, es patria, es raíz, es cultura, es naturaleza; pero también es esfuerzo, Tara no brota sola, no se cosecha sola, Tara necesita el esfuerzo y la constancia, el amor de quien sabe que de Tara sacará las fuerzas y la motivación para continuar adelante; Tara es lo que saca a tu familia adelante. En Tara están tus recuerdos, tu pasado, tu raíz, tu verdadero yo, con quien tú te encuentras cara a cara.Tara es tu Tierra.
Tara para mí, es sentido de trascendencia, de conexión con todo lo que viene de Dios. Yo saco las fuerzas también de Tara, cada uno tenemos la nuestra; las mías, mis fuerzas, sin duda, están en la tierra roja de Tara, que me conecta con la naturaleza, que hace contemplar su belleza, con un atardecer en paz, lleno de matices y colores que dejan sin palabras porque sólo habla el alma; que me hace valorar lo más sencillo y humilde; que me hace apreciar la gastronomía pobre de los pastores, donde ni un pedazo de pan duro queda sin aprovechar; que me hace agradecer la compañía de animales que aunque sea un huevo, también comparten contigo lo que tienen; que me hace valorar el esfuerzo de saber lo que es sembrar y lo duro que es; o de quienes son ganaderos y viven en un mundo burocratizado que casi no les deja vivir; de saber lo que es el valor de lo artesano, lo cultural, y que casi no es valorado, hasta el punto que se pierden saberes y oficios de nuestros pueblos porque nadie trasmite, nadie aprende, no tiene apoyos ni tiene rentabilidad al no encontrarse los medios para que esos saberes encuentren dentro del mundo en que vivimos, una actualización sin que se pierdan.
Se habla mucho de despoblación del mundo rural, de volver al mundo rural, se habla tanto. Pero se sabe tan poco del mundo rural. Como en tantas ocasiones, no se pregunta a los que viven en este medio, no se les preguntan a los que hacen posible que comamos todos los días, a los que han gestionado el mundo rural. Se dan recetas desde los papeles, desde los despachos ¡como siempre!, pero se desperdician esfuerzos y muchos recursos. Replantearse el Mundo Rural sería realmente necesario, preguntando a los que saben y viven en él, a quienes de verdad han hecho una opción, como San Isidro, de vivir en la tierra roja de Tara. Sin duda, la mejor de las opciones.
En el Día del mundo Rural, en el Día de San Isidro labrador, gracias a tantos «isidros» que hoy en día nos seguís llevando a nuestras mesas y a nuestras casas los mejores frutos de nuestra tierra.
Por cierto, tenemos tierras «rojas» como las de Tara en nuestra hermosa y espectacular provincia. Pero hay una que, ciertamente, es roja. Está por las tierras de Candón, y sus contrastes en esta época con los girasoles, te llenan el alma.
Cáritas.
29 de abril de 2020. – A raíz de la declaración del estado de alarma con motivo
del Covid-19 y el consecuente confinamiento de la población, muchas han sido
las repercusiones sociales, familiares, económicas y laborales que han afectado
a una gran parte de la población de Huelva. Por ello, siguiendo con su modelo
de trabajo de atención a los más vulnerables y excluidos, desde el primer
momento Cáritas ha tratado de volcarse con
todas las personas que sufren a causa de esta pandemia para procurar aliviarles
la situación que tanto el confinamiento como la pérdida o dificultad de
trabajar, les ha generado. Así, las
atenciones se han incrementado notablemente tanto en CáritasDiocesana como en todas las CáritasParroquiales de la provincia, acudiendo a
nuestra entidad multitud de personas que llaman en busca de ayuda y de
orientación hacia otros recursos.
Para tratar de dar
respuestas a las numerosas situaciones a las que nos enfrentamos, Cáritas Diocesana
inició la
campaña Cada gesto cuenta para obtener donativos teniendo en cuenta que no sólo el incremento de
necesidades es mucho más elevado que en épocas atrás, sino que a ello se une el
hecho de que las parroquias, al estar cerradas, no tienen posibilidades de
obtener colectas para atender las necesidades que se les plantean por los
vecinos de sus barrios o pueblos.
Por ello, queremos agradecer el compromiso con los
más desfavorecidos de toda la provincia de Huelva y de toda la sociedad
onubense, pues han sido numerosas las personas, entidades, pastorales de la
Iglesia diocesana, sacerdotes, religiosas, Hermandades, empresas, asociaciones
agrarias o de hostelería, colegios, grupos políticos, profesionales liberales y
medios de comunicación que se han volcado en ayudar no sólo con sus
donativos económicos, sino con materiales sanitarios para atender a los
colectivos vulnerables que atiende Cáritas, así como alimentos y artículos de
primera necesidad. Igualmente, queremos destacar y agradecer el gran apoyo que
Cáritas está recibiendo y las numerosas llamadas que se reciben a diario para
ofrecerse y entregarse al servicio de los más necesitados.
No podemos olvidarnos de la
cooperación entre entidades y con las distintas administraciones que estamos
teniendo. La generosidad y el sentido de corresponsabilidad y fraternidad que
está demostrando toda la sociedad onubense son las que harán posibles que,
entre todos, se alumbren respuestas a los que más van a sufrir los efectos de
esta crisis de tal modo que podamos vivir estos tiempos siendo sembradores de
esperanza.
Por último, Cáritas quiere
destacar la importancia del voluntariado que es la esencia de esta entidad,
muchos de los cuales son personas mayores o se encuentran dentro de los riesgos
de vulnerabilidad de contagio de esta enfermedad, pero que siguen prestando su
servicio y su generosa entrega desde sus casas o desde las parroquias
acompañando a las familias y colectivos más necesitados. Tampoco queremos
olvidarnos de nuestros trabajadores y trabajadoras que no han parado de
acompañar la realidad de aquellos que, ahora más que nunca, más nos necesitan.
A su vez, queremos informar de cómo se está trabajando
específicamente desde las distintas áreas de Cáritas Diocesana de Huelva:
Cómo se trabaja con las familias
Desde
que se declaró el Estado de Alarma a causa de la amenaza que para la salud de
la población española supone la aparición del COVID-19, desde Cáritas hemos
visto incrementada, de un modo meteórico y muy significativo, la demanda de
familias que, debido al cese de la actividad laboral unido al confinamiento, se
encuentran en una situación de mayor precariedad, vulnerabilidad e
incertidumbre con respecto a la capacidad para solventar sus dificultades en
los meses venideros. Las atenciones queCáritas está realizando tanto en Huelva
como en las parroquias de la ciudad y los pueblos se han triplicado con
respecto a las atenciones que se hacían antes de la crisis del Covid-19.
A
través de las Cáritas Parroquiales se está atendiendo a las familias que
atraviesan un momento difícil. Lo que principalmente se da son ayudas para
cobertura de necesidades básicas, suministro, alquiler, farmacia, luz y agua.
Además, se está facilitando que ellos mismos puedan ir a comprar alimentos con
una ayuda económica.
Antes
de que comenzara esta crisis, ya muchas de las familias onubenses atravesaban
una situación precaria, ahora esto empeora porque tienen más dificultades de
acceso a un empleo ya que muchas de estas familias se han visto afectadas por
despidos o ERTES que hacen que el sustento principal económico que entraba en
el hogar desaparezca. Esto hace que se
cree un nuevo perfil de personas que por primera vez acuden a Cáritas
relacionado con estos nuevos despidos y ERTES. Por otra parte, las Cáritas
Parroquiales de Huelva Ciudad están activas, atendiendo las necesidades nuevas
que van surgiendo a través del teléfono.
Desde todas las CáritasParroquiales de la provincia onubense
Esta
crisis sanitaria, derivada en otra socioeconómica sin precedentes, exige respuestas
rápidas, personalizadas y coordinadas con la administración pública, elemento
clave en este escenario. De este modo, las Cáritas Parroquiales de la provincia
han dado un paso adelante, respaldadas en muchos casos por donaciones
desinteresadas de vecinos, hermandades y otras organizaciones de diversa
índole, y con creatividad y gran disposición han articulado modos para poder
ayudar a esas familias desfavorecidas en estos momentos tan complejos.
Las
actuaciones han sido muy variadas, que podríamos englobar en dos bloques
principales:
Apoyo
en cobertura de necesidades básicas: se interviene en
coordinación con las entidades locales competentes (ayuntamientos y/o
Diputación Provincial) en la detección de familias, organización de recursos,
reparto de los mismos y seguimiento de los casos, todo ello sin descuidar el
estado de confinamiento ni la seguridad del voluntariado y destinatarios. Otras
acciones destacables han sido la elaboración de mascarillas para personal
sanitario y residencias de mayores y la creación de grupos en redes sociales
para la detección de casos y generar respuestas ante ellos.
Apoyo
emocional y acompañamiento: el voluntariado está en constante
contacto con las personas destinatarias, no solamente para proporcionar
recursos, sino para escucharlas, consolarlas y acompañarlas en este duro
trance. El teléfono e Internet se han convertido en herramientas cruciales para
ofrecer cariño y esperanza.
Las
Cáritas Parroquiales movidas por la dedicación y el entusiasmo están dando
respuesta a estar realidad desde sus propios recursos así como en coordinación
con las distintas entidades locales. Siguen vivas, activas y acompañando el
sufrimiento ajeno, demostrando una vez más que #LaCaridadNoCierra.
Desde el Empleo
Desde el área de Empleo se continua realizando la
intermediación laboral, en la cual, contactan con empresas y las ponen en
contacto con personas dispuestas a trabajar. Trabajamos fundamentalmente con
personas que nos vienen derivadas de parroquias, promocionando la proyección y
el fomento de la persona en su conjunto. En estos últimos días hemos recibido
cientos de llamadas, que atendemos y escuchamos. Estamos para eso, para estar cerca aunque sea a través del teléfono.
Desde
que comenzó la crisis, desde el área de Empleo hemos conseguido cubrir más de 200 ofertas de trabajo principalmente en el sector agrícola. Hemos
trabajado con personas que viven en los asentamientos
chabolistas, dotándoles de trabajo digno y vivienda, también con personas sin hogar, consiguiendo, de
igual manera, vivienda y empleo. Además hemos atendido a familias en situación de desempleo dándoles la oportunidad de
encontrar otro trabajo para que no pierdan sus ingresos.
Por otra parte, se están tramitando ofertas para
personas cuidadoras ya que en estos momentos hay muchas personas mayores a las
que sus familias no pueden estar cuidando sea en el hospital o en sus casas.
Son muchas las personas que se ven en una situación
de dificultad y tienen que buscar trabajo para salir adelante. Desde Cáritas,
entendemos la difícil situación que están viviendo muchas personas, la
desesperación que están sintiendo, y la rabia que sienten ya que muchas de
ellas nos comunican la desidia de llamar a un teléfono y que detrás del cable
no haya nadie para atenderte.
Desde el Área de Exclusión
Se
han mantenido todos los proyectos y se siguen atendiendo a los mismos
colectivos que antes de la pandemia; para ello hemos tenido que hacer un
esfuerzo importante a la hora de tomar
medidas de prevención, tanto para las personas que trabajamos en el día a día
como para las personas a las que atendemos.
Para
muchas de las personas que atendemos verdaderamente somos el único soporte vital con el que cuentan, ya que en
muchos casos carecen de esa red social y familiar de apoyo tan importante en momentos
de crisis.
El
colectivo de atención habitual que se
atiende desde el área son las personas
sin hogar; en esta realidad de
pandemia que vivimos actualmente y en la que el confinamiento es una
obligación, nos encontramos con muchas personas incapaces de cumplirlo, simplemente porque carecen del espacio físico
en el que pasarlo o porque ese espacio no reúne las mínimas condiciones de
habitabilidad, o de acceso a agua o luz. Si ya antes trabajamos con personas en
exclusión social o en una situación de vulnerabilidad elevada, los últimos
acontecimientos han agravado esta realidad aún más.
El
cierre o la reducción de servicios que atendían estas realidades unido a la
imposibilidad de acceder a los recursos económicos de supervivencia con los que estas personas iban sobreviviendo han hecho que muchas de
ellas hayan visto agravada su situación.
Se
han mantenido los servicios
fundamentales en el centro de día
de Puertas Abiertas, la única particularidad
ha sido reducir el aforo manteniendo de esta forma la distancia social y
extremar la higiene y desinfección de las instalaciones. Se siguen ofreciendo
los servicios de desayuno, duchas y aseo, lavandería, taquillas y prensa. El número de personas atendidas
diariamente oscila entre las 40 y 50.
Especial
repercusión ha tenido el
confinamiento en todas aquellas personas
inmigrantes que malviven en los asentamientos chabolistas de la provincia;
no podemos olvidar que en torno a unas 2500
personas están pasando estos días de confinamiento en chabolas construidas con
cartón y plástico, sin acceso a los derechos humanos y a las necesidades vitales más elementales.
Es muy complicado para estas personas poder seguir las medidas de higiene que
constantemente nos aconsejan ya que no tienen
acceso tan siquiera acceso al agua potable.
Desde las casas de acogida
Las casas de Acogida con las que
cuenta Cáritasson
tres: la Casa de Santa María, la Casa de los Milagros y la Buena Madre. Las
tres continúan su andadura diaria con las limitaciones que sufrimos en
cualquiera de nuestros hogares. Actualmente hay 20 personas acogidas en
estos recursos residenciales.
En
todos ellos se han tomado las medidas necesarias para poder garantizar la
máxima seguridad de todas las personas acogidas: realizando actividades de
concienciación y formación respecto a esta nueva realidad, restringiendo
entradas y salidas, facilitando material específico de prevención, respetando
las distancias de seguridad, habilitando espacios de aislamiento por si hubiese
algún caso de contagio, facilitando de medios electrónicos para poder continuar
con los procesos formativos y/o terapéuticos de manera online.
No
podemos olvidar en estos días a los más de 60 voluntarios que colaboraban de
forma activa en los proyectos que se desarrollan en el área de exclusión. La
necesidad de protegerlos y reducir riesgos ha hecho necesario prescindir de sus
servicios de forma temporal. Aunque creemos, que cuando todo esto acabe, vamos
a necesitar de todo su esfuerzo, ganas y compromiso.
Cáritas Diocesana de Huelva ha intensificado sus esfuerzos
desde que se declaró el estado de alarma. La entidad, que atiende a las
personas más vulnerables de la sociedad, constata como este colectivo se está
incrementando a raíz de los graves efectos económicos y laborales provocados
por la crisis sanitaria del coronavirus. En la última semana se han
atendido las llamadas de cientos de nuevas personas que han contactado por
primera vez con Cáritas.
La responsable del Área de Empleo, Antonia Gallardo nos explica que “muchas
de las personas que han contactado en los últimos días con Cáritas son trabajadores que han perdido su puesto
en sectores como el comercio y la hostelería y que ahora, se reinventan ya que
necesitan trabajar y, se adaptan para hacer otros trabajos que nunca antes
han realizado, como son las campañas agrícolas”.
Por otra parte las empresas quieren a gente de la provincia de Huelva para
trabajar y así, adaptarse a las exigencias del Gobierno. Antes de la crisis, ya
había muchas personas en situación de exclusión, pero ahora se ven
incrementadas por el cierre de empresas y por tanto, pérdida de trabajo.
Desde el área de Empleo tenemos la experiencia de muchos años trabajando la
intermediación laboral, en la cual, contactan con empresas y las ponen en
contacto con personas dispuestas a trabajar. “Trabajamos fundamentalmente con
personas que nos vienen derivadas de parroquias, promocionando la proyección y
el fomento de la persona en su conjunto. En estos últimos días hemos recibido
cientos de llamadas, que atendemos y escuchamos. Estamos para eso, para estar cerca aunque sea a través del teléfono”,
comenta Gallardo.
Desde que comenzó la crisis, desde el área de Empleo se han conseguido cubrir 130 ofertas de trabajo principalmente en
el sector agrícola. Han trabajado con personas que viven en los asentamientos
chabolistas, dotándoles de trabajo digno y vivienda, también con personas sin
hogar, consiguiendo, de igual manera, vivienda y empleo. Además han atendido a
familias en situación de desempleo dándoles la oportunidad de encontrar otro
trabajo para que no pierdan sus ingresos.
Son muchas las personas que se ven en una situación de dificultad y tienen
que buscar trabajo para salir adelante. Desde Cáritas, entendemos la difícil
situación que están viviendo muchas personas, la desesperación que están
sintiendo, y la rabia que sienten ya que muchas de ellas nos comunican la
desidia de llamar a un teléfono y que detrás del cable no haya nadie para
atenderte.
Pese a que el confinamiento ha obligado a cambiar la forma de trabajar,
desde Cáritas hemos reforzado la atención telefónica para ofrecer sus servicios
a todas las personas que veníamos atendiendo y también a nuevos demandantes.
En el marco de la
campaña ‘Ante el coronavirus, cada gesto cuenta’ Cáritas Diocesana
de Huelva ha habilitado una cuenta
bancaria (ES38 2100 7434 3722 0024 1033) para recibir donaciones que
ayuden a seguir con la actividad de apoyo, atención y acompañamiento de los
colectivos más vulnerables durante el estado de alarma, ya que vienen tiempos
difíciles para muchas personas.
Todos tenemos la oportunidad de ser solidarios en nuestra declaración de la renta. ¡Descubre cómo!
Todos tenemos la oportunidad de ser solidarios en nuestra declaración de la renta.
Cuando marcas conjuntamente las casillas de Iglesia Católica y de Fines Sociales estás aportando el 1,4% de tus impuestos al sostenimiento de la Iglesia y a apoyar proyectos de atención a personas en situación de pobreza y exclusión. Recuerda que se pueden marcar ambas casillas y que no tendrás que pagar más ni te devolverán menos.
En tu próxima declaración de renta… Mejor2.
Siete preguntas básicas sobre la asignación tributaria a través del 1,4% del IRPF
¿De verdad puedo marcar las dos casillas a la vez?
Sí. Se pueden marcar las dos casillas conjuntamente.
¿Y es cierto que marcando las dos casillas se duplica la ayuda?
Sí, cada casilla marcada genera el 0,7%. Si marcas las dos casillas se destina el 1,4%.
¿Y a mí me cuesta algo?
No, no te cuesta nada. Tú decides el destino del 1,4% de tus impuestos.
¿Y si no marco alguna casilla?
Hacienda destinará el importe correspondiente a otras partidas de los presupuestos generales del Estado.
¿Por qué es bueno marcar la casilla Iglesia Católica?
Porque así puedes destinar un porcentaje de tus impuestos a colaborar con las necesidades de la Iglesia.
¿Por qué debo marcar también la casilla Fines Sociales?
Porque de este modo, un porcentaje de tus impuestos se destina a proyectos sociales en España y en países desfavorecidos.
¿Percibe Cáritas recursos de las casillas de Iglesia Católica y de Fines Sociales?
Sí. Cáritas es parte esencial de la Iglesia Católica y, además, como organización social recibe fondos de la casilla de Fines Sociales.
Ayúdanos a conseguir que cada vez más personas marquen ambas casillas, difunde esta campaña con nuestros materiales descargables.
Ante la irrupción del Coronavirus y el sufrimiento que va dejando a su paso, Cáritas Española, junto a la Conferencia Episcopal Española y los medios de comunicación Cope y TRECE, queremos aprovechar la Semana Santa para darle un nuevo impulso a nuestra Campaña “Cada gesto cuenta”, vinculándola a lo que en estos días celebramos como Iglesia: la pasión, muerte y resurrección de Nuestro Señor Jesucristo y la llamada a vivir la fraternidad, haciendo vida el mandamiento nuevo del amor.
Siguiendo
los pasos del Señor y alimentados por la Palabra de Dios, el Pan
eucarístico y la oración, abriremos bien los ojos para descubrir los
rostros frágiles y necesitados, dejaremos que nuestro corazón se mueva a
compasión sin dejarse vencer por la indiferencia, ofreceremos nuestro tiempo,
nuestras manos, nuestros donativos a favor de
las Cáritas diocesanas, y hasta nuestras personas, para
levantar y acompañar al caído en el camino.
Hacer memoria para amar sirviendo
Cada Jueves Santo hacemos memoria agradecida de la Última Cena de Jesús con sus discípulos y de todo lo que aconteció en el marco de la misma: la institución de la Eucaristía y del sacerdocio, el mandato del amor… Este amor fraterno quiso Jesús significarlo en el gesto del lavatorio de los pies, que es expresión del amor hecho servicio, al que los cristianos estamos llamados.
La Eucaristía es “sacramento de la caridad”. En ella se “actualiza sacramentalmente el don de la propia vida que Jesús ha hecho en la Cruz por nosotros y el mundo entero. Al mismo tiempo en la Eucaristía Jesús nos hace testigos de la compasión de Dios por cada hermano y hermana” (Sacramentum caritatis 88). La Eucaristía es fuente y corazón de nuestra fe, aliento de nuestra esperanza y alimento de nuestra caridad. Quien comulga con Cristo entra en comunión con toda la humanidad y se siente comprometido a ser don para los demás.
El Jueves Santo es el Día del amor fraterno, pues no se puede separar Eucaristía y amor a los hermanos, un amor que se hace servicio concreto, sencillo y gratuito al estilo de Jesús. Efectivamente, no hay amor si no se aprende a conjugar el verbo servir. No hay amor si no se está dispuesto, siguiendo el ejemplo de Jesús, a inclinarse y despojarse de todo aquello que estorba. No hay amor sin ponerse a los pies de aquel que nos necesita. Ahora bien, antes es necesario dejarse “lavar”, acoger agradecidamente el cariño, el cuidado y la cercanía de otros; y desde esa experiencia “arremangarse” para servir gratuitamente, especialmente a los que más sufren y los más pobres.
En el Día del Amor fraterno, Jesús nos invita a sentarnos a su mesa, a compartir el pan y la vida, a aprender la lección del servicio. En el momento actual, este servicio lo hemos de centrar especialmente en los enfermos por el Coronavirus y en sus familias; también, por supuesto, en las personas en situación de vulnerabilidad y exclusión social. “¿Veis lo que he hecho? Haced vosotros lo mismo”. Gracias a Dios, esta fraternidad está manifestándose ya en múltiples gestos solidarios y de cuidados que apuntan hacia la Pascua, pues el amor alumbra nuestra esperanza. Aún así, nos queda mucho por hacer.
Algunas actitudes para vivir la fraternidad.
En estos días tan duros necesitamos potenciar actitudes y
valores. Apuntamos algunos que nos pueden ayudar a vivir el amor fraternal.
Mirada atenta para descubrir la necesidad del
otro, comenzando por aquellos con quienes comparto el hogar y el confinamiento.
Humildad para reconocer la propia vulnerabilidad
y acoger el cariño y la cercanía del otro.
Ayuda mutua. Es la hora de una fraternidad
inteligente, ejemplar y creativa para superar el individualismo y descubrir que
nos necesitamos todos.
Compasión. Sentir con el otro y estar al lado
compartiendo desalientos y esperanzas.
Responsabilidad para cuidarse y cuidar al otro,
asumiendo las consecuencias de las propias acciones.
Gratuidad. Amar es dar, es dar-se, ofrecer lo
que soy y tengo, aunque parezca insignificante.
Acompañar como expresión del amor hecho servicio
generoso, entregado y cercano.
Orar contemplando a Cristo en su Cruz y mirando
con ternura a todos los que sufren.
Esperanza, la que viene de Cristo resucitado,
una esperanza que ilusiona y abre al futuro porque con la Pascua llegan días de
salvación y alegría.[2]
Un gesto: la fraternidad alumbra la esperanza.
Desde Cáritas proponemos un gesto para el día de Jueves
Santo. Se trata de encender una vela en
el momento de compartir la cena, acompañado de una oración-bendición.
Con este gesto queremos unirnos a Jesús en su Última Cena y a
todos por los que Él se entrega. En un día donde se nos pide “aislarnos”,
cuando solo hemos podido celebrar la Eucaristía de manera virtual, nos
sentimos, si cabe, más unidos entre nosotros, más en común-unión con todos y con
toda la humanidad sufriente, alumbrando, de esta manera, la Pascua que
esperamos.
Oración-Bendición:
Gracias Señor, porque nos
amaste hasta el final, hasta el extremo que se puede amar: dar la vida por
otro.
Gracias Señor, porque en
la última cena partiste tu pan y vino, para saciar nuestra hambre y nuestra
sed…
Gracias Señor, porque en
la Eucaristía nos haces UNO contigo, nos unes a tu vida, en la medida en que
estamos dispuestos a entregar la nuestra…
Gracias Señor, porque en
el pan y el vino nos entregas tu vida y nos llenas de tu presencia.
Gracias Señor, porque
quisiste celebrar tu entrega, en torno a una mesa con tus amigos, para que
fuesen una comunidad de amor.
Bendice
nuestra cena, Señor; bendice a nuestros hermanos más frágiles y enfermos con
quienes hoy nos sentimos especialmente unidos; que la fraternidad alumbre para
ellos la esperanza. AMEN.
[1] Cf. Cáritas Española, “Conectados y … ¿Vinculados? Guiones Litúrgicos de Cuaresma Pascua
2020.
[2] Cf. Cáritas Española, “Tu compromiso mejora el mundo”, Guiones Litúrgicos de Cuaresma y
Pascua 2018.
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