Desde Cáritas Diocesana de Huelva nos unimos con alegría a la campaña impulsada por nuestra Cáritas hermana, Caritas Prefecture Apostolique , junto a los Jesuitas. Queremos llevar ilusión, juegos y mucho cariño a los niños y niñas de Laâyoune y Dakhla, organizando una jornada festiva que les haga sentir el calor de la Navidad.
Con tu ayuda podremos cubrir los costes de:
– Transporte
– Merienda
– Regalos
– Alquiler de espacios
Tu apoyo puede marcar la diferencia. Súmate a esta iniciativa y ayúdanos a hacer realidad este día inolvidable.
Este 10 de diciembre, Naciones Unidas nos recuerda que los derechos humanos son como una medicina, un momento especial, una vitamina del cada día.
Porque son positivos, no sólo nos protegen, sino que también aportan alegría, felicidad y seguridad en la vida cotidiana.
Porque son esenciales, aquello que todos compartimos, una base en común que nos une más allá de las diferencias de raza, género, creencias u orígenes.
Porque son alcanzables, comienzan con nosotros, con las pequeñas decisiones diarias: tratar a los demás con respeto, alzar la voz frente a una injusticia y escuchar a las personas que frecuentemente son ignoradas.
Y ahí entramos en escena cada una de nosotras: las personas.
Somos los instrumentos que hacemos posible esa cotidaniedad de los derechos humanos. Cada una en su lugar, en el territorio que le ha visto nacer o donde ha tenido que migrar. Desde las acciones más simples y sencillas a las públicas y activas cuando toca salir a denunciar o reclamar.
Herramientas que la sociedad entera necesita para proteger y cuidar la casa común, para revertir los pasos agigantados hacia el cuestionamiento de los principios fundamentales de universalidad, igualdad, no discriminación e interrelación de los derechos humanos contenidos en la Declaración Universal, de la que hoy celebramos su aprobación hace setenta y siete años.
Como Juanma cuando recorre las chabolas en los asentamientos de Huelva en la certeza de que todas las personas somos iguales y debemos vivir con la misma dignidad; o Jovina, viajando desde su chacra contaminada de agrotóxicos en la Amazonía peruana hasta Ginebra, envuelta en lanas que nunca pensó iba a necesitar, para enfrentar los fríos pasillos de oficinas agotadas de escuchar “casos de vulneraciones de derechos humanos”; sin perder la esperanza, sin bajar la guardia ante la desesperación. O Adolfina, voluntaria desde hace más de cuarenta años, que las tardes de la semana que le tocan (y otras que no, también), se olvida del reloj y hace clic a su botón de “escuchadora” el tiempo que haga falta.
Listado infinito de nombres de mujeres y hombres que ponen rostro, corazón, manos y entrañas a la encomienda de transformar el mundo; haciendo que la defensa de los derechos humanos forme parte del propio respirar, de los proyectos, de los caminos para hacerlos realidad.
Somos defensoras y defensores.
De la casa común.
De otro mundo posible.
De los derechos humanos de todas y cada una de las personas que habitan la tierra.
Cáritas Diocesana de Huelva ha participado en un encuentro de intercambio celebrado en Tenerife junto a Cáritas Diocesana de Tenerife, Cáritas Española, otras Cáritas diocesanas y representantes de Secours Catholique – Cáritas Francia, en el marco de la Red África Europa para la Movilidad Humana (RAEMH).
El objetivo principal de esta visita fue compartir experiencias y buenas prácticas en torno al trabajo con personas migradas, así como fortalecer los lazos de cooperación entre las distintas Cáritas que forman parte de la red. Durante varios días, las delegaciones pudieron conocer de primera mano proyectos de inclusión, empleo y acogida comunitaria que se desarrollan en Tenerife, además de reflexionar sobre los retos y oportunidades que plantea la movilidad humana en el contexto actual.
El programa incluyó encuentros con el equipo directivo de Cáritas Diocesana de Tenerife y con el obispo Mons. Eloy Alberto Santiago Santiago, visitas a recursos alojativos como el Proyecto Ciprés, iniciativas de atención en calle como las Unidades Móviles de Atención (UMAC), y proyectos de empleo y formación como el huerto comunitario Semillas de Algazara. También se visitaron espacios de acogida comunitaria, como el Proyecto Ben, que muestra distintas formas de acompañar y apoyar a las personas migradas en situación de vulnerabilidad.
Además de las visitas, se llevaron a cabo sesiones de trabajo conjunto en las que se abordaron temas clave para la RAEMH: la organización interna de la red, el análisis de retos y oportunidades, la importancia de cambiar narrativas sobre migración y la necesidad de fomentar la participación y coordinación entre las Cáritas diocesanas y las entidades internacionales. Estas reflexiones se proyectaron hacia el futuro, con la mirada puesta en el horizonte de 2026, buscando nuevas formas de colaboración y acción común.
La participación de Cáritas Diocesana de Huelva en este encuentro supone una oportunidad valiosa para seguir construyendo redes de solidaridad y cooperación, reforzando el compromiso con la defensa de la dignidad y los derechos de las personas migradas. El intercambio con Secours Catholique – Cáritas Francia y las demás Cáritas diocesanas enriquece la visión compartida y fortalece la misión de acompañar a quienes más lo necesitan.
Esta semana hemos conmemorado el Día Mundial del Sida 2025, celebrado cada 1 de diciembre, poniendo el foco en la dignificación de las personas sin hogar afectadas por el VIH y en la lucha contra la discriminación que sufren.
Para quienes viven en situación de sin hogar, la vida diaria ya supone un enorme reto. Si a ello se suma el padecimiento del VIH junto a otras dolencias, la necesidad de sentirse cuidadas, atendidas y acompañadas se multiplica.
El lema de ONUSIDA para este año, “Superar las disrupciones, transformar la respuesta al sida”, nos recuerda la urgencia de afrontar los desafíos actuales y de transformar la manera en que respondemos a esta epidemia.
En este Día Mundial de la Lucha contra el Sida queremos dar testimonio de que detrás de cada cifra hay una persona, una historia y una experiencia que merece ser acompañada con dignidad, cariño y esperanza.
Casa de los Milagros – CD Huelva
En Cáritas Diocesana de Huelva, esta misión se hace realidad cada día en la Casa Nuestra Señora de los Milagros, un espacio de acogida y acompañamiento para personas enfermas o con necesidad de cuidados sanitarios que se encuentran en situación de sin hogar.
La dureza de la vida en la calle se agrava cuando además se padece VIH. Muchas de estas personas han sufrido soledad, estigma y exclusión social. Precisamente ahí cobra sentido la Casa de los Milagros: en la reconstrucción de vínculos, en la mejora integral de la salud y en el acompañamiento en todas las facetas de la vida diaria.
La atención no se limita al tratamiento médico, sino que busca reconstruir la dignidad, la autoestima y las habilidades necesarias para afrontar la enfermedad con las máximas garantías.
En esta fecha tan significativa reafirmamos nuestro compromiso: nadie debe enfrentarse solo al VIH, nadie debe quedar al margen. En la Casa de los Milagros y en los diferentes proyectos de Cáritas Diocesana de Huelva seguiremos trabajando para que la esperanza, la calidad de vida y los vínculos personales con estas personas sean cada vez más sólidos.
En Navidad celebramos el nacimiento del Hijo de Dios y, con Él, renace en nosotros la bondad, la humanidad y la capacidad de perdonar y amar, recuperando nuestra dignidad de hijos e hijas de Dios.
Esa dignidad, que nos hace iguales, se quiebra cuando dejamos de reconocer la de los demás: cuando vulneramos sus derechos, limitamos su libertad o miramos hacia otro lado.
Tener una vida digna, acceso a los derechos humanos, vivir en paz, con seguridad, hogar, empleo, educación y salud no debería depender de la suerte.
Por eso, en Cáritas queremos una Navidad en la que vivir con dignidad sea una elección, no un azar; una Navidad que nos lleve a tomar conciencia y a preparar de verdad nuestra casa, más allá de decorarla.
Cuatro claves para una Navidad que restaure la dignidad
Perseverar Seguir apostando por la humanización en tiempos inciertos, reconociendo a Dios en las historias que acompañamos y siendo fieles al bien que construye futuro.
Confiar Recordar que nadie se salva solo: la fraternidad sostiene, la sinodalidad dignifica y confiar en otros es arriesgado, pero esencial.
Creer Dejar que la Palabra se haga vida; que la fe no sea refugio privado, sino fuerza para actuar, cuidar, denunciar injusticias y anunciar la Buena Noticia.
Amar La Navidad invita a amar sin barreras: al cercano y al distinto, al que coincide con nosotros y al que no, a quien espera un gesto que devuelva luz y dignidad.
Gestos para una Navidad con sentido
Alumbra las sombras Pon luz donde otros encuentran conflicto o cansancio. Sé presencia pacífica y reconciliadora.
Acoge al diferente Da un paso más allá de tus círculos habituales. Practica la hospitalidad con quien se siente fuera.
Camina hacia el reencuentro Abre espacio a Dios en tu interior y deja que su mirada transforme la tuya.
Imagina y construye un mundo mejor. Aproxima tu vida al pesebre con humildad. Pide que esta Navidad te transforme por dentro y te haga sembrar esperanza a tu alrededor.
Esta Navidad, que la dignidad no dependa de la suerte
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Concepto: NAVIDAD 2025
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