FOESSA constata que la exclusión en Andalucía ha aumentado más de un 36% y alcanza ya a más de 2,2 millones de personas

Cáritas Regional de Andalucía ha presentado esta mañana en Sevilla el informe sobre “Exclusión y desarrollo social en Andalucía”. El documento, resultado de una encuesta realizada a más de 600 familias andaluzas, retrata las graves consecuencias de la crisis en nuestra comunidad autónoma.

El acto fue presentado por Francisco José Sánchez Heras, vicepresidente de Cáritas Regional y director de Cáritas Diocesana de Málaga, que ha agradecido la participación de más de 600 familias que “nos abrieron sus puertas, nos confiaron información valiosa para la investigación e incluso nos compartieron sus sensaciones y emociones en momentos tan difíciles”, aseguró.

La investigación, explicó Sánchez, atiende a tres ejes: el económico, que tiene que ver con los ingresos y el consumo; el político, relacionado con los derechos a la salud, la vivienda, la educación y la participación política; y el relacional, que analiza el conflicto y aislamiento social. Unos ejes que contemplan, a su vez, 37 indicadores que nos permiten situar a la población en cuatro escenarios posibles: la integración plena, la integración precaria, la exclusión moderada y la exclusión severa. Estas variables permiten mostrar -según indicó Sánchez- “una completa radiografía social de Andalucía que tiene en cuenta todos los espacios en lo que una persona puede estar excluida, más allá de los recursos económicos”.

Más de dos millones de personas en exclusión
Durante su intervención, Thomas Ubrich, del Equipo de Estudios de Cáritas Española y miembro del comité técnico de la Fundación FOESSA, destacó el “shock sin precedentes” que la crisis ha supuesto para la cohesión social y sobre todo para las personas y familias más frágiles y desfavorecidas.

“El tsunami que ha supuesto esta crisis –señaló Ubrich- se ha llevado por delante a un buen número de hogares que disfrutaban de una posición privilegiada de integración plena”, de forma que solo el 42% de los hogares andaluces participan con normalidad en la sociedad frente al 49,3% que lo hacía en 2018.

Desde entonces, la exclusión en Andalucía ha aumentado más de un 36%, lo que implica que, en 2021, algo más de 2,2 millones de personas (el 26,3% de la población andaluza) se encuentran en situación de exclusión social. De ellas, la mitad, 1,1 millones de personas, se encuentra en una situación de exclusión severa; y de estas, casi 475 mil personas están en una situación aún más crítica, es la denominada sociedad expulsada.

El informe revela, además, que la desigualdad y los niveles de pobreza monetaria son altos y persistentes para muchas familias en Andalucía, algo que determina no solo la exclusión, sino que además es fruto de la cronificación de la misma.

Brecha digital
Una de las huellas más significativas de la pandemia ha sido la brecha digital, que afecta a tres de cada 10 hogares. La falta de conocimiento y medios tecnológicos ha generado un apagón digital que afecta a casi la mitad de los hogares que están en situación de exclusión. “Esta situación conlleva -según Ubrich- una pérdida de oportunidades laborales, formativas, de relaciones o de acceso a derechos como ayudas y prestaciones sociales y que nuevamente afecta a quien más necesita de esas oportunidades”.

El informe realizado por la Fundación FOESSA constata, además, que la brecha causada por razón del género, de la nacionalidad extranjera y de la edad se han hecho más profundas desde el inicio de la crisis.

Así, la desventaja acumulada por razón de género permanece. La exclusión afecta al 37% de los hogares cuya persona sustentadora principal es una mujer, frente al 22% donde esa figura es un hombre.

Nueva grieta
Por otro lado, ser extranjero en Andalucía sigue suponiendo una causa que afecta significativamente a la situación de exclusión. El 72% de los hogares encabezados por una persona de origen extranjero se encuentran en situación de exclusión, lo que supone un porcentaje tres veces mayor que entre los hogares encabezados por alguien de nacionalidad española. Ello dibuja una nueva grieta en una sociedad fracturada.

La edad configura la tercera brecha asentada en nuestra sociedad. Uno de cada cuatro jóvenes menores de 30 años está afectado por procesos de exclusión social que les impide dibujar proyectos de vida para transicionar a la vida adulta. “Tenemos una juventud sin empleo o en empleos temporales y precarios y, por tanto, sin posibilidades de emancipación ni de sustentar una vida independiente o a una familia”, comentó Ubrich.

Otro colectivo que acumula mayores factores de vulnerabilidad es el de las familias con hijos, con una prevalencia de exclusión social mayor frente a las familias sin hijos.

Peores condiciones de trabajo
El estudio revela que la consecuencia más visible de esta crisis se ha concentrado en la actividad económica y en el empleo, alcanzando a un mercado de trabajo con importantes tensiones que han derivado en la destrucción de empleo y la paralización de dinámicas laborales.

Se ha producido un empeoramiento de las condiciones de trabajo que genera más trabajadores pobres y menos realizados personal y socialmente. La precariedad ha crecido con fuerza y alcanza a casi 320.000 hogares (9,8%) que dependen económicamente de una persona que sufre inestabilidad laboral grave.

Además, se han agravado las causas que dificultan el acceso al derecho al trabajo a una parte de las personas desempleadas, lo que genera una peligrosa tendencia a la cronificación de la situación de desempleo.

Ubrich alertó que, durante la crisis, “más de 200 mil familias tienen como sustentador principal a una persona desempleada de larga duración, más de 500 mil familias tienen a todos sus miembros activos en paro y casi 200 mil familias carecen de algún tipo de ingreso periódico, predecible, que permita una mínima estabilidad”.

Jóvenes, adultos entre 45 a 65 años, personas de origen inmigrante y personas en situación de exclusión social son las más perjudicadas por este sistema laboral, que solo les permite el acceso a empleos en sectores no cualificados, en empleos temporales y precarios, con mayor exposición a la enfermedad durante la pandemia y con mayor proporción de despidos.

Además del empleo, la vivienda y la salud son otros grandes motores de la exclusión en Andalucía. En cuanto a la salud, más de 475 mil hogares (14,7%) sufren falta de acceso a medicamentos o tratamientos por problemas económicos.

En relación a la vivienda, el informe revela que la combinación entre precios altos e ingresos bajos o inestables hacen que algo más de 400 mil familias (12,4%), una vez realizado el pago del alquiler o la hipoteca, queden en situación de pobreza severa.

Estrategias de las familias para sobrevivir
Ante este escenario, las familias han tenido que desplegar las estrategias necesarias para no verse arrastradas por la crisis. Tres han sido las más repetidas: acudir a ahorros propios; buscar o pedir dinero u otros recursos a familiares o amigos o la reducción de gastos habituales, sobre todo en alimentación, ropa o calzado.

Tras el dibujo de la sociedad andaluza que presenta el informe de la Fundación FOESSA, Mariano Pérez de Ayala, presidente de Cáritas Regional y director de la diocesana de Sevilla, planteó la urgente necesidad de activar políticas que permitan recuperar los derechos perdidos de miles de andaluces, sobre todo de aquellos que más sufren las consecuencias de las crisis.

Según Pérez de Ayala, “esta nueva crisis arroja a una parte de la población a situaciones de exclusión; de las que desgraciadamente no se recuperarán jamás, pues los periodos de bonanza económica no consiguen recuperar a una parte de los que caen en esta situación cuando la economía se contrae”.

Frente a esta situación, el presidente de Cáritas Andalucía ha reclamado una mayor cobertura de los servicios sociales y su adaptación a la realidad social del siglo XXI.

“En una ciudad como Sevilla hay zonas donde se atiende a las personas hasta con tres meses de espera, los profesionales se encuentran sobrepasados y solo se responde a necesidades muy básicas y en unas cuantías irrisorias”, denuncia Pérez de Ayala, que también ha manifestado la necesidad urgente de favorecer medidas que mejoren la atención sanitaria y políticas que protejan el derecho a la vivienda y que promuevan el empleo, su estabilidad y unas condiciones dignas, además ampliar y mejorar la cobertura de ayudas, como el Ingreso Mínimo Vital, entre otros que permitan a las personas cubrir sus necesidades más básicas y las de sus familias.

“Estas familias, las que engrosan las cifras de la exclusión -concluyó- no pueden quedarse solas, no pueden seguir siendo héroes por más tiempo. Necesitan de políticas públicas a la altura de los retos que tenemos por delante y de la solidaridad de toda nuestra sociedad”.

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Cáritas Ucrania mantiene su plan de ayuda de emergencia con el objetivo de «no dejar a nadie atrás»

En medio de una situación de riesgo cada vez mayor, los centros de Cáritas Ucrania continúan atendiendo a la población civil necesitada. Sus 36 oficinas repartidas por todo el país trabajan de forma coordinada con las sedes operativas de la Cáritas nacional, en Kiev y Lviv.

Aunque algunas oficinas locales han tenido que ser evacuadas por razones de seguridad, sobre todo en el Este del país y algunos barrios de Kiev, los centros de Cáritas que siguen a salvo están atendiendo a los desplazados internos y, en coordinación con otras organizaciones humanitarias locales, trabajan en la identificación de las necesidades más urgentes de los damnificados por la escalada bélica.

Desde el inicio de la invasión, Cáritas Ucrania mantiene un proyecto de emergencia para satisfacer las necesidades básicas de las personas más vulnerables. En estos momentos, se están equipando con ayuda humanitaria 11 centros de acogida (Kramatorsk, Rubizhne, Zaporizhya, Volnovakha, Mariupol, Kharkiv, Dnipro, Kyiv, Zhytomyr, Odesa, Ivano-Frankivk) para sumarse al plan de respuesta a la emergencia.

La respuesta de Cáritas Ucrania está dando prioridad al reparto de comida caliente, agua, kits de higiene básica, refugio temporal para personas que han abandonado sus hogares, servicio de lavandería y transporte seguro para las personas que buscar reunirse con familiares en otras zonas del país. El plan de emergencia incluye también atención a casos especiales (como ancianos, menores y personas con discapacidad) y acompañamiento emocional básico y actividades de ocio para niños que les ayuden a mantener la normalidad en medio de la situación de gran estrés provocada por los ataques.

A pesar de la precaria seguridad y las dificultades, Cáritas continua su trabajo humanitario en Ucrania. Como señala Fr. Vyacheslav Grynevych, director ejecutivo de Cáritas-Spes Ucrania, “nuestras ciudades, casas y jardines de infancia han sido destruidos. Pero nadie podrá destrozar nuestras aspiraciones de paz y libertad”. “En este momento dramático, alabamos el compromiso de los trabajadores y voluntarios, que siguen ayudando a quienes lo necesitan”, añade. “Y con la ayuda de Dios, continuaremos nuestro servicio, sin dejar a nadie atrás”.

“Estoy muy orgullosa de nuestros equipos, que están trabajando duro para estar atentos a las necesidades de los más vulnerables, mientras gestionan a la vez sus propias circunstancias personales. Estamos muy agradecidos por el apoyo de nuestras Cáritas hermanas y de la gente de buena voluntad. Por favor, apoyen nuestro plan de respuesta de emergencia. Las necesidades crecen a diario”, afirma por su parte Tetiana Stawnychy, presidenta de Caritas Ucrania

RESPUESTA DE LAS CÁRITAS DE RUMANÍA, POLONIA, MOLDAVIA Y BULGARIA

Las Cáritas de los países vecinos –Rumanía, Polonia y Moldavia— están activando también planes nacionales de acogida a los flujos de refugiados ucranianos que están cruzando las fronteras.

Rumanía, con más de 600 km de frontera con Ucrania, ha recibido ya a unos 10.000 refugiados y se espera que el número siga aumentando en los próximos días. Las Cáritas de Bucarest, Iasi, Maramures y Satu Mare han empezado a evaluar la situación y establecer equipos de primera intervención. El equipo nacional de emergencia ha visitado la frontera y empezado a diseñar planes de intervención para definir un programa de respuesta a la emergencia centrado en la acogida y apoyo a centros de acogida para refugiados (información, servicio de lavandería, servicio de comunicación, alimentos y kits de higiene), programas específicos de acogida infantil, refugio y alojamiento temporal en parroquias locales y movilización de voluntarios para la acogida.

Cáritas Polonia está preparando también la acogida, alojamiento y transporte seguro para los refugiados, con programas de emergencia similares a los habilitados por Cáritas en Rumanía.

Por su parte, Cáritas Moldavia, que comparte unos 1.200 km de frontera con Ucrania, ha puesto en marcha un plan de emergencia a través de su oficina nacional, en Chisinau, y las seis Cáritas locales en Grigorauca, Rascov, Ribnita, Stauceni, Stircea y Tiraspol. En total, cuenta con unos 200 agentes en terreno. En coordinación con las autoridades locales, se ha apoyado a 390 personas ubicadas en centros oficiales (Chisinau, Ocnita, Palanca) con comida, agua, kits de higiene y apoyo social y emocional. Además, se está preparando un centro gestionado por Cáritas en Chisinau, donde ofrecer alojamiento digno y seguro a unos 70 refugiados, con especial atención a menores y mujeres.

En la misma línea, y aunque no es un país limítrofe, Cáritas Bulgaria también está preparando centros para dar respuesta a la llegada de refugiados ucranianos, que llegan bien por vía terrestre, bien por ferry desde Odessa al puesto de Varna. A 28 de febrero, se calculaba que más de 7.000 ucranianos habían llegado al país y se espera que este número aumente en los próximos días.

Todas las Cáritas de la región han preparado a su personal y voluntarios en planes de respuesta de emergencia rápida, protocolos de salvaguarda y código de conducta.

RESPUESTA CÁRITAS ESPAÑOLA

Cáritas Española trabaja en Ucrania desde 2010, apoyando proyectos de acción social y de emergencia. Aunque en este momento, todos estos programas están detenidos, a la espera de que la situación se estabilice, se están apoyando económicamente los proyectos de Cáritas Ucrania y del resto de la región para garantizar la movilidad segura de las personas que ven obligadas a huir de la guerra, con atención especial a las personas vulnerables.

Cáritas Española agradece los innumerables mensajes de solidaridad con Ucrania y las oraciones que se nos han hecho llegar y que se están transmitiendo a las Cáritas hermanas de Ucrania y los países vecinos. Asimismo, Cáritas Española no está canalizando donaciones en especie hacia Ucrania, puesto que para las Cáritas de la región se trata de una gestión inabordable.

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Uno de cada cinco jóvenes está en riesgo de uso adictivo de las pantallas

Bajo el título el “Impacto de las pantallas en la vida de la adolescencia y sus familias en situación de vulnerabilidad social: realidad y virtualidad”, Cáritas Española ha presentado esta mañana en Madrid los resultados de una encuesta realizada a 930 jóvenes, padres y tutores en torno al uso que hace de las pantallas la población entre 12 y 17 años en situación de vulnerabilidad y exclusión social procedente de familias acompañadas por Cáritas en sus diferentes programas y proyectos.

El informe, presentado por Natalia Peiro, secretaria general de Cáritas Española; Daniel Rodríguez del Equipo de Estudios de Cáritas, y Carmen García, responsable del programa de Infancia, Adolescencia y Juventud, revela que la práctica totalidad de los adolescentes tienen contacto diario con las pantallas y el 96% cuentan con móvil propio. Los jóvenes encuestados declaran que, de media, tuvo su primer móvil a los 11,4 años. Pero los más jóvenes señalan que su inmersión en las pantallas fue antes, a los 10,5 años.

“El análisis de estos datos despierta una doble alerta: por un lado, el acceso cada vez más temprano a las pantallas y por otro, que la mayoría de las aplicaciones, redes o páginas donde se abren perfiles son para mayores de 16 años, un aspecto de especial relevancia para enfocar la educación que debe darse desde la infancia sobre el uso responsable de los móviles”, señala Daniel Rodríguez, del Equipo de Estudios de Cáritas Española.

Además de generalizado y precoz, el uso de pantallas muestra evidentes diferencias de género. El porcentaje de chicos que juegan a diario, uno de cada tres, triplica el de las chicas y mientras que el 6% de los chicos declaran no jugar nunca ese porcentaje se eleva hasta casi la mitad (43%) entre las chicas.

Ellas prefieren las redes, ellos optan por los videojuegos

Ellas, en cambio, muestran mayor preferencia por las redes sociales y aunque las diferencias de género por tiempos de uso no son tan marcadas, sí lo es el propósito del mismo. Las chicas tienden a ser más activas en redes generando muchas más publicaciones lo que hace que tengan un perfil mucho más expuesto mientras ellos tienden a asumir en mayor medida el rol de espectadores y jueces.

Dada la ausencia de consenso en la comunidad científica, el estudio ha optado por señalar el uso abusivo cuando el tiempo de exposición a las pantallas sobrepasa las 6 horas diarias. En esta situación se encuentran el 36% de los jóvenes. El riesgo de uso adictivo se produce cuando se genera un efecto de dependencia hacia las pantallas, que termina interfiriendo de forma negativa en la vida cotidiana y aparecen dificultades para controlar el tiempo de dedicación a las mismas.

“El abuso de las pantallas puede conllevar o no una adicción. Relacionamos esta adicción con las emociones que las pantallas despiertan y consideramos que se da una conducta adictiva cuando el uso, o la ausencia de este, genera ciertos niveles de aislamiento, ansiedad, falta de control y dependencia”, explica Rodríguez. En esta situación se encuentran uno de cada cinco jóvenes.

El estudio revela que vivir en el espacio de la exclusión no implica un mayor riesgo de adicción. El poder de las pantallas, por lo tanto, atrapa por igual a aquella juventud cuyas familias atraviesan por dificultades como a aquellas otras más integradas.

Ejemplo en casa

No obstante, el ejemplo que la juventud recibe en casa es la variable que más influencia tiene sobre la adicción. Cuando un joven convive con progenitores que hacen un uso razonable de las pantallas la probabilidad de llegar a desarrollar una conducta adictiva se reduce un 70%.

En el caso del uso de videojuegos sí hay diferencias importantes entre la población en situación de exclusión y el conjunto de la juventud. La adolescencia en situación de exclusión sufre el doble de adicción a los videojuegos que la juventud en su conjunto y afecta al 12%. Además, la adicción de los adolescentes varones (21%) a los videojuegos cuadriplica al de las chicas (4,9%).

En los casos de uso adictivo a los videojuegos, las condiciones de vida y la escasez de oportunidades sí parecen un elemento diferencial entre la población en situación de exclusión y el conjunto de la juventud. “Aunque, como hemos señalado, la situación socioeconómica de las familias no es el factor que más influye en el uso adictivo, sí hay situaciones que protegen a la juventud de esta adicción y queremos destacar principalmente dos. En primer lugar, el ejemplo que la juventud recibe en casa tiene una notable influencia sobre la adicción y, en segundo lugar, las posibilidades que tienen los jóvenes de acceder a un ocio estructurado”, explica Rodríguez.

Ausencias en clase y más suspensos

El 18% de la población adolescente en situación de vulnerabilidad social además ha faltado algún día a clase en el último mes sin motivo justificado. Un porcentaje que se incrementa hasta el 23% cuando hay adicción a las pantallas y hasta el 28% cuando hay un uso abusivo de las mismas.

Por otro lado, también hay una relación directa entre número de suspensos y el uso conflictivo de pantallas. Casi la mitad de la adolescencia y juventud que abusa de las pantallas ha suspendido 3 o más asignaturas mientras que ese porcentaje se eleva hasta el 60% cuando hay un uso adictivo.

“La conclusión es clara, la adicción y el uso abusivo están estrechamente ligados al absentismo escolar y al número de suspensos”, subraya Rodríguez.

Más conflictos familiares

Los progenitores, por su parte, tienen claro que las pantallas afectan negativamente a la comunicación en casa y terminan provocando un empeoramiento en la actitud de sus hijos. El 28% creen que las pantallas son las culpables de que la comunicación haya empeorado en el seno de la familia llevando incluso al engaño en el 20% de los casos. Por otro lado, uno de cada cuatro adultos afirma que el uso de pantallas ha empeorado la actitud de su hijo en casa, lo cual, para el 17% de los padres y madres, tiene como consecuencia un incremento de los conflictos en el seno familiar.

De hecho, sólo el 12% de los progenitores se sienten preparados para afrontar la educación digital de sus hijos e hijas, mientras la mayoría, el 53%, dicen necesitar apoyo o sentirse desorientados. Así, los progenitores muestran gran interés por disponer de mayor información y apoyo en cómo educar a sus hijos en el uso saludable de las pantallas ya que el 82% perciben en éstas riesgos bien en el ámbito relacional bien en el educativo.

“Todos (adultos y jóvenes) estamos pasando por lo mismo, y al mismo tiempo, por el uso desmedido de la tecnología y en continuo aprendizaje. La diferencia es que, normalmente, los adultos lo vivimos con miedos y con inseguridades mientras que los jóvenes sin miedos. Por ello, la infancia, los adolescentes y los jóvenes son los más vulnerables entre los vulnerables y, especialmente en estos momentos de cambios. Lo que les está pasando ocurre a una velocidad tal que no está facilitando un margen de adaptación y reflexión que les permita entender cómo se sienten y cómo vertebran las relaciones en estos momentos de cambio”, asegura Carmen García.

Autorregulación

Lo digital supone además para los jóvenes nuevas formas de comunicación y relación que en algunos casos están ganando terreno sobre la comunicación más tradicional. El 11% de la juventud prefiere, con frecuencia, hablar por WhatsApp antes que hacerlo en persona. Esta nueva forma de comunicación tiene dos elementos clave: la conexión permanente y la inmediatez.

Para la responsable del programa de Infancia, Adolescencia y Juventud de Cáritas Española es necesario “acompañar a los adolescentes, ayudarles a generar valores y educarles en la práctica de la paciencia y en frenar la impulsividad: la impulsividad de no responder a un mensaje en ‘caliente’ y saber esperar para dar una respuesta que, bajo ningún concepto falte el respeto y que sepamos que no nos vamos a arrepentir en un futuro. En otras palabras, el aprendizaje de la tan difícil autorregulación. Con la clave siempre de no culpabilizar y no juzgar”.

El objetivo del informe, según precisó Natalia Peiro durante la rueda de prensa, es que “llegue y sea consultado no sólo por las 70 Cáritas diocesanas sino por todas aquellas personas y colectivos interesados en acercarse a los universos simbólicos de nuestra juventud y adolescencia”. “Nuestro deseo de dar voz a los jóvenes y a sus familias ha guiado este proceso y eso se ha plasmado en el diseño de la investigación y las técnicas que se han utilizado. Porque la vocación de este estudio no es otra que la de aportar datos y elementos para una reflexión más amplia de toda la sociedad sobre cómo está afectando el uso de pantallas a la juventud y adolescencia actual”, añadió.

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Cáritas inaugura la tercera edición del curso de auxiliar de cocina que beneficiará a 12 personas

Huelva,  1 de marzo de 2022. Un total de 12 personas procedentes de los proyectos de Cáritas y de las Cáritas Parroquiales de la provincia de Huelva, han iniciado hoy un curso de auxiliar de cocina, gracias al apoyo formativo de Inditex, el Fondo Social Europeo y Cáritas Diocesana de Huelva.

Este taller surge ya que la hostelería se puede considerar como un yacimiento de empleo importante en la provincia de Huelva y en el litoral como en la sierra. Por este motivo Cáritas Diocesana de Huelva cree que es muy importante formar a personas en este sector productivo ya que también, la experiencia de años anteriores en el desarrollo de formaciones  en el sector de hostelería fue muy positiva en cuanto a la tasa de inserciones laborales se refiere.

El curso impartido esta semana tiene una duración de 315 horas en las que se trabajará la elaboración de menús, aprovechamiento de materias primas, conservación de alimentos… y cuenta con varios módulos transversales que tratarán temas muy diversos como la igualdad de género, habilidades sociales, sensibilización medioambiental o alfabetización digital. Además 100 horas irán destinadas a prácticas en empresas onubenses. La formación empieza el 1 de marzo y termina el 31 de mayo de 2022.

El perfil de los participantes es muy variado. Fundamentalmente se trata de  personas en situación o riesgo de pobreza, familias con o sin hijos que viven en hogares sin empleo, personas que tienen dificultades de integración en el mercado de trabajo, mayores de 45… El curso concede una especial atención a personas que presentan un mayor déficit formativo y escasa experiencia laboral.

La metodología del curso está adaptada a los perfiles de los participantes, facilitando su desarrollo y la adquisición de competencias. A través de un clima de aprendizaje positivo, potenciando la interacción alumno-profesor. Cuenta asimismo con un espacio de escucha y reflexión, para mejorar y superar dificultades, proporcionando así una alta motivación a los participantes.

Este curso está financiado por el Fondo Social Europeo, la Fundación Inditex y Cáritas Diocesana de Huelva.

Cáritas Diocesana de Huelva inaugura un nuevo curso de Operaciones Básicas en Pisos de Alojamiento

Huelva,  1 de marzo de 2022. Cáritas Diocesana de Huelva ha inaugurado un nuevo curso de camarera de piso y mozo de habitación o valet que permitirá que 12 alumnas reciban una formación específica para su incorporación al mercado laboral.

Se trata de un curso de formación profesional no reglada, dirigida a personas desempleadas y cuya meta es mejorar la cualificación profesional o la inserción laboral mediante la adquisición o mejora de competencias, cualificaciones y conocimientos en una determinada ocupación.

Se trata de un curso donde tienen un peso muy importante las prácticas, las cuales se llevarán a cabo tanto en instalaciones de la entidad como en hoteles de la provincia, así como los módulos transversales de habilidades sociales, orientación laboral, alfabetización digital, igualdad de género o educación medioambiental. 

El curso tiene una duración de 255 horas lectivas, con 100 horas de prácticas laborales, y se desarrollará en las instalaciones de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen de Punta Umbría  entre el 1 de marzo y el 13 de junio.

El motivo de elegir este curso “es porque se trata de dar competencias profesionales a unos participantes en una actividad económica con mucha presencia en la provincia de Huelva”, cuenta Antonia Gallardo, responsable del Área de Empleo de Cáritas Diocesana de Huelva. Debido al enclave geográfico de la misma “nos encontramos con un litoral marítimo donde el sector hotelero tiene un impacto económico muy importante en la provincia, así como ocurre en la sierra de Huelva, donde el turismo rural está en un momento de gran auge”, apunta Gallardo.

El objetivo general del curso es proporcionar a los participantes las herramientas y conocimientos teórico y prácticos que les posibiliten la adquisición de las competencias socio-laborales necesarias para acceder al mercado laboral, participando activamente y siendo responsables en su proceso de formación y búsqueda de empleo, así como en la consecución y mantenimiento del mismo.

Cáritas con Ucrania

Emergencia en Ucrania


El 24 de febrero de 2022 Rusia ha atacado varios puntos del Este de Ucrania con bombardeos de artillería, equipo pesado y armas pequeñas.

El Ministerio del Interior ucranio ha informado de que tropas rusas han aterrizado en la ciudad portuaria de Odessa y están cruzando la frontera en varios puntos del país.

En la capital, los ataques con misiles buscaban alcanzar aviones de combate ucranios, estacionados en un aeropuerto a las afueras de la ciudad de 2,8 millones de habitantes, donde algunas personas se apresuraron a protegerse en los refugios antiaéreos habilitados o en el metro.

Situación del conflicto

A través de Cáritas Internationalis, Cáritas Ucrania informa de la situación humanitaria previa al ataque del día 24 en las localidades de Stanytsia Luhanska, Vrubivka, y la región de Luhansk.

Sobre las 9h del  17 de febrero de 2022, las tropas de ocupación pro rusa abandonaron el alto al fuego en la línea de contacto de la región de Luhansk, atacando el territorio de Stanytsia, bajo control del gobierno de Ucrania. Según informa el departamento de prensa de la Unión de Fuerzas de Operación, 32 balas de artillería pesada impactaron el en la zona, destruyendo el centro de educación infantil. En ese momento 20 niños estaban desayunando, y 18 trabajadores estaban presentes. 3 empleados resultaron heridos, y todos los niños y niñas pudieron ser evacuados a un lugar seguro.   

Los servicios públicos también fueron alcanzados. La mitad de la zona se ha quedado sin suministro eléctrico. Asimismo, la estación de trenes y la terminal de locomotoras fueron alcanzadas. Los empleados pudieron ponerse a salvo, pero las instalaciones están seriamente dañadas. Varios civiles sufrieron daños físicos, siendo una mujer la más afectada por efecto de la metralla.  

En Vrublivka, ubicado a 16 km de la línea de conflicto, se lanzaron 8 proyectiles. Uno de ellos alcanzó el liceo municipal, en el momento en el que 30 estudiantes y 14 empleados entraban al edificio. Todos salvaron la vida, pero el edificio ha resultado dañado. El suministro de gas fue cortado y ha dejando a más de 160 viviendas (cerca de 800 personas) sin posibilidad de calentar los hogares o cocinar.  

El departamento de prensa de la Unión de Fuerzas de Operación denuncia la ruptura del alto al fuego por parte de la fuerzas pro rusas, y el uso de armamento prohibido en los Acuerdos de Minsk.  

La población civil es la más afectada por heridas, traumas, y destrucción de las infraestructuras civiles (tuberías). Hay mucha desinformación. En la NGCA (non governmental controlled area) se anuncian desplazamientos forzosos, que aún no se han dado.

Respuesta de Cáritas Ucrania

Dada la situación, el personal de Cáritas que trabaja en los proyectos de asistencia humanitaria y fortalecimiento de la resiliencia, la salud, y los medios de vida en las comunidades de Donetsk y Luhansk, han pasado a trabajar de forma telemática. Se suspenden las visitas domiciliarias y se cierran los espacios de educación infantil.   

Por ahora los proyecto de distribución de agua potable y material de sensibilización anti Covid-19, apoyado por Cáritas Española mantiene su actividad.

Cáritas monitoriza la situación constantemente, de manera que los proyectos puedan ser ejecutados en el entorno más seguro posible.

Los trabajadores de cinco centros de Cáritas en la zona de 0 a 5 km de distancia de la línea de contacto han dejado de ir al terreno y se continúa el trabajo a través de los activistas locales.  

Líneas de acción

Material de emergencia

Preparar a todos los equipos humanos para que el material de ayuda humanitaria que sale de la zona de Donbass llegue a otras Cáritas locales que van a tener que hacer frente a la emergencia y atender a las personas afectadas en sus territorios.

Ayuda Internacional

Cáritas Ucrania necesita apoyo de la Red Internacional Cáritas para ofrecer:

  • Alimentos básicos y kits de higiene a 2000 personas.
  • Agua potable a 2000 personas acceden a 1200 personas.
  • Combustible para calefacción a 540 personas.
Personas desplazadas

Movilización de voluntarios locales para que ayuden en caso de desplazamientos masivos internos y acondicionamiento de los centros para que puedan acoger a las personas desplazadas.

Se han identificado 19 centros que podrían acoger desplazamientos masivos y actividades de emergencia.

No obstante, y en base a la experiencia de 2014, se necesita adecuar los espacios para poner en marcha un servicio de acogida, un servicio de derivación a familiares o amigos, un servicio seguro de atención a necesidades básicas (cocina, ducha, espacio infantil).

También se quiere preparar un equipo que atienda casos de especial vulnerabilidad (menores no acompañados, personas mayores, víctimas de trata).  

En general, se necesita apoyo para tiendas o alquiler de espacios, generadores, fuel para calentar, sillas y mesas, kits de higiene, mantas y esterillas, kits de deporte y juegos para niños. 

Respuesta de Cáritas Española

Trabajamos en Ucrania desde 2010, apoyando proyectos de acción social y de emergencia entre los que destacan:

  • Centros de atención a personas con diversidad funcional.  
  • Centros de atención a familias vulnerables. 
  • Proyectos de emergencia en el Donbass (distribución de agua potable y materiales de sensibilización frente al Covid-19).
  • Proyectos de desarrollo institucional  y fortalecimiento de Cáritas Ucrania.

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Concepto: Ucrania

La Caixa / ES69 2100 8475 932200263766

BIZUM: 00566

Ucrania se dirige hacia una catástrofe humanitaria

Cáritas Internationalis ha difundido esta misma tarde una declaración sobre la crisis de Ucrania. Este es el texto de la misma:

UCRANIA SE DIRIGE A UNA CATÁSTROFE HUMANITARIA

Cáritas Internationalis insta a garantizar la protección y el acceso a la ayuda humanitaria

“Los sucesos que comenzaron esta mañana a primera hora conducirán inevitablemente a una catástrofe humanitaria colosal. Es imposible creer que en pleno siglo XXI en el centro de Europa la gente tenga que despertarse a las 5 de la mañana por las explosiones y el sonido de las sirenas antiaéreas”. Con estas palabras Tetiana Stawnychy, presidenta de Cáritas Ucrania, ha reaccionado al ataque a gran escala lanzado en la madrugada de hoy en el país.

Cáritas está profundamente preocupada por el impacto de esta intervención en la población local, que ya vive en condiciones críticas ocho años después del inicio de la crisis que mató a 14.000 personas y desplazó a otros 1,5 millones.

La Confederación Cáritas está lanzando un llamamiento de emergencia para apoyar el trabajo de Cáritas Ucrania. El programa tiene como objetivo apoyar a las personas afectadas por el conflicto con alimentos, agua potable, alojamiento seguro y kits de higiene, así como garantizar un transporte seguro para que las personas vulnerables puedan reunirse con sus seres queridos y acceder a zonas seguras. “Necesitamos vuestro apoyo para tener la oportunidad de responder a la crisis humanitaria y ayudar a las personas afectadas por la guerra”, dice Tetiana Stawnychy.

Ya desde finales del verano de 2021, particularmente en el este de Ucrania, Cáritas anticipó una respuesta humanitaria ante la posible escalada del conflicto. Cáritas capacitó al personal y los voluntarios para aumentar su capacidad de satisfacer las necesidades de las comunidades locales y fortalecer su red. También pusieron a punto centros temporales para acoger y garantizar la asistencia a los desplazados internos, cuyo número muy probablemente aumentará considerablemente con el inicio de esta reciente intervención militar.

Las cifras de las necesidades de emergencia ya eran dramáticas: “Antes del ataque, ya había 2,9 millones de habitantes locales a ambos lados de la línea de contacto que necesitaban asistencia humanitaria. Hoy, ese número está aumentando exponencialmente”, agrega Stawnychy.

Caritas Ucrania cuenta con el apoyo de 36 organizaciones de la Confederación Caritas para ayudar a la población necesitada. “No podemos ignorar las trágicas implicaciones humanitarias de esta guerra”, ha señalado el secretario general de Caritas Internationalis, Aloysius John. “Es deber de la comunidad internacional proteger al pueblo ucraniano y garantizar su acceso a asistencia vital”.

Caritas Internationalis subraya la urgencia de que todas las personas puedan acceder a la asistencia humanitaria, en particular los más vulnerables, y que se garantice la libertad de movimiento para quienes huyen del conflicto. “Todos estamos llamados a actuar. Lo que está ocurriendo en Ucrania está poniendo en peligro la estabilidad y la paz internacionales y, como subrayó el Santo Padre, está ‘desacreditando el derecho internacional’”.

Respuesta de Cáritas Española

Cáritas Española trabaja en Ucrania desde 2010, donde apoya diversos proyectos de acción social y de emergencia. Actualmente, la cooperación con Cáritas Ucrania se centra en varios centros de atención a personas con diversidad funcional y de atención a familias vulnerables, así como la financiación de proyectos de emergencia en el Donbass (suministro de agua potable y prevención anti-Covid), con una partida de 150.000 euros aportados por la AECID (Agencia Española de Cooperación Internacional) mantienen su actividad.

Ante el estallido de la actual crisis, Cáritas Española ha expresado su solidaridad y cercanía con Cáritas Ucrania, y ha movilizado una partida inicial de 25.000 euros para apoyar el plan de respuesta de emergencia de Cáritas Ucrania. Asimismo, abre la campaña de emergencia “Cáritas con Ucrania” para canalizar la solidaridad de los donantes españoles hacia los proyectos de ayuda humanitaria puestos en marcha por Cáritas Ucrania para ayudar a las víctimas de esta grave crisis.

Comienza la celebración del 75 Aniversario de Cáritas Española

Las XVIII Jornadas de Teología de la Caridad, que se celebran en Málaga desde hoy hasta el próximo domingo, marcan el arranque de la conmemoración del 75 Aniversario de Cáritas Española, una efeméride que recorrerá todo 2022. El punto de partida oficial de la celebración tendrá lugar en el marco de la eucaristía de clausura de las Jornadas, presidida por monseñor Jesús Catalá en la catedral de Málaga, y en la que se hará pública la oración del 75 Aniversario. Este domingo, además, se celebra el Día Mundial de la Justicia Social, una jornada significativa para la misión de Cáritas.

Cáritas quiere compartir con todos sus agentes –voluntarios, trabajadores, socios, donantes y colaboradores— y el conjunto de la sociedad estos 75 años de recorrido como confederación oficial de entidades de acción caritativa y social de la Iglesia católica, orientada desde su constitución en 1947 a la lucha contra la pobreza y la promoción del desarrollo integral de las personas, especialmente de los más pobres y excluidos dentro y fuera de nuestras fronteras.

Reconocimiento de Manuel Bretón

Este es el objetivo del calendario de eventos que se irán sucediendo a lo largo de 2022 y que, en palabras de su presidente, Manuel Bretón, es “un año importante parta la Confederación Cáritas”. “Estos 75 años –señala— me llevan a pensar en todas las personas que han pasado por nuestra institución: las que empezaron en una etapa nada fácil de nuestra historia; los obispos que no han dejado de apoyarnos; los que tuvieron responsabilidades y la condujeron hasta donde estamos hoy; los trabajadores que nos han dado toda su profesionalidad y compromiso; la cantidad de voluntarios que han dedicado lo mejor de su vida; los donantes e instituciones que han creído en nosotros, han pensado con nosotros y nos han sostenido económicamente; y las instituciones gubernamentales, con las que siempre hemos tenido una relación de lealtad sin dejar de decir lo que teníamos que decir”.

“Lo más importante de todos estos 75 años –afirma Bretón— son los miles de personas en nuestro país y muchas partes del mundo que nos han confiado su vida, con las que hemos generado nuevas oportunidades, nuevas ilusiones y nuevas realidades. Todo ello me llena de orgullo, de humildad, de reconocimiento, que debemos compartir con toda la sociedad para agradecer las páginas de esta historia de Cáritas que seguimos escribiendo juntos”.

Logotipo y vídeo conmemorativo

Junto al lema del jubileo, Cáritas ha elaborado un logo para dar visibilidad al 75 Aniversario en todas las actividades desarrollada por la Confederación a lo largo del año, junto a un vídeo institucional alusivo a la efeméride.

Mano a mano con la sociedad española

Estos tres cuartos de siglo de trayectoria de Cáritas en nuestro país han corrido parejos a la propia evolución de la realidad española y de los retos planteados por la desigualdad y la pobreza en los márgenes de la sociedad. Son 75 años de entrega y compromiso con todos los descartados, de historias tejidas por personas que han ido sembrando Evangelio y abriendo ventanas al reino de Dios en todos nuestros pueblos y ciudades.

La historia de Cáritas Española se entrelaza en la historia contemporánea de España, donde no ha dejado de estar presente desde sus inicios, dando respuesta a las realidades de grave precariedad material de la postguerra (años 40 y 50), acompañando las situaciones emergentes de exclusión de una sociedad en desarrollo durante el tardofranquismo (años 60 y 70) y aportando oportunidades de promoción humana ante el impacto de la desigualdad social y de articulación de políticas sociales ya en plena etapa democrático y crecimiento económico (a partir de la década de los 80).

Retos cada vez más globales

Con la concesión del Premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1999, Cáritas se sitúa en los umbrales del siglo XXI, una etapa donde irán surgiendo retos cada vez más globales planteados por una sociedad sujeta a procesos sociales y económicos donde, a las viejas pobrezas enquistadas en nuestro sistema de bienestar, se van sumando procesos de exclusión y desigualdad emergentes provocados por la movilidad humana, el cambio climático o la precariedad laboral.

Para responder a estos nuevos escenarios, la Confederación Cáritas va a experimentar en estas dos primeras décadas del siglo una profunda renovación de sus modelos de intervención (en 2009 se aprueba el Modelo de Acción Social de Cáritas) y la emergencia de nuevos ámbitos de trabajo para abordar, desde la mirada del Evangelio y como servicio organizado de la caridad de la Iglesia, las respuestas a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la Agenda 2030, el cuidado de la Creación (bajo la inspiración de Laudato Si´ del papa Francisco) y la interlocución política para garantizar la protección legal de la dignidad y los derechos humanos de los descartados del sistema.

En esa línea se enmarcan los procesos que han permitido la creación de la Red Interdiocesana de Comercio Justo, del proyecto textil confederal Moda re- o las alianzas intraeclesiales REPAM (Red Eclesial Panamazónica), “Migrantes con Derechos”“Enlázate por la Justicia” o “Iglesia por el Trabajo Decente”, entre otras.

Estas dos décadas traerán consigo, además, la irrupción en la red de acogida y asistencia de Cáritas de dos emergencias inéditas por su naturaleza e impacto, como la gran crisis económica y social de 2008, y la causada por la Covid-19, que han puesto a prueba la capacidad de respuesta de las estructuras de la Confederación y de todos sus agentes para multiplicar sus procesos de acompañamiento a las personas más vulnerables.

Será también una etapa decisiva para la dimensión internacional de la acción de Cáritas Española, en la que, además de reforzar sus proyectos de cooperación fraterna de un número creciente de Cáritas del Sur, ha tenido que acompañar la respuesta humanitaria a emergencias naturales y crisis en diversas regiones de África (Grandes Lagos, Franja del Sahel, Cuerno de África y Mozambique), Asia (Siria, refugiados rohinya en Bangladesh y Filipinas), América latina (Venezuela, Haití y Centroamérica) y Europa del este.

Pionera del análisis de la realidad social

Durante estos 75 años y con el objetivo de conocer las raíces de las situaciones de pobreza que permitan mejorar sus respuestas a una realidad cambiante, la Confederación Cáritas jugó un papel pionero en España como impulsora del análisis sistemático de la realidad social a través de la creación, en 1965, de la Fundación FOESSA (Fomento de Estudios Sociales y de Sociología Aplicada).

Dentro de este compromiso se enmarca también la apuesta por difundir su trabajo de reflexión en el terreno de la acción social y de sus actuaciones de referencia a través del sello Cáritas Española Editores y de una nutrida colección de publicaciones periódicas, como son las revistas CáritasCorintios XIII y Documentación Social. A ello se añade, en época reciente, la diversificación de su comunicación institucional en los espacios digitales.

Trabajo en red, construcción de procesos

La implicación de Cáritas en la lucha contra la desigualdad y la defensa de los derechos de las personas más vulnerables se ha basado a lo largo estos 75 años en la coordinación y la colaboración con otras organizaciones sociales y entidades de Iglesia, en la mejor tradición de favorecer la construcción de procesos recogida tanto por la Doctrina Social de la Iglesia como del magisterio social de los últimos Papas (de Juan XXIII a Francisco) y los obispos españoles.

Dentro de esta opción por el trabajo en red, Cáritas ha estado entre las entidades promotoras, entre otras, de la Coordinadora de ONGD España, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), la Plataforma del Voluntariado (PVE), la Plataforma de Organizaciones de Infancia (POI), la Plataforma de Organizaciones de Acción Social (POAS) o la Plataforma del Tercer Sector (PTS).

Traspasando fronteras

En coherencia con la dimensión universal de la caridad, el trabajo a favor de la justicia social a través de la suma de sinergias transcendió desde las primeras etapas de la andadura de Cáritas el propio marco estatal para traspasar fronteras. Presente en el reducido grupo de Cáritas nacionales que fundarían, en 1950, Cáritas Internationalis, Cáritas Española ha acompañado en estos tres cuartos de siglo numerosas realidades de emergencia y pobreza en el ámbito de la cooperación internacional.

Este trabajo fraterno junto a las comunidades del Sur y las Cáritas locales es, a fecha de hoy, una dimensión estratégica de la misión de Cáritas de la que da fe el apoyo a números proyectos de desarrollo en más de 40 países de distintas regiones de todo el mundo y la respuesta a diversas emergencias humanitarias.

Multiplicando respuestas de 1947 a 2022

La evolución ascendente del trabajo de Cáritas, de la multiplicación de sus respuestas a los efectos de la desigualdad y el dimensionamiento de su intervención en el territorio han sido una constante en estos 75 años.

De comenzar a organizar en la España de finales de los años 40 del siglo pasado la distribución en España de la Ayuda Social Americana o la acogida temporal de miles de niños europeos no acompañados tras la Segunda Guerra Mundial, se ha pasado a desarrollar, en el presente, una actividad incesante de acogida, asistencia, inserción y promoción a través de 70 Cáritas Diocesanas y más de 5.400 Cáritas parroquiales gracias a las que se acompañaron en 2020 a 2,85 millones de personas.

Son los suyos los rostros que se asoman al retrato real del ser y hacer actual de Cáritas, donde ellos y ellas son los protagonistas de su propio desarrollo y el eje de la acción de Cáritas, que se hace realidad cada día gracias al compromiso gratuito de más de 80.000 voluntarios y el apoyo de 5.400 trabajadores contratados.

Esta suma de solidaridades ha ido creciendo de forma sostenida a lo largo de todas estas décadas, donde no ha cesado la colaboración económica procedente, en su mayoría, de donantes y colaboradores privados (70% de los recursos anuales invertidos) y de fondos públicos (30%). La evolución de estas aportaciones arroja, solo en los últimos treinta años, una línea ascendente que va desde los 49 millones de euros invertidos por Cáritas en el año 1990 hasta los más de 386 millones de euros en 2020.

En Cáritas celebramos el Día Mundial de la Justicia Social

El 20 de febrero fue designado por Naciones Unidas como el Día Mundial de la Justicia Social para destacar la necesidad de erradicar la pobreza promoviendo el trabajo decente, la igualdad entre hombres y mujeres y el acceso al bienestar social. Defender los principios de la justicia social es el camino principal para conseguir una sociedad justa y responsable. Y para ello debemos eliminar todas las barreras que enfrentan a las personas, y por supuesto, promover la igualdad en todos los sentidos y ámbitos posibles.

Desde Cáritas queremos hacer hincapié en que defender los principios de la justicia social es el camino principal para conseguir una sociedad justa y responsable. Y para ello debemos eliminar todas las barreras que enfrentan a las personas, y por supuesto, promover la igualdad en todos lo sentidos y ámbitos posibles.

Es un día para poner en valor el trabajo que desde todos los proyectos de Cáritas Diocesana de Huelva se hace para defender lo más valioso, los derechos de las personas y para darle a cada una de ellas la dignidad que merece. También destacar el trabajo que se hace desde la tienda de Cáritas, un espacio donde pensamos en las personas que están detrás de los productos que vendemos, y no olvidamos que detrás de cada producto hay unas manos que trabajan y que deben hacerlo en unas condiciones dignas y justas.

Una herramienta eficaz para combatir el problema de esas carencias en las personas, es el uso y creación del Comercio Justo.

Existe una interrelación entre Justicia Social, Comercio Justo y pobreza, es decir, a mayor rendimiento del Comercio Justo, mayor fortalecimiento de la Justicia Social, y menor pobreza y sus consecuencias.

La pobreza trae consigo el padecimiento de hambre y carencias de necesidades básicas en alimentación, agua potable y saneamiento.

Para contribuir a un mayor desarrollo económico hay que llevar a cabo unos modelos sociales justos y sostenibles, del que es mayormente responsable la Comisión Europea, que es la imagen que nos representa a todos los ciudadanos europeos y debe velar por todos nuestros derechos sociales. Europa debe ser social para tener éxito económico, dado que la base de su economía son las personas.

Hay miles de organizaciones productoras de Comercio Justo dirigidas a personas en estado de vulnerabilidad. Desde nuestra Tienda, trabajamos para que todas las personas que están detrás de los productos que vendemos tengan un salario justo y unas condiciones dignas de vida, cubriendo todos sus derechos humanos. Por ejemplo, apoyamos al proyecto CORR THE JUTE WORKS en Bangladesh, una iniciativa sostenible establecida en 1973 que ha ayudado en torno a 5000 mujeres que estaban en situación de pobreza a causa de la guerra de la independencia de Pakistán.

Entre todos y todas podemos potenciar la Justicia Social, que lucha por nuestros derechos humanos: incentivemos el Comercio Justo.

¡Feliz día de la Justicia Social!

Las XVIII Jornadas de Teología de Caridad abordan en Málaga la importancia del cuidado para construir una comunidad fraterna

La Casa Diocesana de Espiritualidad de Málaga acoge, desde el 18 al 20 de febrero, las XVIII Jornadas de Teología de la Caridad, una cita que cada cuatro años organiza Cáritas Española y que en esta edición cuentan con la disponibilidad, acogida y trabajo de Cáritas Diocesana de Málaga.

Cerca de un 140 participantes procedentes de toda España –en su mayoría agentes de las distintas Cáritas Diocesanas del país, junto a vicarios y delegados episcopales de acción caritativa y social— se darán cita en la ciudad andaluza con estos tres objetivos: reflexionar sobre la importancia que tiene la cultura del cuidado para erradicar la indiferencia, el rechazo y la confrontación, que suele prevalecer hoy en día; profundizar en el papel de la Iglesia y de Cáritas en la sociedad de los cuidados; y compartir experiencias en el cuidado de los más vulnerables de la sociedad.

Construir una sociedad basada en la fraternidad

Como señala el programa de las Jornadas, “el reconocimiento de la propia vulnerabilidad y las grandes desigualdades sociales, agravadas por la pandemia y el deterioro del medioambiente, nos enseñan la importancia de hacernos cargo los unos de los otros y también de la Creación, para construir una sociedad basada en relaciones de fraternidad”.

En ese sentido, “la Biblia revela, desde el principio, la importancia del cuidado o de la custodia en el proyecto de Dios por la humanidad. Y el Papa Francisco nos anima a colaborar en la cultura del cuidado para erradicar la indiferencia, el rechazo y la confrontación”. Por eso, “Cáritas está llamada a ser una comunidad de cuidados compuesta de hermanos y hermanas que se acogen recíprocamente y se preocupan los unos de los otros en la sociedad de los cuidados”.

Tres ponencias y cuatro talleres

La estructura de las Jornadas está orientada a abordar el tema de los cuidados desde las perspectivas teológico-pastoral, ética, social y ecológica. El programa del encuentro, que arranca en la tarde del viernes 18 de febrero, incluye tres ponencias, una mesa redonda o conversatorio y cuatro talleres.

Presidida por el obispo de Málaga, monseñor Jesús Catalá, la sesión inaugural, moderada por Vicente Martín, delegado episcopal de Cáritas Española, contará con la intervención de monseñor Jesús Fernandez, obispo de Astorga y acompañante de Cáritas, quien dirigirá a los presentes un mensaje de la Subcomisión de Acción Caritativa y Social.

Acto seguido se desarrollará la ponencia marco de las Jornadas, dedicada al tema “La cultura del cuidado en el pensamiento del papa Francisco” y que será desarrollada por Julio Martinez, ex rector de Comillas y actualmente profesor de Teología Moral en la misma.

Las otras dos ponencias programadas para los días siguientes abordarán las cuestiones “Perspectiva teológico pastoral del cuidado. El sujeto que cuida”, a cargo de Marta López Alonso, doctora en Teología Moral, profesora del Centro Universitario de Ciencias de la Salud San Rafael-Nebrija y enfermera en el Hospital Universitario Ramón y Cajal; y “Ética del Cuidado en la Acción de Cáritas”, que será presentada por Luis Aranguren, profesor de ética, consultor y formador.

Las sesiones de trabajo del encuentro se completan con cuatro talleres sobre experiencias de cuidados desarrolladas en Caritas: “Cuidado de Personas Mayores”, coordinado por Teresa Villanueva; “Cuidado de los más vulnerables”, impartido por el Equipo de Colectivos de Cáritas regional de Andalucía; “Cuidado de las personas voluntarias en Cáritas”, a cargo de Emilio Lopez; y “Cuidado de la Casa Común”, coordinado por Rufí Cerdá y grupo de trabajo de Amazonía.

Además, la tarde del viernes incluye un “Conversatorio sobre la Sociedad de los cuidados”, donde a modo de mesa redonda, Fernando Vidal, profesor de Sociología de la Universidad Pontificia Comillas, analizará la “Sociedad de los cuidados”; Montse Escribano, profesora Facultad de Teología “San Vicente Ferrer” de Valencia, reflexionará sobre el tema “Más allá del cuidado de las mujeres”; y Pepe Laguna, teólogo y miembro de Cristianismo y Justicia, abordará la “Dimensión política”.

La Jornadas de Teología de la Caridad finalizarán con una eucaristía en la catedral de Málaga, presidida por monseñor Catalá, y que servirá como punto de partida oficial de la celebración del 75 Aniversario de Cáritas Española que recorrerá todo 2022.