Cáritas inaugura la segunda edición del curso de auxiliar de cocina que beneficiará a 12 personas

Huelva, 1 de febrero 2021. Un total de 12 personas procedentes de los proyectos de Cáritas y de las Cáritas Parroquiales de la provincia de Huelva, han iniciado hoy un curso de auxiliar de cocina, gracias al apoyo formativo de Inditex, el Fondo Social Europeo y Cáritas Diocesana de Huelva.

Este taller surge ya que la hostelería se puede considerar como un yacimiento de empleo importante en la provincia de Huelva y en el litoral como en la sierra. Por este motivo Cáritas Diocesana de Huelva cree que es muy importante formar a personas en este sector productivo ya que también, la experiencia de años anteriores en el desarrollo de formaciones  en el sector de hostelería fue muy positiva en cuanto a la tasa de inserciones laborales se refiere.

El curso impartido esta semana tiene una duración de 415 horas en las que se trabajará la elaboración de menús, aprovechamiento de materias primas, conservación de alimentos… y cuenta con varios módulos transversales que tratarán temas muy diversos como la igualdad de género, habilidades sociales, sensibilización medioambiental o alfabetización digital. Empieza el 1 de febrero y termina el 31 de mayo de 2021.

El perfil de los participantes es muy variado. Fundamentalmente se trata de  personas en situación o riesgo de pobreza, familias con o sin hijos que viven en hogares sin empleo, personas que tienen dificultades de integración en el mercado de trabajo, mayores de 45… El curso concede una especial atención a personas que presentan un mayor déficit formativo y escasa experiencia laboral.

La metodología del curso está adaptada a los perfiles de los participantes, facilitando su desarrollo y la adquisición de competencias. A través de un clima de aprendizaje positivo, potenciando la interacción alumno-profesor. Cuenta asimismo con un espacio de escucha y reflexión, para mejorar y superar dificultades, proporcionando así una alta motivación a los participantes.

Este curso está financiado por el Fondo Social Europeo, la Fundación Inditex y Cáritas Diocesana de Huelva.

Cáritas Parroquial de Beas apuesta por la artesanía para generar una red de apoyo y oportunidades laborales

Cáritas Parroquial de Beas lleva a cabo un taller de artesanía, en concreto, un taller de bordado de mantones y flecos. Una iniciativa que surge de la reflexión realizada por el voluntariado de la Cáritas Parroquial, el cual sentía la necesidad de completar y desarrollar a otros niveles el trabajo que llevaban años realizando con las familias más vulnerables de la localidad. Dicho trabajo había ido transformándose hacia una acogida y atención personalizadas, acompañando a las familias en sus diversas situaciones, enfocándolo desde un punto de vista promocional.

Desde que el taller arrancó hace tres años, cuando se estudió que podía tener salidas laborales para las mujeres que aprendieran a coser las prendas, ya que las mujeres del pueblo son muy aficionadas a los vestidos de flamenca. También se reflexionó sobre el valor de promocionar técnicas artesanales para que así no queden en el olvido, y el beneficio terapéutico que tiene cualquier trabajo manual en sí mismo.

El grupo siempre ha sido de cuatro-cinco mujeres, de hecho, algunas de ellas  aún permanecen desde sus comienzos y otras se han ido incorporando. En el taller reciben una vez en semana formación sobre bordados de mantones y elaboración de flecos. La formación es impartida por una monitora experta en bordados, también de la localidad, y en las sesiones siempre está presente una voluntaria del equipo, que además aporta dulces y café para la merienda, merienda que se convierte en espacio de encuentro y celebración para todas ellas. En total, en todos estos años han pasado por el taller 18 mujeres, lo que significa, 18 familias con las que se ha trabajado y se continúa trabajando.

Las mujeres no perciben una beca económica como tal por su participación, pero sí una ayuda personalizada en alimentación u otras cuestiones. Además, este taller es de las pocas iniciativas grupales a nivel provincial que se ha mantenido activa durante 2020 en los periodos que ha sido posible, y con todas las medidas de seguridad pertinentes, tales eran su motivación e ilusión por su continuidad, tanto por parte de las alumnas como de las voluntarias.

Los objetivos que este taller son muchos:

  • La adquisición y desarrollo de técnicas de confección y bordado, que pudieran contribuir a generar salidas laborales para las mujeres en situación vulnerable.
  • La promoción de técnicas artesanales desarrolladas por oficios tradicionales, muy significativas por su aportación al patrimonio cultural de la provincia y al valor del territorio.
  • Generar una oportunidad, un lugar de encuentro que propicien el intercambio, la confianza y la creación de una red de apoyo entre mujeres, desdibujándose las fronteras a veces marcadas de manera rígida entre voluntaria-destinataria, tornándose en un espacio en el que todas, mujeres, seres de igual dignidad, aprenden, comparten inquietudes y alegrías, se apoyan mutuamente y crecen como personas.

La iniciativa en sí misma siempre pretendió ser una acción sencilla, pequeña en número de participantes, en la que se disfrutara con el proceso sin pensar demasiado en el resultado. Ya han realizado ventas de algunas confecciones y han ampliado sus artículos a adornos navideños o mascarillas. Están seguras de querer continuar,  ya que cuentan con lo más importante: la ilusión del alumnado y la dedicación constante de las voluntarias como motores esenciales de este taller.

Cáritas Andalucía recibe una ayuda de urgencia de 2 millones para la atención a familias vulnerables por el Covid-19

El presidente de Caritas Andalucía, Mariano Pérez de Ayala, y la consejera de igualdad, políticas sociales y conciliación, Rocío Ruíz, visitaron la sede de Cáritas Diocesana Huelva donde informaron que a la provincia le corresponde la cantidad de 123.856 euros de esta ayuda para frenar las consecuencias sociales de la pandemia

Caritas Andalucía ha recibido una ayuda de urgencia por valor de más de 2 millones de euros (2.050.000) para la atención a familias vulnerables afectadas por la pandemia de Covid-19. De este total, Caritas Diocesana de Huelva recibirá la cantidad de 123.856 euros que irán destinados a frenar las consecuencias económicas y sociales del Covid-19.

Con esta subvención, Cáritas va a desarrollar en toda Andalucía un programa extraordinario de ayuda en materia de necesidades básicas destinado a población en situación de vulnerabilidad y/o exclusión social por el Covid-19 para el acceso a productos y servicios relacionados con la vivienda, la salud, la educación, la reducción de la brecha digital y otras carencias de primer orden. Para ello, el plazo de ejecución está comprendido entre el 1 de enero y el 30 de septiembre de 2021.

Este programa se articulará a través de una acogida y atención individualizada en las familias, un diagnóstico de las situaciones personales y familiares, la gestión y entrega de ayudas directas, la derivación acompañada a recursos públicos y privados, un seguimiento personalizado, orientación personal y familiar y coordinación del voluntariado.

Las ayudas podrán ser de tipo material, en equipamiento y económicas e irán destinadas a gastos como los relativos a suministros de la vivienda, material informático y escolar, servicios escolares (aula matinal, comedor, aula de mediodía, etcétera), gastos de transporte, material farmacéutico, óptica, ortopedia, odontología o servicios terapéuticos.

Una red parroquial por toda la región

La red parroquial de acogida de Cáritas Andalucía cuenta con más de 50 años de acción continuada, donde se atiende a personas y familias que se encuentran en situación de pobreza y vulnerabilidad social. La entidad cuenta con 1.260 Cáritas Parroquiales donde trabajan 767 personas y colaboran 12.773 voluntarios y voluntarias. Asimismo, Cáritas Andalucía forma parte de la Mesa del Tercer Sector de Andalucía y del Consejo Andaluz de Servicios Sociales.

Ante el frío, Cáritas Diocesana continúa su labor

Estos días de intenso frío, de nevadas y heladas, nos dejan muchas escenas de alegría, lanzamiento de bolas de nieve, trineos y esquíes nunca vistos en el centro de las ciudades. Al mismo tiempo esa cara tiene una cruz, y lo que para algunas personas supone una pausa emocionante y divertida en una realidad difícil enmarcada en la pandemia que sufrimos, en el caso de las personas que no tienen donde resguardarse y protegerse, las personas en situación de sin hogar, es sinónimo de peligro, vulnerabilidad e incluso en casos extremos, de muerte.

Lamentablemente las personas sin hogar son noticia estos días, sin quererlo, porque no disponen de un hogar donde protegerse y cuidarse.

Parece que justo en lo más duro del crudo invierno cuando recordamos que hay miles de personas que no tienen una vivienda, que se encuentran en la calle, o en una chabola sin agua, salubridad, higiene, calefacción ni electricidad. Y todas ellas tienen en común lo mismo, además de verse acosadas por el frío, y es que no pueden acceder y disfrutar de un derecho humano tan básico como el de una vivienda adecuada. Porque no debemos olvidar que el sinhogarismo, al fin y al cabo, es eso: la mayor y más grave vulneración del derecho humano a la vivienda que puedan sufrir las personas. Y por consiguiente, las dificultades en el acceso a otros derechos como la salud, la protección social, la participación, etc.

Desde Cáritas Diocesana de Huelva, técnicos y voluntarios están trabajando en la línea habitual, intensificando las acciones que ya se venían desarrollando, sobre todo el trabajo de calle y el reparto de mantas y ropa de abrigo. Sin embargo, no podemos olvidar que la vulnerabilidad, la exclusión y la falta de acceso a derechos humanos están presentes a lo largo de todo el año.

Desde que comenzó la pandemia, en Cáritas Diocesana de Huelva se han mantenido todos los proyectos y, actualmente, se siguen atendiendo a los mismos colectivos que antes de la crisis. Para ello hemos tenido que hacer un gran esfuerzo a la hora de tomar medidas de prevención, tanto para las personas que trabajamos en el día a día como para las personas a las que atendemos. Para estas personas somos el único  soporte vital con el que cuentan, ya que en muchos casos carecen de esa red social y familiar de apoyo tan importante en momentos de crisis.

Puertas Abiertas es el centro de día que se constituye como un espacio de primera atención a las personas en situación de sin hogar de la provincia de Huelva. Este espacio está manteniendo los servicios fundamentales del proyecto, respetando todas las medidas de seguridad que se recomiendan seguir para no propagar el virus. La única particularidad ha sido reducir el aforo manteniendo de esta forma la distancia social, las mesas para el desayuno están separadas y solo puede sentarse una persona, se toma la temperatura antes de entrar al centro, se ha extremado la higiene y la desinfección de las instalaciones. Además, se siguen ofreciendo los servicios de desayuno, duchas y aseo, lavandería, taquillas y prensa. Desde el centro, se están atendiendo en torno a 50 personas al día, siendo el 85% de éstas hombres entre 45 y 55 años.

Además, desde el programa de atención en asentamientos, técnicos y voluntarios están acompañando a todos los pueblos que tengan esta realidad, llevando mantas y ropa de abrigo para aquellas personas que más lo necesiten. Desde que comenzó la pandemia se está haciendo un esfuerzo importante en hacerles llegar productos de aseo e higiene tan importantes, así como mascarillas quirúrgicas, buscando reducir la posibilidad de contagio.

Cabe destacar la importancia de contar con una red sólida y organizada de voluntarios que no han faltado a su labor y han hecho posible la atención integral y personal a todas las persona que han venido cada día a nuestro centro, que acompañan distintas realidades de calle en nuestra capital y también que visitan y prestan ayuda a aquellas personas que viven en asentamientos. Sin ellos, el trabajo que se realiza en los diferentes proyectos sería muy complicado en la mayoría de las ocasiones.

Urge cumplir las condiciones fijadas por el Tribunal Constitucional para los rechazos de frontera en Ceuta y Melilla

Las organizaciones que integran la Red Migrantes con Derechos –Cáritas, Confer, Justicia y Paz, y la Subcomisión Episcopal de Migraciones y Movilidad Humana— llevamos varios años recogiendo testimonios de devoluciones sumarias de un modo sistemático, pidiendo, además, la derogación de la Disposición Final Primera de la Ley Orgánica de protección de la Seguridad Ciudadana.

Estos testimonios relatan las historias de personas que han sufrido rechazos en frontera en la valla de Melilla siendo menores de edad, sin poder acceder al puesto fronterizo de Beni Ezar para pedir asilo con severas heridas físicas.

El Tribunal parece avalar la constitucionalidad de los rechazos en frontera sólo si cumplen tres condiciones: aplicación a las entradas individualizadas, sometimiento pleno y efectivo al control judicial, y que en ellos España cumpla las obligaciones internacionales adquiridas.

En realidad, el TC limita su juicio de constitucionalidad al texto en abstracto de la disposición adicional, reconociendo que será preciso juzgar la legalidad y aun la constitucionalidad de cada actuación administrativa por la que se rechace a una persona en la frontera de Ceuta o de Melilla.

Por ello, McD seguirá observando cómo se producen esos rechazos en frontera y si cumplen esas condiciones fijadas por el Tribunal Constitucional, porque por nuestra experiencia:

• No entendemos en qué consiste la individualización: Sin preguntar, con la asistencia de intérprete y abogado de oficio, acerca de nombre, edad, nacionalidad, circunstancias personales, si necesita protección y no pudo acceder a la oficina de asilo y refugio.

• No vemos posible el pleno control judicial: Sin un mínimo procedimiento, sin una autoridad que se haga responsable de la resolución, o de la decisión al menos.

• Tanto antes como en las actuales circunstancias marcadas por la Covid-19 y con la frontera marroquí cerrada, es imposible acceder a las oficinas de asilo y refugio.

En consecuencia, pedimos al Gobierno que, a la mayor brevedad regule un procedimiento mediante el cual las condiciones fijadas por el Tribunal Constitucional puedan cumplirse garantizando que, tal y como dice el propio Tribunal: “A la persona extranjera que está siendo rechazada mientras se encuentra en los elementos de contención ubicados en territorio español, integrados en el sistema de seguridad fronterizo, le son aplicables las garantías de nuestro ordenamiento jurídico”.

Nos hacemos eco de la invitación lanzada por el Papa Francisco en su encíclica Fratelli Tutti a recibir “la llegada de personas diferentes, que proceden de un contexto vital y cultural distinto”, como “un don, porque las historias de los migrantes también son historias de encuentro entre personas y entre culturas: para las comunidades y las sociedades a las que llegan son una oportunidad de enriquecimiento y de desarrollo humano integral de todos” (n. 133).

Desde esta visión de las personas migrantes como hermanos y hermanas que llegan a nuestros países en búsqueda de protección y de unas oportunidades de futuro que ven negadas en sus países de origen, Francisco recuerda que “nuestros esfuerzos ante las personas migrantes que llegan pueden resumirse en cuatro verbos: acoger, proteger, promover e integrar” , que nos permitan “recorrer juntos un camino a través de estas cuatro acciones, para construir ciudades y países que, al tiempo que conservan sus respectivas identidades culturales y religiosas, estén abiertos a las diferencias y sepan cómo valorarlas en nombre de la fraternidad humana” (n. 129).

Hacemos, por ello, una llamada a no acostumbrarnos a las situaciones de vulnerabilidad y a no legitimar con nuestra pasividad lo que sucede. La realidad de la inmigración que convive con nosotros en unas condiciones de invisibilidad y de grave vulnerabilidad social, como revela el reciente estudio Un arraigo sobre el alambre realizado conjuntamente por Cáritas y la Universidad Pontificia Comillas, nos obliga a comprender, primero, que la migración es un fenómeno estructural y, segundo, que debemos dar respuesta al reto que nos lanza la gestión de la diversidad.

En el Día Internacional del Migrante, las entidades que formamos McD apostamos por seguir comprometidas en nuestra labor de observación y denuncia de las vulneraciones de los derechos humanos de las personas migrantes que NUNCA debieran entrar en conflicto con una gestión adecuada de las fronteras.

Comercio justo y consumo responsable en Navidad: más necesario que nunca

La invitación que Cáritas lanza en su Campaña de Navidad a estar “más cerca que nunca” se extiende también a nuestros hábitos de consumo en este momento del año, donde se registra uno de los puntos álgidos de ventas.

Apoyo al comercio justo y a las tiendas de barrio

Dentro de esa llamada que Cáritas lanza a realizar “gestos gratuitos que ayuden y mejoren la vida de otras personas hacer la vida más plena y feliz para todos”, se propone también llevar esa opción por la sencillez a nuestros hábitos de consumo en Navidad, con objeto de evitar esa cultura del despilfarro inconsciente, que beneficia mayoritariamente a grandes empresas e intermediarios, y podamos optar por alternativas como el comercio justo y el denominado “comercio de proximidad” que llevan a cabo las tiendas de barrio.

Este es, precisamente, el objetivo de la campaña “Estas navidades, quédate en el barrio y compra lo justo” que ha lanzado la Coordinadora Estatal de Comercio Justo, a la que pertenece Cáritas, para promover la compra en tiendas de barrio tanto productos de comercio justo como productos locales. Con esta iniciativa se trata de impulsar el pequeño comercio, fuertemente perjudicado por la pandemia.

Son varias las Cáritas Diocesanas integradas en plataformas autonómicas, como la FAS (Federación Aragonesa de Solidaridad) o la Coordinadora Valenciana de ONGD, las que se han sumado también a sendas campañas en esta misma línea.

En esta invitación a apoyar el comercio justo participa también en toda España la Red Interdiocesana de Comercio Justo de Cáritas, integrada por 32 tiendas y 114 puntos de venta en muchas ciudades y pueblos de todo el país, que funcionan, además, como espacios solidarios y puntos de encuentro vecinales.

Un modelo de consumo alternativo

En un año difícil marcado por el impacto de la pandemia, que amenaza con el cierre masivo de pequeñas empresas, el comercio de barrio centra sus esperanzas en las ventas navideñas para salvar el ejercicio anual.

La tendencia generalizada, sin embargo, es la de comprar en las grandes superficies o a través de plataformas online, que se ha disparado hasta más de 75% con relación a la venta física, lo que supone un grave perjuicio al pequeño comercio y a las tiendas de comercio justo, agravado durante la pandemia.

Además, los estímulos para el consumo compulsivo son cada vez más poderosos. Ni siquiera el impacto del coronavirus ha logrado tumbar iniciativas como el “Black Friday”, de reciente implantación en nuestro país, y que supone el disparo de salida hacia las compras de Navidad, marcadas por el despilfarro a veces compulsivo. Y todo ello a costa del pequeño comercio.

Ante este modelo de consumo, Cáritas propone una fórmula alternativa, basada en hacerlo de manera responsable, adquiriendo solo lo que necesitas, informándose de la procedencia de los alimentos y otros productos, y de las condiciones en las que trabajan las personas productoras dentro y fuera nuestro país. Se trata de participar de un comercio que ha garantizado la seguridad, el pago justo, el acompañamiento a los productores y productoras de otros países desfavorecidos durante la crisis de la Cobvid-19, cuando los demás cancelaban sus pedidos, y es apoyar la supervivencia de la economía y la vida de nuestros vecinos, de nuestros propios barrios.

Respuestas de a la nueva realidad

La pandemia obligó a paralizar, desde marzo hasta mayo de este año, la actividad de la Red de Comercio Justo de Cáritas. Tras el confinamiento, en el mes de mayo y coincidiendo con la celebración virtual del Día Mundial del Comercio Justo, comenzó la reapertura gradual de las tiendas y su actividad, aunque con muchas limitaciones a causa de la persistencia del virus.

A punto de terminar un año insólito lleno de sombras, 20 Cáritas Diocesanas de la Red de Comercio Justo, se han reunido para estudiar la situación generada por la pandemia, priorizar necesidades y construir las nuevas líneas de trabajo y retos para 2021. El encuentro ha servido, además, para compartir las respuestas que están articulando muchos proyectos de comercio justo para adaptarse a la nueva realidad.

Cáritas San Sebastián, por ejemplo, ha aprovechado la crisis para mejorar su página web y adaptarlas a las nuevas necesidades o, como el caso de Cáritas Huesca, agilizar la venta online y el reparto a domicilio. Caritas Teruel, por su parte, se ha unido a Mercabarrio, una iniciativa de comercio local de venta online de productos de comercio justo y servicio a domicilio, con resultados muy positivos.

También se han puesto en marcha planes de mejora o cambio de ubicación de tiendas a zonas más comerciales, como es el caso de Cáritas Santander y “La Troballa de Algemesí” de Cáritas Valencia. En pleno Covid-19, Caritas Zamora ha abierto su tienda de comercio justo en el casco histórico y está preparando sus cestas de Navidad personalizadas.

Una grata sorpresa es la de Cáritas Tenerife, que ha vendido más productos durante la pandemia a través de sus eco-cajas, que combinan sus productos ecológicos y los de comercio justo, que lo que factura su tienda “El Surco” en un año normal.

Cáritas Zaragoza, por su parte, ha reactivado su tienda “La Artesa” gracias al impulso recibido de la FAS (Federación Aragonesa de Solidaridad). Y “Romero”, la tienda de comercio justo de Cáritas Albacete, que ha recibido un reconocimiento de la Junta de Castilla-La Mancha, ahora está centrada en su campaña de cestas navideñas para empresas y particulares, con la que tratará de recuperarse económicamente de las pérdidas causadas por la pandemia.

Estas son sólo algunas de las muchas iniciativas que está llevando a cabo dentro de la Red de Cáritas.

Sobran los motivos esta Navidad para optar por un comercio de proximidad y una forma de consumir que garantice la sostenibilidad de los pequeños productores y cooperativas y los empresarios autónomos de nuestros barrios, que promueva el respeto de los derechos humanos y la protección del medioambiente. Un comercio justo que es más necesario que nunca.

Busca aquí tu tienda de Comercio Justo de Cáritas más cercana.

Esta Navidad queremos estar más cerca que nunca

Cáritas lanza su tradicional Campaña de Navidad basada en un claro leit motiv que permita contrarrestar las circunstancias de distancia social y aislamiento que han marcado nuestras relaciones personales y sociales a lo largo de los últimos meses a causa de la Covid.

Con el lema “Esta Navidad, más cerca que nunca”, Cáritas propone vivir una Navidad en una doble dimensión. Por una parte, recuperando la cercanía, no medida en metros, sino en gestos, con quienes más lo necesitan. Y por otra, colaborando económicamente con los fines de Cáritas para romper simbólicamente las distancias y estar más cerca de aquellos que afrontan unas condiciones de precariedad a causa de la pandemia y que desbordan cada día a los recursos de acogida de Cáritas para garantizar sus necesidades básicas.

Esta invitación a la solidaridad económica con las víctimas de las injusticias tiene destinarios reales: las familias sin recursos, las personas mayores que viven solas, quienes no tienen empleo, o los que viven en la calle y no pueden refugiarse en el calor de un hogar. Y también de las personas que afrontan el duelo de la ausencia de quienes esta Navidad no se sentará a la mesa, de las personas que han perdido sus medios de vida a causa de la pandemia o de las personas migrantes que siguen hacinándose en nuestras islas y en las costas sin que lleguen soluciones.

La Campaña de Navidad de Cáritas de este año se enmarca dentro de la misma llamada a la solidaridad con las víctimas de la emergencia social causada por el coronavirus, que se puso en marcha a principios de marzo bajo el lema general “Cada gesto cuenta”.

Una Navidad diferente inspirada en un pesebre

Con esta llamada a “estar más cerca que nunca”, a superar la distancia física y el alejamiento emocional que impone el uso de mascarillas, Cáritas propone vivir, como se señala en los materiales editados dentro de la Campaña, “una Navidad diferente y un estilo de vida radicalmente distinto y revolucionario que tiene su origen en un pesebre”.

“La Navidad –recuerda Cáritas en la campaña— llega de nuevo para sacarnos de nuestros letargos y ensimismamientos, para deslumbrarnos con las luces que brillan en la generosidad de las personas voluntarias, en los gestos que cualquiera podemos hacer para cuidar y acompañar, en el tiempo que regalamos sin prisas y disponible para escuchar, preguntar, mirar a los ojos, y ser capaces de reconocer y agradecer todo lo bueno que recibimos todos los días”.

¿Cómo podemos estar más cerca?

La distancia física que nos exige el cuidar a lo demás y el cuidarnos para frenar la expansión de este virus letal está encapsulando los afectos y las emociones. Cada día el aislamiento se hace más costoso y es fácil ceder ante el desánimo y el no llegar a ver un horizonte cercano y libre de la enfermedad. E imaginar que no vamos a poder encontrarnos con los que queremos de la misma forma que otros años, aún nos parece una ficción.

Ante esta situación, la Campaña de Navidad de Cáritas invita a que cada uno de nosotros seamos una “estrella de Belén que ayude a alumbrar caminos, los de personas que conoces y los de otras que quizás estén más lejos de tu día a día, a ser estrella que con su luz alumbre esperanza a través de gestos generosos y sencillos que faciliten encuentro, diálogo, oportunidad”.

Regalar nuestro mejor gesto esta Navidad

Por eso en medio de esta situación, Cáritas ofrece la oportunidad de intentar no dejar a nadie atrás, de acercarnos y pensar en las personas con las que trabajamos. De invitar a colaborar, a participar, a sumar las buenas intenciones de todas las personas para que se conviertan en acciones, en gestos de solidaridad, de compromiso y de generosidad.

Las realidades son muy diversas: enfermos sin hogar ni familia, migrantes, ex menas que están estudiando,  personas sin hogar que viven y duermen en la calle y necesitan un centro donde poder ducharse, desayunar, cambiarse de ropa o resguardarse del frío, personas que quieren cambiar esa situación de sinhogarismo y necesitan un acompañamiento para recuperar su vida,  familias vulnerables que necesitan apoyo en sus necesidades básicas, ancianos en soledad con pensiones bajas que necesitan apoyo y acompañamiento, menores a los que se leda un apoyo educativo y que necesitan dispositivos tecnológicos para su educación… son algunas de las situaciones que acompaña Cáritas Diocesana de Huelva desde sus diferentes áreas y proyectos como son la Casa de Acogida Santa María, la Casa de acogida Santa Mª de los Milagros, Puertas Abiertas, el Proyecto de menores ‘Educar Para Crecer’, el proyecto de Mayores de la Sierra, el proyecto de Asentamientos, los talleres con mujeres y la atención que se hace desde las Cáritas Parroquiales en nuestra capital y toda la provincia.

Todas estas personas necesitadas, merecen como nunca tenernos “más cerca que nunca”, alguien que les acompañe, que les guíe, que esté a su lado,  y que le anime a superar las dificultades; sin tu colaboración no  podrían salir adelante.

La propuesta concreta en este año tan peculiar y donde las medidas de higiene  son tan necesarias es  dejar de dar ayudas en especie para ofrecer ayudas económicas, donde las personas tengan la libertad de hacer su compra como lo realizamos cualquiera, en las tiendas que decidimos según criterios de proximidad, de abaratamiento, etc., y sin ninguna identificación que estigmatice a las personas.

En concreto puedes “estar más cerca que nunca” realizando alguna  de las siguientes acciones:

  • Realizar un donativo a través de Bizum al código 00566 o bien al número de cuenta ES38 2100 7434 3722 0024 1033.
  • Hacerte socio o donante de Cáritas Diocesana llamando al teléfono 959 245 226.

Un gesto en redes

Otra de las propuestas de Cáritas va a dirigida a dar visibilidad a esos gestos de cercanía a través de las redes sociales.

Para ello, invita a confeccionar una estrella de Belén personalizada y colgar nuestra foto con ella y con este mensaje [Soy (XXX) de la Cáritas Diocesana, parroquial… y este año quiero ser luz para otros… (Añadir el gesto o compromiso personal) porque esta Navidad quiero estar más cerca que nunca. #CadaGestoCuenta] en el perfil personal en todas las redes donde interactuemos. La propuesta es subir esos mensajes en la semana del 21 al 25 de diciembre.

Un voluntariado que tiende la mano y se compromete

El 5 de diciembre celebramos el Día Internacional del Voluntariado, una magnífica ocasión para soñar otro mundo, otro modelo social, otra fraternidad. Soñar como única humanidad. Ese es el gran desafío que tenemos los voluntarios y voluntarias de Cáritas, llamados a cargar con los más débiles y golpeados por esta crisis, porque solo así podremos dar pasos a una sociedad más humana, inclusiva y fraterna.

Hay una serie de rasgos que definen cómo es la opción por el voluntariado dentro de Cáritas: un voluntariado comprometido que cree en el cambio social hacia una sociedad más justa; un voluntariado activo que aporta a la sociedad no sólo desde las tareas realizadas, sino también desde las actitudes expresadas; y un voluntariado capaz de organizarse y participar desde respuestas colectivas antes que individuales.

Además, el modelo de este voluntariado se basa en la coherencia para, desde la acción realizada, impulsar el crecimiento como persona y como cristiano; un voluntariado que plasma, a través de su participación, los valores de la solidaridad, la gratuidad y la igualdad; un voluntariado siempre disponible para la acción y para la formación, superando la barrera de la buena voluntad y promoviendo una acción de calidad; y un voluntariado en proceso, con motivaciones muy diferentes, que se va haciendo día a día por medio de la tarea, la formación y el acompañamiento. Acoger, escuchar, acompañar, servir, transformar son los verbos del voluntariado. Las realidades son muy diversas: enfermos, ancianos, migrantes, personas sin hogar, familias vulnerables… son algunas de las situaciones que acompañan desde el voluntariado en Cáritas Diocesana de Huelva.  

La aportación del voluntariado a la crisis del coronavirus

La situación de pandemia que estamos padeciendo nos está haciendo ver hasta qué punto todos somos frágiles e interdependientes. Tristemente el coronavirus nos está enseñando sus consecuencias: catástrofe humanitaria, crisis sanitaria y económica, crispación social y política, caos organizativo… El aporte a la sociedad que puede hacer el voluntariado pasa por vivir la compasión, ofreciendo cuidados, comprometiéndose como ciudadanos corresponsables y construyendo comunión y fraternidad. En Cáritas reconocemos y agradecemos cuánto aportan las personas voluntarias a nuestra sociedad y a la Iglesia, pues los más pobres encuentran en ellos al pueblo de Dios en primera línea para darles voz, defenderlos y solidarizarse con ellos. Las personas voluntarias son esa Iglesia que sirve y sale de casa para acompañar la vida, sostener la esperanza, tender puentes y romper muros.

Desde las Cáritas Parroquiales las personas voluntarias han continuado la labor de apoyo y acogida desde sus parroquias ya sea en Huelva Ciudad como en los pueblos de toda la provincia. Incluso se han intensificado por la situación de precariedad en la que se han visto muchas familias. Por eso, una vez más, el trabajo voluntario es muy importante para el desarrollo de nuestra labor con aquellos que más lo necesitan.

El voluntariado joven es una parte fundamental de nuestro trabajo, porque ellos son el presente pero también el futuro de nuestra labor. Desde Cáritas Diocesana de Huelva le damos el valor que merece y estamos deseosos de encontrar espacios para la acogida y el acompañamiento de estos voluntarios.

Desde los proyectos el voluntariado no ha cesado su actividad durante la crisis sanitaria, los proyectos no han sido abandonados porque hemos contado con el apoyo de estas personas. Por ello agradecemos la labor que hacen estas personas desde los distintos proyectos, como son la Casa de Acogida Santa María, la Casa de acogida Santa Mª de los Milagros, Puertas Abiertas, Tienda de Cáritas, Proyecto de menores ‘Educar Para Crecer’, proyecto de Mayores de la Sierra, el proyecto de Asentamientos, talleres con mujeres, las personas que conforman la Cáritas Parroquiales en nuestra capital y toda la provincia y nuestra dirección de Cáritas. Muchas gracias por vuestra presencia y compromiso.

Según los datos de la última Memoria, en Cáritas Diocesana de Huelva participan actualmente 757 personas voluntarias que ofrecen desinteresadamente  su tiempo libre, su conocimiento y su buen hacer para hacerse presentes junto a las personas que viven la injusticia de la pobreza.

Si aún no eres voluntario y te interesa formar parte de esta gran familia no dudes en ponerte en contacto con nosotros.

¡¡Felicidades en el Día Internacional del Voluntariado!!

Cáritas propone esta Navidad «estar más cerca que nunca» de quienes más lo necesitan

Cáritas lanza su tradicional Campaña de Navidad basada en un claro leit motiv que permita contrarrestar las circunstancias de distancia social y aislamiento que han marcado nuestras relaciones personales y sociales a lo largo de los últimos meses a causa de la Covid.

Con el lema “Esta Navidad, más cerca que nunca”, Cáritas propone vivir una Navidad en una doble dimensión. Por una parte, recuperando la cercanía, no medida en metros, sino en gestos, con quienes más lo necesitan. Y por otra, colaborando económicamente con los fines de Cáritas para romper simbólicamente las distancias y estar más cerca de aquellos que afrontan unas condiciones de precariedad a causa de la pandemia y que desbordan cada día a los recursos de acogida de Cáritas para garantizar sus necesidades básicas.

Esta invitación a la solidaridad económica con las víctimas de las injusticias tiene destinarios reales: las familias sin recursos, las personas mayores que viven solas, quienes no tienen empleo, o los que viven en la calle y no pueden refugiarse en el calor de un hogar. Y también de las personas que afrontan el duelo de la ausencia de quienes esta Navidad no se sentará a la mesa, de las personas que han perdido sus medios de vida a causa de la pandemia o de las personas migrantes que siguen hacinándose en nuestras islas y en las costas sin que lleguen soluciones.

La Campaña de Navidad de Cáritas de este año se enmarca dentro de la misma llamada a la solidaridad con las víctimas de la emergencia social causada por el coronavirus, que se puso en marcha a principios de marzo bajo el lema general “Cada gesto cuenta”.

Una Navidad diferente inspirada en un pesebre

Con esta llamada a “estar más cerca que nunca”, a superar la distancia física y el alejamiento emocional que impone el uso de mascarillas, Cáritas propone vivir, como se señala en los materiales editados dentro de la Campaña, “una Navidad diferente y un estilo de vida radicalmente distinto y revolucionario que tiene su origen en un pesebre”.

“La Navidad –recuerda Cáritas en la campaña— llega de nuevo para sacarnos de nuestros letargos y ensimismamientos, para deslumbrarnos con las luces que brillan en la generosidad de las personas voluntarias, en los gestos que cualquiera podemos hacer para cuidar y acompañar, en el tiempo que regalamos sin prisas y disponible para escuchar, preguntar, mirar a los ojos, y ser capaces de reconocer y agradecer todo lo bueno que recibimos todos los días”.

¿Cómo podemos estar más cerca?

La distancia física que nos exige el cuidar a lo demás y el cuidarnos para frenar la expansión de este virus letal está encapsulando los afectos y las emociones. Cada día el aislamiento se hace más costoso y es fácil ceder ante el desánimo y el no llegar a ver un horizonte cercano y libre de la enfermedad. E imaginar que no vamos a poder encontrarnos con los que queremos de la misma forma que otros años, aún nos parece una ficción.

Ante esta situación, la Campaña de Navidad de Cáritas invita a que cada uno de nosotros seamos una “estrella de Belén que ayude a alumbrar caminos, los de personas que conoces y los de otras que quizás estén más lejos de tu día a día, a ser estrella que con su luz alumbre esperanza a través de gestos generosos y sencillos que faciliten encuentro, diálogo, oportunidad”.

Regalar nuestro mejor gesto esta Navidad

Hay gestos concretos que pueden hacer que esta Navidad sea de verdad distinta y contribuyan a tejer red y cercanía, y a convertirse en el mejor regalo para los demás.

Estos son algunos de los gestos que propone la Campaña de Navidad de Cáritas:

– Comparte tus bienes con los que menos tienen. Y dona. La generosidad ensancha el alma.

– Valora y disfruta una Navidad más sencilla y austera donde des valor a lo que verdaderamente te importa.

– Escucha y lee las noticias con mirada larga y amplia, que te permita tomar conciencia de que muchas personas en muchos lugares viven realidades muy distintas a la tuya.

– Consume con corazón y con cabeza. Que el consumo que realices sea responsable y justo, y tenga en cuenta el bienestar de otras personas.

– Agradece y ofrece. Reconocer los dones que recibimos y disfrutamos nos dispone para agradecerlos y compartirlos con los demás.

– Cultiva el encuentro y la amistad, que los demás te sientan cerca. Una conversación, escribir una carta o una tarjeta de Navidad, cocinar para alguien, regalar un dibujo o una manualidad… hay cientos de formas para expresar amor y cercanía.

– Realiza gestos gratuitos que ayuden y mejoren la vida de otras personas, que sirvan para aliviar la soledad y la tristeza, para cuidar y acompañar, para cooperar con otros y hacer la vida más plena y feliz para todos.

– Tómate un tiempo diario para estar en silencio, para orar, meditar o contemplar. Convertir estas prácticas en hábitos nos ayuda a crecer en sensibilidad y a vivir con mayor atención a la realidad.

– Conecta y hermánate con la Naturaleza sin invadirla ni querer conquistarla. Aprender a amarla nos lleva a realizar gestos concretos y cotidianos para cuidarla y preservarla.

Un gesto en redes

Otra de las propuestas de Cáritas va a dirigida a dar visibilidad a esos gestos de cercanía a través de las redes sociales.

Para ello, invita a confeccionar una estrella de Belén personalizada y colgar nuestra foto con ella y con este mensaje [Soy (XXX) de la Cáritas Diocesana, parroquial… y este año quiero ser luz para otros… (añadir el gesto o compromiso personal) porque esta Navidad quiero estar más cerca que nunca. #CadaGestoCuenta] en el perfil personal en todas las redes donde interactuemos. La propuesta es subir esos mensajes en la semana del 21 al 25 de diciembre.

Día para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer: Cáritas Diocesana de Huelva acompaña y trabaja desde la prevención

Ante la celebración del Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, Cáritas pone el foco en el agravamiento de la situación de vulnerabilidad de las mujeres que sufren algún tipo de violencia por ser mujer, que acompaña a través del proyecto ‘Atención a las mujeres en situación de marginalidad’, más conocido como proyecto AMMAR y los talleres de intervención y educación familiar que se organizan desde el Área de Familia.

Problemas agravados a causa de la pandemia

Se constata cómo la pandemia sanitaria provocada por el coronavirus está doblando o triplicando sus condiciones de vulnerabilidad y las de sus familias. Algunos de los problemas que se están detectando son los siguientes:

– Agravamiento de las dificultades económicas, relacionadas con la pérdida de ingresos, situación de desempleo e imposibilidad de acceso a las ayudas sociales. A esta precariedad económica se suma la falta de oportunidades en el ámbito formativo y laboral, junto a la brecha digital, provocada no sólo por las dificultades de acceso a Internet o a medios digitales, sino también por el limitado manejo de los mismos o un uso reducido a aplicaciones básicas, lo que dificulta, por ejemplo, el acceso a la información sobre los recursos disponibles.

– Retroceso en sus procesos de recuperación. Las limitaciones impuestas por la pandemia han obligado a muchas mujeres, por razones económicas, a volver a depender de sus parejas, con lo que interrumpen sus procesos formativos en la búsqueda de empleo. En otros casos, su pareja ha perdido el empleo, con lo cual ambos pasan más tiempo en casa, lo que genera mayor sometimiento o situaciones de conflicto y se reavivan los sentimientos de incapacidad sobre la dificultad de salir del círculo de violencia.

– Deterioro de su situación emocional. La incertidumbre provocada por la Covid genera también situaciones que afectan al estado anímico de las mujeres víctimas de violencia, de por sí muy frágil debido a cuestiones preexistentes. A lo largo de los últimos meses han sido muchos los casos de mujeres acompañadas necesitadas de apoyo emocional y psicológico debido a situaciones de duelo y ansiedad.

Respuestas adaptadas a las características individuales

Cáritas, a través de los diferentes proyectos es testigo directo de la violencia machista que azota nuestra sociedad. Es una lacra en la cual sus víctimas no tienen una edad, nacionalidad, nivel de estudios o condición económica preestablecidas. Cualquier mujer puede sufrirla en cualquier lugar del planeta. Pueden ser amigas, parientes, vecinas, conocidas e, incluso, una misma. Pero hay muchas formas de violencia: feminicidios, prostitución, explotación sexual y trata de personas con fines de explotación sexual, violencia intrafamiliar, matrimonios forzados, violencia sexual, sin olvidar cuestiones que se encuentran normalizadas entre nosotros, como pueden ser los “micro machismos” de los que somos testigos cada día y que forman parte de nuestra “cultura social”. Cabe señalar, además, el preocupante incremento que se está produciendo en los últimos años de la violencia entre los jóvenes y en las redes sociales.

En este sentido, el proyecto ‘Atención a las mujeres en situación de marginalidad’, más conocido como proyecto AMMAR está llevando a cabo unos talleres dos veces al mes donde la temática principal son las habilidades sociales y personales, igualdad de género, salud e higiene. Las mujeres que se atienden en este proyecto han vivido durante mucho tiempo en la exclusión social, por lo que vienen muy deterioradas a todos los niveles, tienen graves dificultades para su inserción social, sienten indefensión, pierden el control de su vida y de sus sentimientos. Este estado se acaba generalizando y la mujer termina por creer que no puede hacer nada.

Por otro lado, entre las diferentes acciones que se realizan desde el Área de Familia en las parroquias de Huelva ciudad cabe destacar el trabajo de intervención y educación familiar que se realiza en varias parroquias desde hace más de cinco años. Se trata de una acción que se va consolidando en algunas parroquias de la periferia de Huelva  como son la de San Fco de Asís, la de Sagrada Familia, Ntra Sra del Carmen y Ntra Sra de los Dolores, que siguen apostando por tratar de ofrecer una respuesta integral a las problemáticas y necesidades detectadas en las familias atendidas. En ellos participan mujeres jóvenes con graves dificultades socioeconómicas, a las que se acompaña durante varios meses con el fin de promover su desarrollo y crecimiento personal, detectando y trabajando sus carencias y reforzando sus capacidades o potencialidades de manera que se conviertan en protagonistas de su proceso de cambio, y se involucren más en la resolución de sus problemas.

Francisco: “Una cobarde degradación”

Es oportuno recordar la condena que el Papa Francisco hace en Amoris Laetitia de la violencia contra las mujeres. “Destaco la vergonzosa violencia que a veces se ejerce sobre las mujeres, el maltrato familiar y distintas formas de esclavitud que no constituyen una muestra de fuerza masculina sino una cobarde degradación”, se señala en el punto 54 de la encíclica.

Y añade el Papa: “La violencia verbal, física y sexual que se ejerce contra las mujeres en algunos matrimonios contradice la naturaleza misma de la unión conyugal. Pienso en la grave mutilación genital de la mujer en algunas culturas, pero también en la desigualdad del acceso a puestos de trabajo dignos y a los lugares donde se toman las decisiones. La historia lleva las huellas de los excesos de las culturas patriarcales, donde la mujer era considerada de segunda clase, pero recordemos también el alquiler de vientres o «la instrumentalización y mercantilización del cuerpo femenino en la actual cultura mediática»”.

Este mismo año, durante su homilía en la Misa del Año Nuevo, Francisco puso sus esperanzas para que 2020 sea un mundo más pacífico para las mujeres, al tiempo que alertaba que “usar la violencia contra ellas equivale a profanar a Dios”.