Huelva,
2 de octubre 2020. Un
total de 12 personas procedentes de los proyectos de Cáritas y de las Cáritas
Parroquiales de la provincia de Huelva, han iniciado hoy un curso de auxiliar
de cocina, gracias al apoyo formativo de Inditex y Cáritas Diocesana de Huelva.
Este taller surge ya que la hostelería
se puede considerar como un yacimiento de empleo importante en la provincia de
Huelva y en el litoral como en la sierra. Por este motivo Cáritas Diocesana de
Huelva cree que es muy importante formar a personas en este sector productivo
ya que también, la experiencia de años anteriores en el desarrollo de
formaciones en el sector de hostelería
fue muy positiva en cuanto a la tasa de inserciones laborales se refiere.
El curso impartido esta semana tiene una
duración de 264 horas en las que se
trabajará la elaboración de menús, aprovechamiento de materias primas,
conservación de alimentos… y cuenta
con varios módulos transversales que tratarán temas muy diversos como la
igualdad de género, habilidades sociales, sensibilización medioambiental o
alfabetización digital.
El
perfil de los participantes
es muy variado. Fundamentalmente se trata de
personas en situación o riesgo de pobreza, familias con o sin hijos que
viven en hogares sin empleo, personas que tienen dificultades de integración en
el mercado de trabajo, mayores de 45… El curso concede una especial atención a
personas que presentan un mayor déficit formativo y escasa experiencia laboral.
La metodología
del curso está adaptada a los perfiles de los participantes, facilitando su
desarrollo y la adquisición de competencias. A través de un clima de
aprendizaje positivo, potenciando la interacción alumno-profesor. Cuenta
asimismo con un espacio de escucha y reflexión, para mejorar y superar
dificultades, proporcionando así una alta motivación a los participantes.
Desde que comenzó la pandemia, en Cáritas Diocesana de Huelva se han mantenido
todos los proyectos y, actualmente, se siguen atendiendo a los mismos
colectivos que antes de la crisis. Para ello hemos tenido que hacer un gran esfuerzo
a la hora de tomar medidas de prevención, tanto para las personas que
trabajamos en el día a día como para las personas a las que atendemos. Para
estas personas somos el único soporte vital con el que cuentan, ya que en
muchos casos carecen de esa red social y familiar de apoyo tan importante en
momentos de crisis.
El colectivo habitual que se atiende desde el área es el de las personas
sin hogar. Cuando el confinamiento fue una obligación nos encontramos con
muchas personas incapaces de cumplirlo, simplemente porque carecían del
espacio físico en el que pasarlo o porque ese espacio no reunía las mínimas
condiciones de habitabilidad, o de acceso a agua o luz. Si ya antes trabajamos
con personas en exclusión social o en una situación de vulnerabilidad elevada,
los últimos acontecimientos han agravado esta realidad aún más.
Puertas Abiertas, el centro de día que se
constituye como un espacio de primera atención a las personas en situación de
sin hogar de la provincia de Huelva, está manteniendo los servicios
fundamentales del proyecto, respetando todas las medidas de seguridad que se
recomiendan seguir para no propagar el virus. La única particularidad ha sido
reducir el aforo manteniendo de esta forma la distancia social, las mesas para
el desayuno están separadas y solo puede sentarse una persona, se toma la
temperatura antes de entrar al centro, se ha extremado la higiene y la desinfección
de las instalaciones. Además, se siguen ofreciendo los servicios de desayuno,
duchas y aseo, lavandería, taquillas y prensa. El número de personas
atendidas diariamente oscila entre las 40 y 50.
Cabe destacar la importancia de contar con una
red sólida y organizada de voluntarios que no han faltado a su labor y han
hecho posible la atención integral y personal a todas las persona que han
venido cada día a nuestro centro. “Sin ellos no hubiera sido posible abrir
nuestros servicios”, expresa Josema Gómez, responsable del centro de Puertas
Abiertas.
Entre las diferentes acciones que
se realizan desde el Área de Familia en las parroquias de Huelva ciudad cabe
destacar el trabajo de intervención y educación
familiar que se viene realizando en varias parroquias desde hace más de
cinco años. Se trata de una acción que se va consolidando en algunas parroquias
de la periferia de Huelva como son la de
San Fco de Asís, la de Sagrada Familia, Ntra Sra del Carmen y Ntra Sra de los
Dolores, que siguen apostando por tratar de ofrecer una respuesta integral a
las problemáticas y necesidades detectadas en las familias atendidas.
Esta semana han comenzado los talleres
educativos con temáticas diversas donde se van trabajando las diferentes áreas:
personal, relaciones familiares, relaciones sociales, economía familiar, salud,
etc.
En ellos participan mujeres
jóvenes con graves dificultades socioeconómicas, a las que se acompaña durante
varios meses con el fin de promover su desarrollo y crecimiento personal,
detectando y trabajando sus carencias y reforzando sus capacidades o
potencialidades de manera que se conviertan en protagonistas de su proceso de
cambio, y se involucren más en la resolución de sus problemas.
La ventaja de trabajar de forma
grupal es el poder generar espacios de relación, de encuentro y de aprendizaje
donde se acompaña a las mujeres desde la cercanía, desde la cotidianeidad de
sus circunstancias. Es un lugar donde ellas pueden abrirse y compartir miedos,
dificultades y logros, reducir el estrés y la ansiedad, donde se potencia el
conocimiento personal y puedan reconocerse como personas valiosas y capaces de
mejorar su vida.
Hay que tener en cuenta que estas
mujeres, que en su mayoría son portadoras de la situación propia y la de sus
familias y llevan el peso de los problemas, no disponen de espacios de
aprendizaje, de apoyo, de escucha de sus preocupaciones e incluso de ocio. El
trabajo en grupo se convierte para ellas es un espacio no sólo de aprendizaje
sino también de terapia personal. Supone un tiempo que dedican a ellas mismas,
al encuentro consigo mismas y con las demás.
La experiencia de los voluntarios en estos años con los
diferentes grupos de mujeres con los que se ha ido trabajando está siendo muy
positiva y satisfactoria, al ver que el trabajo y el esfuerzo va dando sus frutos, al contemplar cómo muchas
de ellas han conseguido avances en muchos aspectos de sus vidas tanto a nivel
personal como familiar. Todo lo
aprendido les ha servido para crecer como personas, sentirse escuchadas,
valoradas, aceptadas y queridas. Es
fundamentalmente un espacio para la toma de conciencia y para el cambio, el que
muchas de ellas comienzan han experimentado.
Pepi Rodríguez y Manoli Maestre, voluntarias que imparte el taller de Desarrollo Personal y Habilidades parentales, nos cuentan que les aporta una satisfacción norme: “poder aportar tu experiencia y conocimiento a un grupo de mujeres que quieren hacer cambios en su vida es muy importante para mí”, cuenta Pepi. “Si mi forma y experiencia de vida puede contribuir a que otra persona tenga otra perspectiva para afrontar su situación, mi voluntariado tiene sentido”, expresa Manoli.
«Siento que este taller me va a cambiar la vida. Ya, desde que empezó no soy la que era: dejé de mendigar amor y de compadecerme de mí misma; empecé a valorar lo maravillosa que soy porque, aparte de poder dar vida, he ganado en ganas de vivir; dejé mis lágrimas y las cambie por sonrisas, por muy mal que me pueda sentir en algún; dejé de ser víctima para convertirme en princesa de mi propia historia… Recuerdo mis primeros días de taller y, sin exagerar, me asombro de todo lo que he conseguido y de las ganas que tengo de seguir creciendo como persona, seguir aprendiendo, aceptando y sintiendo todas mis emociones. Soy una mujer con propósitos, no estoy acomodada como antes. Ahora me gusta seguir y conseguir lo que siempre he soñado. Sólo puedo deciros: compañeras, aprovechar este regalo de la vida, porque estas oportunidades no pasan todos los días, si quieres que cambie tu vida y tu casa. ¡Os animo a todas! «
Rocío, madre de familia y luchadora, del barrio Pérez Cubillas (Huelva)
Huelva, 11 de septiembre de 2020.- Cáritas
Diocesana de Huelva y la Fundación Endesa han clausurado en la capital onubense
la octava edición del curso de Montaje de instalaciones eléctricas y aire
acondicionado en edificios que organizan conjuntamente ambas instituciones y
del que se han beneficiado ya un total de 96 jóvenes, contando los 12 de esta
edición.
El
curso, que en anteriores ediciones se centraba en las ‘Operaciones auxiliares
de montaje de instalaciones electrotécnicas y de telecomunicaciones en
edificios’, se ha transformado desde el curso pasado en el ‘Montaje de
instalaciones eléctricas y aire acondicionado en edificios’, debido a la alta
demanda de instaladores de aire acondicionado en la provincia de Huelva en los
meses de junio a septiembre.
Cáritas
Diocesana de Huelva y la Fundación Endesa han apostado por esta formación desde
el principio ya que la carencia formativa es una de las barreras fundamentales
para encontrar un puesto de trabajo. De la situación de pobreza no sólo se sale
con aportaciones económicas, sino que hay que dar un salto e invertir en
acciones formativas que capaciten a las personas para el trabajo, algo que
entiende muy bien la Fundación Endesa que desde hace años viene apoyando
procesos formativos en Cáritas Diocesana de Huelva.
La
acción formativa ha tenido una duración de cuatro meses. Este año, a causa del
Covid-19 Cáritas Diocesana de Huelva tuvo que interrumpir sus clases y se
reiniciaron en junio, con una parte teórica y otra práctica que alcanza en
total las 480 horas y 100 horas de práctica. Los 12 alumnos han estudiado temas
específicos sobre las instalaciones eléctricas y el montaje de aire
acondicionado y también contenidos transversales como la igualdad de género, el
medioambiente, las habilidades sociales y las nuevas tecnologías. Contamos con
unas empresas colaboradoras con Cáritas de otros años como Tecsolar Huelva,
Cfrica sl, Frío Alberto SL, Soctefrí SL y Hairelight SL.
En
toda España, el convenio suscrito entre Cáritas y la Fundación Endesa ha
permitido que 400 jóvenes de diversos lugares de España, donde Endesa tiene un
especial arraigo, estudiaran el oficio de electricista. Aquí en Huelva, la
colaboración entre ambas entidades ha facilitado la inserción en el mundo
laboral o su retorno a la educación reglada tras conseguir el certificado de
profesionalidad.
En Cáritas nos encontramos en una
búsqueda constante de personas voluntarias que quieran ser parte de nuestra
acción. Para que podamos llevar a cabo nuestra
misión, necesitamos organizarnos y contar con personas voluntarias con las que nos podamos hacer presentes en las
distintas realidades de onubenses que actualmente viven la injusticia de la
pobreza. Esta pandemia ha hecho visible la indefensión de muchas personas
y por ello queremos seguir apostando por ver a cada ser como ese milagro de
Dios, por encima de la situación de precariedad en la que se encuentre.
Para realizar este
trabajo, las personas voluntarias son el pilar básico e insustituible de la acción de Cáritas. El voluntariado es importante porque
realiza su propia tarea aportando su tiempo, su acompañamiento y sus
saberes, tareas que junto a la labor técnica, completa el acompañamiento de la
realidad en concreto.
Por nuestra parte, estamos colaborando
y cumpliendo todas las medidas señaladas para protegernos, por ello, nuestros espacios están adaptados para
realizar un voluntariado seguro, cumpliendo todas las medidas de higiene y
seguridad exigidas.
Por ello, después del verano, creemos
que es un buen momento para hacer un llamamiento a todas aquellas personas que
quieran colaborar con nuestra entidad, conociendo la realidad, atendiendo y
acompañamando a las personas que más necesitan de nuestro tiempo y apoyo. En
concreto, tu esfuerzo como persona voluntaria
se orientará a todas aquellas peronas que no disponen de una vivienda digna,
que carecen de recursos, de lazos comunitarios y familiares.
Los espacios de voluntariado concreto
serían en tres proyectos:
Centro de Día Puertas Abiertas: espacio de primera atención a
personas en situación de sin hogar de la provincia de Huelva. En él se ofrecen
servicios específicos como acogida, cafetería y prensa, orientación e
información, duchas, ropero, lavandería…
Casa de Acogida Santa María: espacio residencial durante las 24
horas para personas en situación de exclusión, prestando una acogia integral
para normalizar su sitaución.
Casa de Acogida Santa María de los
Milagros: esta casa tiene
como objetvo dar respuesta a los problemas de salud de las personas sin hogar o
aquellas otras que tenindolo se encuentran desamparadas o sin cobertuda social.
Las funciones concretas en estos espacios serían el acompañamiento en
ambas casas de acogida: gestiones sanitarias, citas médicas, ir a hacer la
compra… además de un acompañamiento en las tareas de cocina para ambos
proyectos.
El voluntariado es el motor de Cáritas ya que es
esencial para llevar a cabo nuestro trabajo y nuestra misión. Es la gran riqueza con la que contamos ya
que entre todos acompañamos, promovemos, dinamizamos y estamos comprometidos
con la realidad que vivimos. Es la hora de una Caridad creativa y
responsable para decir a los más vulnerables: estamos aquí, ¡nos comprometemos
e implicamos en vuestra realidad!
Las personas que estén interesadas en
saber más acerca de los proyectos y sus funciones, y quieran ser parte de
nuestra acción pueden contactar con nosotros mediante nuestro número de
teléfono 959 24 52 26 o escribir al correo
fnarvaez.formacion@caritashuelva.org.
Con motivo del Día Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, que se celebra hoy, Cáritas Internationalis ha difundido el siguiente comunicado:
El 1 de septiembre de 2020 es el Día Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación y esta es una oportunidad importante para celebrar la riqueza de la fe cristiana como expresión a la hora de proteger nuestro hogar común.
Como seguidores de Cristo, compartimos un papel común como administradores de la Creación de Dios, recordando que nuestro bienestar está vinculado al bienestar de nuestra madre tierra. También es un momento para renovar nuestros corazones y mentes, y tomar conciencia de que al reconstruir nuestra relación con la Madre Tierra estamos restaurando nuestra relación con Dios.
En estos meses en los que nuestro mundo globalizado se ha visto gravemente afectado por la pandemia de COVID-19, nos hemos dado cuenta de cómo compartimos una misma naturaleza humana y de lo interconectadas que están las dimensiones política, económica, social, espiritual y cultural. Hemos comprendido cómo los sistemas injustos han creado un entorno propicio para la propagación de enfermedades, cuán frágiles son nuestras vidas y cuán vulnerables éramos ante el virus. Al mismo tiempo, la pandemia se ha convertido en una oportunidad para que nos unamos para defender vidas y asegurarnos de no ser víctimas del virus. Y también es una oportunidad para que surja una nueva forma de solidaridad.
Las organizaciones miembros de Caritas comenzaron a trabajar desde el primer momento con las comunidades locales para luchar contra la propagación de la enfermedad. A medida que nuestro mundo globalizado se ha ido volviendo viral, hemos difundido lo que nuestro presidente, el cardenal Tagle, ha llamado la “pandemia del amor y la solidaridad”, que continúa tomando forma en diferentes partes del mundo.
En esta particular Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación, Cáritas Internationalis propone reflexionar sobre nuestros roles y responsabilidades en la construcción de una sociedad justa y equitativa que brinde la posibilidad a todos y cada uno de nosotros de vivir con dignidad y en armonía con la Madre Tierra. Como cristianos, nuestra relación con el medio ambiente nunca puede estar aislada de nuestra relación con los demás y con Dios, y la COVID-19 debe ser para nosotros una llamada a respetar nuestro hogar común.
Como recordó el Papa Francisco durante su catequesis del 26 de agosto, este hogar fue entregado por Dios a todo el género humano y, como administradores de la Creación, estamos llamados a hacer que sus frutos, de hecho, sean compartidos por todos. Pero, lamentablemente, la realidad que observamos todos los días haciendo nuestro trabajo al lado de las comunidades locales de todo el mundo está muy lejos de ello. Estas comunidades locales son las primeras víctimas de la falta de protección de nuestra Casa común y hoy nos piden una acción específica e inmediata, especialmente en lo que respecta a la seguridad alimentaria, el acceso al agua y la preservación de los ecosistemas.
Caritas está convencida de que el desarrollo humano integral solo puede promoverse si:
– Se protege y nutre la vida, y se asegura la sostenibilidad de los sistemas ecológicos, económicos, sociales y políticos. Es responsabilidad de cada uno de nosotros asumir este reto de forma individual y colectiva.
– Se reconocen las capacidades únicas de conocimiento, voluntad, libertad y responsabilidad de los seres humanos. De lo contrario, no podemos esperar que se sientan responsables del mundo. En todo el planeta, Caritas está comprometida con el desarrollo de la capacidad de las personas y la sensibilización de base.
– El nuevo comienzo posterior a COVID-19 impulsa nuevas formas de vida, justas y sostenibles, tomando en consideración la interconexión entre el respeto por la tierra y unos estilos de vida sostenibles en los ámbitos ecológicos, económicos, sociales y políticos.
– Todos los responsables en la toma de decisiones adoptan e implementan políticas valientes para preservar el medio ambiente.
En esta jornada, Cáritas Internationalis se une al llamamiento del Santo Padre de tomar medidas audaces para salvaguardar nuestra casa común, orar y actuar para construir una comunidad de solidaridad y amor.
Huelva,
21 de julio de 2020.
Un total de 12 personas procedentes
de los proyectos de Cáritas y de las Cáritas Parroquiales de la provincia de
Huelva, han iniciado un pretaller
laboral de mantenimiento de instalaciones, gracias al apoyo formativo de la
Fundación Endesa y el Fondo Social Europeo.
Este pretaller en la provincia de
Huelva surge al encontrar un potencial de empleo muy importante en los trabajos
de mantenimiento e instalación en edificios. Esto se debe al gran número de
empresas dedicadas al sector hostelero, así como a la existencia de uno de los
polos industriales mayores de Europa, al que hay que sumar las empresas
subsidiarias que trabajan para él. Precisamente esta necesidad ha llevado a la
Fundación Endesa y a Cáritas Diocesana de Huelva a establecer acciones formativas que capaciten a las personas, en
situación de vulnerabilidad o exclusión, para optar a esas ocupaciones, ya que
la carencia formativa es una de las barreras fundamentales para encontrar un empleo.
El curso impartido esta semana tiene
una duración de 620 horas y cuenta
con varios módulos que tratarán temas muy
diversos como electricidad, fontanería, albañilería, pintura, limpieza y
jardinería, carpintería, y un módulo especial sobre habilidades sociales.
Todos estos cursos incluyen una
parte transversal donde se trabajará la igualdad, la sensibilización
medioambiental, la alfabetización digital, la prevención en riesgos laborales y
los derechos laborales. Esto contribuirá a que los 12 participantes desarrollen
sus habilidades sociales y laborales, mejorando su grado de empleabilidad.
El perfil de los participantes es muy variado. Fundamentalmente se
trata de personas en situación o riesgo
de pobreza, familias con o sin hijos que viven en hogares sin empleo, personas
que tienen dificultades de integración en el mercado de trabajo, mayores de 45…
El curso concede una especial atención a personas que presentan un mayor déficit
formativo y escasa experiencia laboral.
La metodología del curso está
adaptada a los perfiles de los participantes, facilitando su desarrollo y la adquisición
de competencias. A través de un clima de aprendizaje positivo, potenciando la interacción
alumno-profesor. Cuenta asimismo con un espacio de escucha y reflexión, para mejorar
y superar dificultades, proporcionando así una alta motivación a los
participantes.
Sobre
la Fundación Endesa
El objetivo principal de la
Fundación Endesa, presidida por Juan Sánchez-Calero, es contribuir al
desarrollo social a través de proyectos educativos, de formación para el
empleo, medioambientales y culturales.
Los proyectos educativos de la
Fundación están orientados fundamentalmente a fomentar la innovación en la
educación a todos los niveles y a promover la excelencia académica en al ámbito
universitario a través de ayudas, becas y cátedras.
Los proyectos de formación para
el empleo ponen su foco en la promoción del talento de personas en riesgo de
exclusión social, jóvenes emprendedores con escasos recursos y profesionales de
más de 50 años.
Sus proyectos medioambientales
están centrados prioritariamente en impulsar la educación y la cultura
ecológicas.
En cuanto a sus proyectos
culturales, destacan los dedicados a la iluminación de monumentos artísticos, a
la conservación y difusión del patrimonio industrial histórico del sector
eléctrico español y a la colaboración con entidades culturales españolas de
primer nivel.
La Fundación Endesa lleva también
a cabo el desarrollo y financiación de programas y acciones destinadas a la
prestación de ayuda humanitaria, sanitaria, social, económica o material en
situaciones extraordinarias de crisis sanitarias, catástrofes naturales u otras
análogas.
Más información en:
http://www.fundacionendesa.org/
Huelva,
17 de julio de 2020.
Ante el nuevo incendio registrado esta madrugada en el asentamiento de Lepe –el
tercer siniestro de estas características en lo que va de semana— Cáritas
Diocesana de Huelva denuncia la falta de respuesta de las Administraciones
públicas para atajar las condiciones de grave exclusión y precariedad que están
en la raíz de unos sucesos cada vez más frecuentes.
Como ya señalamos en distintas
ocasiones, no podemos seguir tolerando que esta realidad
de los incendios en los asentamientos chabolistas de inmigrantes en torno a los
municipios freseros se convierta en un hecho cotidiano, sin que las
Administraciones locales adopten las medidas inmediatas de acogida que eviten
que estas personas temporeras tengan en una chabola su única alternativa de
alojamiento en la provincia de Huelva.
Ante
esta situación, Cáritas Diocesana de Huelva urge a los poderes locales a asumir
su parte de responsabilidad en la solución de esta realidad y a tomar en cuenta
las constataciones que Cáritas Diocesana de Huelva y el resto de entidades
sociales que componen la ‘Mesa Por la Integración’ presentaron dentro del informe sobre ‘La
realidad de los asentamientos chabolistas en la provincia’.
Desde
Cáritas Diocesana de Huelva llevamos
años alertando y denunciando la total vulneración total de derechos a la
que se ven sometidas las más de dos mil personas que malviven en estos
asentamientos chabolistas en campaña agrícola y que, a fecha de hoy, siguen
poniendo rostro a una de las realidades de exclusión más escandalosas que se dan a
nivel autonómico, nacional y europeo.
En
plena crisis social tenemos que hacer real el no dejar a nadie atrás, por ello, pedimos a las administraciones locales
la articulación con carácter de máxima urgencia de las medidas de acogida e
integración de las personas temporeras que viven en nuestros municipios para lograr
que sucesos como el registrado anoche en Lepe dejen de ser noticia. Este
compromiso con la defensa de la dignidad humana y la seguridad personal de los
trabajadores temporeros que vienen a convivir con nosotros es un reto
humanitario que nos involucra a todos: fuerzas políticas, agentes económicos y
sociales, organizaciones humanitarias, comunidades cristianas y ciudadanía.
En
febrero el Relator Especial de la ONU sobre la Extrema Pobreza y los Derechos
Humanos, Philip Alston, visitó los asentamientos chabolistas de Lepe. En esta
visita describe que en “un asentamiento de migrantes en condiciones que
rivalizan con las peores que he visto en cualquier parte del mundo. Están a
kilómetros de distancia del agua y viven sin electricidad o saneamiento
adecuado. Muchos han vivido allí durante años y pueden pagar el alquiler, pero
dijeron que nadie los aceptará como inquilinos”. “Las condiciones que observé
en Huelva son simplemente inhumanas”, constata Alston.
En Cáritas Diocesana de Huelva sabemos, por propia experiencia, que son posibles propuestas de acogida imaginativas y humanizadoras. Estamos convencidos de que en manos de todos está evitar que estas situaciones de indignidad y vulnerabilidad se perpetúen entre nosotros ante la pasividad de muchos.
En Cáritas, pensamos que cada persona tiene algo que aportar y nuestro voluntariado tiene el poder de hacer que las cosas se lleven a cabo, que nuestras acciones se realicen y nuestro trabajo pueda ayudar a las personas que más lo necesitan, apostando por los derechos humanos y su dignidad. Desde los Centros Parroquiales y desde los Proyectos Diocesanos, nuestro voluntariado ha continuado su labor durante la crisis que hemos vivido. Y hasta aquellos que no podían acudir por ser grupo de riesgo o por encontrarse fuera de la ciudad, han aportado toda su fuerza y conocimiento desde la distancia, mostrando su preocupación e interés cada día.
Desde las Cáritas
Parroquiales
Durante la pandemia muchas Cáritas Parroquiales han continuado
la labor de apoyo y acogida, incluso se han intensificado por la situación de
precariedad en la que se han visto muchas familias. En estos momentos, siguen
atendiendo la realidad que acontece en sus pueblos y sus parroquias. En la
primera parte de la etapa fueron apoyados por un grupo de voluntariado joven y
también por protección civil para la entrega de alimentos. Tenemos que recalcar
que en todo momento el voluntariado ha
seguido las medidas de protección que se proponían desde el Gobierno.
En las parroquias de Huelva Ciudad el trabajo se ha
intensificado, las parroquias han tenido que atender a muchas personas más que
se vieron afectadas por esta crisis. Por eso, una vez más, el trabajo voluntario es muy importante para el desarrollo de nuestra
labor con aquellos que más lo necesitan.
Con el Voluntariado
Joven
El grupo de voluntariado joven ha retomado su actividad después
de estos meses. Sigue apoyando las diferentes actividades de Caritas Diocesana
de Huelva, en este caso ayuda a las Cáritas Parroquiales en las necesidades
alimentarias de las personas atendidas. En una de las últimas actividades que
realizaron dentro de su voluntariado, prepararon bolsas de alimentos, pero
sin olvidarse de la parte más promocional del trabajo con las personas, ya
que la alimentación iba acompañada por varias recetas que pudieran hacer con
los ingredientes que se daban, por ejemplo, explicaron cómo hacer humus, potajes
y ensaladas con garbanzos.
En los Proyectos
Diocesanos
La Casa de Acogida Santa María, la Casa Santa María de los
Milagros y el Centro de Día Puertas Abiertas, no han cesado su actividad
durante la crisis y siempre han estado apoyados por voluntarios comprometidos
que no se han desvinculado de los proyectos, siempre, como decimos, respetando
todas las medidas de seguridad. Desde el fin del estado de alarma, aquellos
voluntarios y voluntarios que cesaron su actividad por la situación tan difícil
que atravesábamos, han ido poco a poco retomando
su labor para acompañar al proyecto. Muchas de estas personas nos dicen que
estaban deseando reincorporarse para seguir trabajando con las personas.
Muchas gracias a todos, por estar y seguir creyendo en la
labor que hacemos por aquellos que más lo necesitan. Sin vosotros, sin vuestro
esfuerzo, no podríamos cubrir todas las realidades de necesidad que en estos
momentos estamos atravesando.
Huelva, 25 de junio de 2020. La directora de Cáritas Diocesana de Huelva, Pilar
Vizcaíno junto con la Responsable del
Departamento de Comunicación y Relaciones Externas, Peña Monje,
han presentado la Memoria General 2019, un
documento que recoge la realidad del trabajo de nuestra entidad y que supone
una radiografía muy real de la situación de la Diócesis de Huelva contada desde
el trabajo diario de los 75 equipos de Cáritas
Parroquiales que existen en la provincia y desde los Servicios
Diocesanos.
Cáritas
Diocesana de Huelva ha
atendido en 2019 a 11.077 personas,
lo que supone una reducción de 3.014
personas con respecto a 2018. Este hecho se produce por la tendencia de
estos últimos años, donde ha habido un repunte en la economía, más acceso al
empleo y menos personas que tienen la necesidad de acudir a Cáritas.
Este
año, el grado de participación de las Cáritas
Parroquiales en la elaboración de la Memoria de Cáritas 2019
ha llegado al 88% del total, lo que
hace ver el esfuerzo que están llevando
a cabo los centros parroquiales en un ejercicio de transparencia. Hay que
reconocer el trabajo de estos equipos, que hacen un esfuerzo continuo para
atender a las personas más necesitadas de Huelva.
Las
personas atendidas son aquellas que
acuden a Cáritas, son los rostros que vemos y que, potencialmente, podrían
formar parte de procesos de acompañamiento y participación. Por otro lado,
debemos cuantificar las personas
beneficiadas de la labor de Cáritas Diocesana de Huelva, que son aquellas
que sin acudir directamente a Cáritas se ven beneficiadas por la acción que
recibe algún miembro de la familia. Por último, tenemos en cuenta las atenciones realizadas que sumaron 124.805 en total, esto supone una
subida de un 2% con respecto a la del
pasado año. Esto se debe a que el trabajo con las personas atendidas se
realiza de forma integral, acompañando las necesidades de manera específica
desde nuestro modelo de acción social.
El marco social en el que Cáritas Diocesana de Huelva ha desarrollado su acción durante el año
pasado ha venido marcado por una notable precariedad en muchas de las
familias a las que atendemos y también una profundización en un modelo
laboral basado en la escasez de recursos económicos de las familias y la falta de formación.
Con este escenario, Cáritas Diocesana de Huelva ha realizado su acción durante el pasado
año priorizando el acompañamiento a las
personas más vulnerables, proporcionando recursos para ayudarles a salir de su
situación o paliar la gravedad de la misma, adaptándolos a sus necesidades
y siguiendo con un modelo de trabajo centrado en el acompañamiento. Ya que las ayudas que Cáritas da no se basan
solo en la alimentación, es un abanico amplio, que va desde los gastos en farmacia, ópticas, dentistas,
electricidad, electrodomésticos, suministros, ayudas para el pago de los
alquileres. En definitiva, llegando a esos gastos imprevistos que las
familias no pueden asumir.
Detectamos dos perfiles importantes. Por un lado
personas solicitantes de asilo, sin ingresos, en su mayoría con
formación pero sin homologar y con familias a su cargo. Por otro lado, son personas nacionales, en su mayoría mujeres
con hijos a su cargo, mayores de 45 años, o jóvenes con carencias educativas,
escasa experiencia laboral, falta de formación y, en gran medida, con cargas
familiares.
Atención especializada para la promoción
y el desarrollo de las personas
Esta es la línea de trabajo que desarrolla Cáritas Diocesana de Huelva con
el fin de favorecer la inclusión a las personas atendiendo las necesidades
específicas del colectivo al que pertenecen. Así, Cáritas Diocesana de Huelva pone
en valor cifras como las 125 personas, de los 311 participantes del
Programa de Empleo, que encontraron trabajo el pasado año, la atención
a 767 personas sin hogar a través del Centro de Día Puertas Abiertas y
las Casas de Acogida, Santa María y Santa María de los Milagros; 1023 personas y familias acompañadas en
proyectos de infancia, acompañamiento familiar y mayores y 993 migrantes en el Programa de Atención en
Asentamientos.
Más de dos millones invertidos en personas
Cáritas Diocesana de Huelva invirtió el año pasado un total de 2.473.102
€. Esta cifra es fruto de la
inversión de fuentes públicas, privadas, de donaciones y legados y por
supuesto, de los ingresos de las Cáritas Parroquiales. El desarrollo de
nuestra acción y la inversión que dedicamos no sería posible sin el factor
humano que hace posible que Cáritas esté al lado de quienes más lo necesitan.
Recalcar
que un gran porcentaje de estos recursos provienen de las aportaciones directas
de la comunidad cristiana onubense a
través de campañas, colectas y acciones puntuales promovidas por la Iglesia de
Huelva.
Una labor importante la desarrollan los voluntarios que participan en Cáritas Diocesana de Huelva, ya sea en la atención en Parroquias o en los distintos centros ubicados en las instalaciones de la calle Doctor Cantero Cuadrado, sin los cuales sería imposible llevar esta labor. En total, 757 voluntarios han participado en nuestra acción en el año 2019. También queremos agradecer la colaboración de 46 empresas en 2019, que han permitido, de una u otra manera, facilitar recursos muy necesarios a muchas familias y las donaciones y el apoyo de 242 hermandades.
El poder de cada persona, cada gesto
cuenta
Es el lema de nuestra campaña de Caridad de este año “El poder de cada
persona, cada gesto cuenta” que titula la memoria que hoy presentamos
también por este motivo.
Con este mensaje queremos poner en valor la generosidad de miles de ciudadanos
que han prestado sus servicios, donado sus recursos o articulado mecanismos
desde la más absoluta creatividad para apoyar económicamente nuestra acción
social.
Desde la institución agradecemos cada gesto y animamos a la ciudadanía a
seguir colaborando con aquellos que están pasando por un mal momento debido a
la crisis. Como reza nuestro lema entorno al día de la Caridad, cada persona
tiene el poder de cambiar las cosas con pequeños gestos. Es momento de
construir juntos y junto a quien más lo necesita.