Los diferentes recursos de Cáritas Diocesana de Huelva para la atención a las personas sin hogar continúan activos durante todo el verano

Las necesidades no se terminan con la llegada del tiempo estival, más si cabe, en algunas circunstancias se puede decir que la vida de las personas que sufren la exclusión social se ve agravada. Tampoco se puede olvidar que, las características del verano causan verdaderas molestias a las personas que viven en situación de sin hogar o aquellas que viven en viviendas inadecuadas o en asentamientos chabolistas. Hay proyectos que no dependen de estaciones, temporadas o meses y eso es lo que le ocurre al Centro de Día Puertas Abiertas, al Programa de Atención en Asentamientos, a la Casa de Acogida Santa María, a la casa de Acogida Santa María de los Milagros y a la Casa de la Buena Madre de Cáritas Diocesana de Huelva. Son proyectos que acogen y acompañan, por un lado, desde las casas de acogida a personas que se encuentran en una situación de vulnerabilidad y desean plantearse unos objetivos concretos, y por otro, desde el Centro de Día Puertas Abiertas y el Programa de Atención en Asentamientos, acompañan de manera integral a personas que se encuentran en situación de sin hogar o que viven en asentamientos chabolistas.

Más concretamente, la Casa de Acogida Santa María, abierta 24 horas al día los 365 días al año, promociona alojamiento y manutención a las personas acogidas, además favorece la integración social de la persona y también su autonomía personal. Es un recurso temporal que acoge a personas que se encuentran en una situación de exclusión social y desean plantearse unos objetivos vitales acordes con una vida normalizada y autónoma.

Desde la Casa Santa María de los Milagros,  se acoge a personas enfermas que, sin recursos ni apoyos familiares, necesitan un lugar donde llevar a cabo la recuperación personal y el cuidado necesario para sus problemas de salud. Esta casa tampoco cierra sus puertas en todo el año, y posibilita, en cada uno de ellos, el apoyo y el acompañamiento  para posibilitar la recuperación de estas personas. Por último, la Casa de la Buena Madre, cedida por Los Hermanos Maristas a Cáritas Diocesana de Huelva, es un proyecto que pretende abordar la realidad de aquellos jóvenes migrantes que, o bien por haber salido de centros de menores  o  bien de centros de emergencia, tras cumplir la mayoría de edad, se ven abocados a vivir situaciones de exclusión social y, gracias a esta casa, encuentran una oportunidad para forjarse un futuro y una vida independiente. En total desde Cáritas Diocesana de Huelva se está trabajando con 24 personas a las que se les está dando una acogida residencial en alguno de los tres recursos.

Por último, el centro Puertas Abiertas se configura como un centro de día de baja exigencia que atiende a personas que se encuentran en situación de sin hogar. Entre sus objetivos está cubrir las necesidades más básicas de las personas, así como acompañar y acoger de forma integral a la persona, situándola en el centro y haciéndola protagonista de su propio proceso. Desde este servicio se está atendiendo a una media de 45-50 personas diariamente con el servicio de higiene y desayuno.

Por otra parte, el Programa de Atención en Asentamientos también sigue su trabajo ya que en estos momentos del año, según cuenta Juan Manuel Breva, responsable del Área de Exclusión “tenemos que estar muy pendientes con las altas temperaturas porque no podemos olvidar que hay mucha gente que está viviendo en chabolas de cartón y plástico con temperaturas muy altas y en plena intemperie”.

Cáritas Diocesana de Huelva no cesa en sus meses marcados por el verano y esto es gracias también a la ayuda voluntaria que no decae y siempre está activa, presente y disponible los 365 días del año.  

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