Cheikh Faye, de 21 años, es procedente de Senegal. Salió de su país con tan solo 15 años y no fue hasta los 17 cuando llegó a España. La principal razón por la que Cheikh quería salir de su país era que “trabajaba muy duro, no podía hacer otra cosa que no fuera esa y, por supuesto, no podía estudiar, que era lo que realmente quería”. En aquel momento Cheikh comprendió que tenía que tomar una decisión, ya que allí en su país no tenía la oportunidad de hacer lo que realmente ansiaba: formarse.
Por eso, con 15 años, hizo las maletas y decidió irse, “tenía que buscar otro lugar que me diera un futuro mejor”, añade. Ahora Cheikh siente una gran satisfacción que le saca una sonrisa enorme ya que,
“cuando salí de mi país no sabía ni leer ni escribir, ahora estoy estudiando y puedo escribir y leer tanto en francés como en español”.
Pero hasta llegar a dónde está ahora mismo, Cheikh tuvo que pasar por momentos arduos en un viaje que no fue fácil. “Todo el mundo me dijo que cuando llegara a Marruecos todo iba a ser muy fácil, pero eso no fue así, allí perdí todo el dinero que había ahorrado en cinco años de trabajo”. Pero también hubo otros cantos de sirena, “nos decían que íbamos a llegar a España en un barco seguro y fuerte, pero eso tampoco fue así, fue horrible”.
Antes de llegar a Huelva Cheikh pasó por Tarifa, Jerez, Málaga, Albacete y Almería, “iba donde me decían que había trabajo”. Por último, un amigo le dijo que en Lepe encontraría trabajo, “allí estuve viviendo en una chabola con diez personas más”.
Pero todo cambió cuando fue a las duchas de una asociación que trabaja en Lepe. “Cuando enseñé mi pasaporte, la chica no se lo podía creer”, dice sorprendido. “Tu no puedes estar aquí, eres menor, solo tienes 17 años”, recuerda que le dijeron. Cheikh pasó a un centro de menores hasta que cumplió la mayoría de edad. “Cuando cumplí 18 años me tuve que ir. En ese momento fue cuando Cáritas entró en mi vida, y menos mal, porque no tenía adónde ir”, cuenta aliviado.
Ahora Cheikh vive en la Casa de la Buena Madre, una casa autónoma en la que vive con otros chicos de su edad que han pasado por su misma situación. En estos momentos Cheikh está acabando 4º de ESO y el año que viene quiere empezar a estudiar electricidad. “Gracias a Cáritas y a esta casa he podido estudiar. En estos tres años todo lo que he conseguido se lo debo a Cáritas”. Para Cheikh estudiar es algo muy importante, “creo que nunca voy a dejar de hacerlo porque siempre hay cosas que aprender”.
El sueño de Cheikh sería quedarse aquí en España y poder trabajar en algo relacionado con la electricidad. “Sueño con un futuro próspero en el que si algún día tengo hijos solo quiero que ellos no tengan que vivir lo que yo he vivido”. También piensa en sus hermanos, “me gustaría que ellos estuvieran aquí conmigo y que tuvieran un buen futuro, pero no que hicieran el viaje que yo hice”.