Empleo y formación: un camino efectivo para salir de la pobreza y vivir dignamente

Elgrys Castillo: “Sueño con conseguir la nacionalidad y poder ayudar con mi trabajo a muchas personas”

Elgrys Castillo tuvo que salir de Venezuela por la crisis económica. “Me encanta viajar, pero jamás pensé salir de mi país de esta manera. No estaba en mis planes”. Elgrys cuenta que aún siendo licenciada en derecho, teniendo estudios superiores y máster, no podía encontrar trabajo, era difícil vivir y costearle a sus padres las medicinas y la alimentación que necesitaban. “Por eso tuve que salir, porque no podía más. Ya en Huelva una amiga me dijo que podía ir a Cáritas a contar mi caso”.

Al poco tiempo, Elgrys empezó a formar parte de la mediación y la orientación laboral que hace Cáritas Diocesana de Huelva con su Programa de Empleo, “Cáritas y las personas que me atendieron, jugaron un papel fundamental porque yo aquí no tenía a nadie con quien compartir lo que me estaba pasando y en Cáritas me brindaron una escucha y una orientación muy importante, tanto en lo laboral como en lo personal”.

Justo antes del estado de alarma desde Cáritas encontraron una oferta laboral para Elgrys. “Empecé a trabajar cuidando a una persona con parkinson. Allí pasé todo el confinamiento y siempre que tenía alguna duda me comunicaba con el servicio de empleo de Cáritas de manera telefonica”.

Después del año y medio trabajando y con contrato, actualmente Elgrys tiene permiso de trabajo y toda su documentación en regla. Entre sus ilusiones, quiere conseguir la nacionalidad para poder en un futuro “trabajar de lo que he estudiado, dar todo lo que sé, mis pasiones, mi profesionalidad”. En estos momentos sigue trabajando con una persona mayor pero, “no me siento mal por estar haciendo un trabajo diferente porque para mí está siendo una experiencia maravillosa donde estoy aprendiendo mucho y además es un trabajo que me sirve para ganarme la vida dignamente”.

Para Elgrys, la experiencia con Cáritas ha sido muy buena porque “es una entidad que te acoge, te orienta y te acompaña durante todo tu proceso. Me he sentido muy guiada y acompañada en todo momento”.

El sueño de Elgrys sería, en un futuro cercano, poder ayudar con su trabajo a otras personas que, como ella, necesiten apoyo en un momento puntual y, porqué no, confiesa, “me gustaría formar parte de Cáritas”.

Héctor Barrios: “Si no me hubiera formado con los cursos de Cáritas no hubiera podido acceder a mi empleo actual”

Héctor Barrios, de 31 años y procedente de Venezuela vino a España en 2019 con su mujer y su hija por la situación que estaba viviendo su país. Ahora trabaja en una empresa constructora y “hago de todo, trabajos de jardinería,fontanería, albañilería…”.

Hector reconoce que este trabajo fue gracias a un efecto mariposa muy largo y en él se vieron involucradas muchas personas, “un amigo me dijo que me acercara a Cáritas porque quizás me podían ofertar formación que me cualificara para poder trabajar en algunos sectores”. Cuando Héctor llegó a Cáritas y le contó al Servicio de Formación y Orientación Laboral del Área de Empleo su caso, empezó a realizar una formación, en concreto, asistió a un curso sobre mantenimiento de edificios y justo después cursó otra sobre montaje de aires acondicionados.

Una vez terminó la formación y gracias al contacto que tenía con algunos amigos, se enteró de una oferta de trabajo muy similar a lo que había estudiado en los cursos de Cáritas. “Si no me hubiera formado con estos cursos yo no podría haber optado a un puesto que requería conocimientos de mantenimiento o de electricidad. Gracias a las prácticas que también hicimos me dieron la herramienta para poder decir que yo sabía hacer lo que pedían”, confiesa.

Ahora Héctor lleva cuatro meses en la empresa y se siente muy contento. “Me gusta trabajar ahí porque me siento orgulloso de lo que hago”.

Héctor sueña con llegar a ser lo que él estudió: ingeniero químico. “Sé que es un camino largo, pero quiero intentarlo porque es lo que soy”.

Dentro de diez años se imagina en Huelva, viviendo con su familia en una ciudad que se adapta a lo que les gusta y a sus necesidades y porqué no, trabajando en el polo químico.

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